Riesgo Infarto de Miocardio
Enviado por ivonne1401 • 19 de Mayo de 2013 • 1.217 Palabras (5 Páginas) • 381 Visitas
INTRODUCCION
El Infarto de Miocardio (IM) así como otros Síndromes Coronarios Agudos (SCA) son episodios de isquemia miocárdica, producidos por fenómenos de aterotrombosis, asentados sobre un ateroma (placa aterosclerótica) coronario inestable.
La aterotrombosis es una complicación de la aterosclerosis, la que se origina décadas antes de la ocurrencia del fenómeno isquémico agudo, por la acción lenta y progresiva de agresiones al endotelio.
Los agentes agresores fueron identificados por la epidemiología hace ya medio siglo y se han llamado “Factores de Riesgo Cardiovascular”, o más específicamente Factores de Riesgo para Enfermedad Coronaria Aterosclerótica. Desde el punto de vista práctico clínico, se clasifican en:
1. No Modificables, como edad y sexo, que deben ser tenidos en cuenta para calcular el riesgo pero no pueden ser alterados por una intervención médica.
2. Modificables, entre los que se cuentan, Dislipidemia, Hipertensión Arterial, Diabetes y Tabaquismo, los que pueden ser modificados o, como en el caso del tabaquismo, totalmente erradicados. Estos cuatro se denominan Factores de Riesgo Mayor Modificables, y merecen todo el énfasis de la Prevención Cardiovascular Moderna.
La aterosclerosis se inicia y perpetúa porque partículas cargadas de colesterol se depositan en el subendotelio arterial, desarrollando una serie de reacciones metabólicas e inflamatorias que ocasionan la aparición del ateroma, la lesión patológica por excelencia. Las partículas que depositan colesterol son principalmente las LDL (Lipoproteínas de baja densidad – Low Density Lipoproteins – colesterol “malo”).
Además, los recientes cambios en la epidemiología de los Factores de Riesgo, provocados por la epidemia de Obesidad y Sedentarismo que vive nuestra moderna sociedad civilizada, resultan en tasas cada vez más alarmantes de prevalencia de Síndrome Metabólico. Así, se ha impuesto la necesidad de detectar este problema más precozmente.
Como mencionara antes, la última década ha sido pródiga en brindar evidencia científica que avala la hipótesis “LDL, cuanto más bajo mejor”, ya que varios estudios han mostrado que los pacientes que consiguieron valores menores de 70 mg/dl con tratamiento intensivo, tuvieron menor tasa de eventos isquémicos agudos.
¿Cómo alcanzar el objetivo C-LDL < 70 mg/dl. ?
La fuente de ingreso de colesterol al organismo es la alimentación, por lo que la alimentación saludable debe ser siempre el primer paso en el manejo de esta dislipidemia (y de otras). Elegir alimentos con bajo u nulo contenido de grasa debe ser una conducta que el paciente debe tomar desde este momento hacia delante, por el resto de su vida.
No es “hacer una dieta”, es cambiar el hábito de alimentación, desde un patrón patológico hacia un patrón saludable.
En el nuevo estilo alimentario la fuente principal de grasa debe ser vegetal, libre de colesterol, libre de ácidos grasos saturados, y rica en ácidos grasos mono y poli-insaturados.
Debe acompañarse de actividad física moderada rutinaria, con una frecuencia semanal preestablecida de 4 a 6 sesiones. Caminatas, bicicleta, cinta para caminar, natación, etc., son actividades fáciles de programar y realizar. Los pacientes que tienen una agenda diaria muy saturada pueden combinar sus caminatas con su actividad laboral. Es importante destacar que esta prescripción de ejercicio moderado es la combinación justa e imprescindible para la alimentación indicada antes, pues el balance calórico se logra con un equilibrio (o déficit cuando debe perderse peso) entre ingreso de calorías y egreso mediante la actividad muscular
Hemos detallado que el tejido adiposo visceral en exceso, asociado a IR son hechos primigenios en la fisiopatogenia del SM. Por lo tanto, el enfoque más racional pasa por perder el exceso de tejido adiposo visceral. Este enfoque racional tiene evidencia
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