Romanticismo
Enviado por MFGZ • 6 de Septiembre de 2011 • 2.562 Palabras (11 Páginas) • 565 Visitas
EL ROMANTICISMO
1. La primera mitad del siglo XIX
En los primeros cincuenta años del siglo XIX se consolidan las relaciones sociales y las ideologías características del mundo contemporáneo. El viejo artesanado va desapareciendo y va siendo sustituido por una producción industrial mecanizada que exige grandes inversiones de capital. La consecuencia de ello es la constitución de dos clases sociales diferenciadas: la burguesía (que posee el capital) y el proletariado (que aporta la mano de obra). El liberalismo es la ideología defendida por la burguesía. Propone la libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, de reunión y de comercio. Propugna un sistema político basado en el sufragio universal y en el que la soberanía popular resida en el parlamento. No obstante, cuando los liberales llegan al poder, atenúan sus iniciales impulsos progresistas. Por otra parte, las condiciones de explotación en que vivían los obreros propician el surgimiento de una nueva ideología que reclama un reparto más justo de los bienes: es el socialismo utópico, que anticipa el posterior desarrollo del movimiento obrero.
2. España en la primera mitad del siglo XIX
España vivió intensas turbulencias desde los primeros años del siglo XIX. En 1808 las tropas francesas de Napoleón invadieron la Península. Comenzó entonces la Guerra de la Independencia. Los franceses pusieron en el trono al rey José I. Mientras que algunos ilustrados apoyaron el nuevo régimen, otros españoles, ayudados por Inglaterra, se opusieron a los franceses y acabaron por derrotarlos.
Tras su llegada en 1814, el nuevo rey Fernando VII inició un periodo de gobierno absolutista. A su muerte, en 1833, el enfrentamiento entre los absolutistas (partidarios de que el sucesor del rey fuera su hermano Carlos) y los liberales (que apoyaban a la hija de Fernando, la futura Isabel II) condujo a la guerra entre carlistas e isabelinos, que concluyó con la victoria de los liberales. Se abrió entonces un periodo en que las actuaciones más importantes estuvieron encaminadas a reducir el poder de la Iglesia (expropiación de los bienes eclesiásticos, supresión de las órdenes religiosas...). Pero en 1843 comenzó una etapa de retroceso de las libertades que se prolongó hasta más allá de la mitad del siglo.
La situación económica española sufrió las consecuencias de la inestabilidad política: así, a mediados del siglo XIX España seguía siendo un país agrario y atrasado.
3. El Romanticismo: definición, cronología y características generales
El Romanticismo es un movimiento cultural característico de la primera mitad del siglo XIX . Se opone a los principios básicos de la Ilustración y resulta de la profunda crisis social e ideológica de un mundo en acelerado cambio. El derrumbamiento de los valores tradicionales, la despersonalización del individuo dentro de la nueva sociedad industrial y el auge del materialismo y la tecnificación conducen a dos actitudes opuestas:
a. el rechazo de la nueva sociedad, sea añorando un pasado perdido, sea inventando mundos ideales;
b. la reivindicación de un progreso más acentuado que permita llegar a una sociedad auténticamente humana en la que tengan cabida la fantasía, la espiritualidad, la libertad o la justicia.
Los rasgos característicos del Romanticismo son los siguientes:
1. Irracionalismo. Se niega que la razón pueda explicar por completo la realidad. De ahí se sigue la afición de los románticos a lo sobrenatural, lo mágico y lo misterioso.
2. Subjetivismo. Puesto que la razón tiene sus límites, son necesarias otras formas de conocimiento como la intuición, la imaginación o el instinto. Cobran importancia, entonces, las emociones, los sueños o las fantasías, ya que permiten descubrir los escondrijos del espíritu humano. Se revalorizan los sentimientos, porque para el romántico la pasión es una fuerza superior a la razón.
3. Idealismo. El hombre romántico siente predilección por lo ideal, por lo absoluto: no aspira a una parcela de libertad o a contemplar algo bello, por ejemplo; busca, más bien, la Libertad, la Belleza, con mayúsculas. Hay en él un sentimiento de no plenitud que le empuja a buscar desesperadamente lo absoluto; de ahí, su vitalismo, su necesidad de acción; de ahí, también, su frustración, ya que sus anhelos no se ven satisfechos.
4. Individualismo. El romántico tiene conciencia de ser distinto de los demás y afirma su yo frente a lo que le rodea. Esa afirmación le conduce a la soledad, uno de los temas básicos del Romanticismo. En el arte, el yo del artista pasa a ocupar el primer plano de la creación; el autor vierte en ella sus sentimientos expresando su insatisfacción, su búsqueda del absoluto... Por ello, la lírica y la música son en este periodo las artes supremas.
5. Genio creador. El artista no es ya el artesano que elabora y pule su obra tras un aprendizaje previo; el arte se concibe ahora como la expresión del genio que el creador lleva dentro; la obra es el resultado de un momento de inspiración. Por eso se concede un gran valor a lo espontáneo y a lo original, es decir, a lo que es propio del genio creador.
6. Desengaño. El choque entre el yo y una realidad que no satisface sus ideales produce en el artista romántico un hondo desengaño que le empuja a enfrentarse con el mundo y a rebelarse contra las normas morales, sociales, políticas y religiosas.
7. Evasión. El romántico busca escapar de ese mundo que no le gusta. Esta evasión puede llevar al artista a ambientar su obra en épocas pasadas, como la Edad Media, o en lugares lejanos o exóticos, como Oriente, América o la misma España, que para muchos escritores europeos era un país romántico por sus antiguas tradiciones y su peculiar folclore.
8. Soledad. El romántico puede huir de la realidad de otro modo: refugiándose en sí mismo. Siente, entonces, predilección por los lugares solitarios como castillos, cementerios o jardines. Pero la soledad también produce dolor y conduce al artista a ansiar la integración con los otros, el amor.
9. Naturaleza dinámica. Frente a la naturaleza artificiosa, geométrica del Neoclasicismo, el artista romántico representa la naturaleza en movimiento y prefiere la ambientación nocturna. La naturaleza se identifica con los estados de ánimo del creador y, según sean estos, es turbulenta, melancólica o tétrica.
10. Nueva sensibilidad. El Romanticismo trae a primer plano la intimidad. Se extiende el sentimiento de fugacidad e infelicidad de la vida humana. Resultan ahora características la nostalgia, la melancolía o la angustia; de ahí, el gusto por lo sombrío y crepuscular.
Los
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