Rol Del Docente En El Siglo XXI
Enviado por YHLOPEZM • 26 de Febrero de 2014 • 1.104 Palabras (5 Páginas) • 448 Visitas
Rol del Docente en el Siglo XXI
Por: Yenny H. López M.
Antes de abordar cualquier tema respecto al papel del docente es necesario rescatar, en principio los valores de vocación y compromiso, como bases fundamentales que se requieren para afrontar los retos del ejercicio del educador y de la educadora del siglo XXI. Debido a que estamos frente al desafío de un mundo globalizado y cambiante, que ofrece grandes oportunidades pero si no se está comprometido con la autoformación y abierto a las nuevas posibilidades para afrontarlos con renovada vocación y entrega a nuestros educandos, el conocimiento per se no será suficiente para enfrentarnos y salir exitosos ante la necesidad de reorientar la educación hacia modelos adaptados no solo a las realidades locales sino con la capacidad de formar ciudadanos con sentido patrio pero con conciencia mundial de sus responsabilidades y alcances.
Es así como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (UNESCO, 2009). en la “Conferencia Mundial sobre la Educación Superior - 2009: La nueva dinámica de la educación superior y la investigación para el cambio social y el desarrollo” plantea:
Ante la complejidad de los desafíos mundiales, presentes y futuros, la educación superior tiene la responsabilidad social de hacer avanzar nuestra comprensión de problemas polifacéticos con dimensiones sociales, económicas, científicas y culturales, así como nuestra capacidad de hacerles frente. La educación superior debería asumir el liderazgo social en materia de creación de conocimientos de alcance mundial para abordar retos mundiales, entre los que figuran la seguridad alimentaria, el cambio climático, la gestión del agua, el diálogo intercultural, las energías renovables y la salud pública.
De lo cual se desprenden varios aspectos importantes que el docente deberá tomar en consideración en su proceso de formación, en principio la conciencia de la complejidad de la era mundial que conlleva, nuevamente al compromiso con la educación permanente, para enfrentar y estar preparados para dichos cambios. Ahora bien se tiende a confundir la noción de educación permanente como la acción de actualizar conocimientos meramente formales a través de cursos u otros estudios de postgrado, sin embargo, el carácter de constituirse como un educador-educando permanente tiene que ver con la integración del aprendizaje a la vida; es decir, vivir aprendiendo como un estilo de vida. Requiere un esfuerzo en mantenerse alerta a las señales, símbolos, información y datos que en una era globalizada e informatizada recorren nuestra cotidianidad y si no asumimos conscientemente el papel de aprendices e investigadores acción-participantes, no dejaran un aprendizaje significativo y a su vez dificultaran la socialización con nuestros discentes en los ambientes de enseñanza.
La UNESCO (Ob. Cit.) también destaca la “responsabilidad social”, dentro de lo cual el nuevo perfil del docente solicita un alto compromiso hacia ellos mismos para seguir preparándose y actualizando; hacia la comunidad educativa, demanda una opción de vida orientada a lo humano y a la construcción de un sociedad más justa colaboradora y equitativa, con valores dirigidos a la paz, el respeto a la vida y a la diversidad, en todas las dimensiones del quehacer humano; social, económico, científico y cultural. Por tanto aunque el docente universitario debe con obligatoriedad tener conocimientos específicos de su área de formación, un educador no puede ser un distribuidor de información de la “cátedra”, sino un facilitador del proceso de aprendizaje que forme a sus discentes hacia la iniciación
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