SISTEMAS PENITENCIARIOS DELINCUENCIA Y TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
Enviado por Noemí Reyes • 12 de Noviembre de 2020 • Ensayo • 989 Palabras (4 Páginas) • 128 Visitas
BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA [pic 1]
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES
LICENCIATURA EN CRIMINOLOGÍA
ASIGNATURA: SISTEMAS PENITENCIARIOS
DELINCUENCIA Y TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
DOCENTE: ROBERTO ADRIAN RODRIGUEZ CASTELLANOS
ALUMNA:
ALONSO REYES NOEMÍ YARETH
N. L. 2
Grupo 2
INTRODUCCIÓN
El tratamiento psicológico de los delincuentes es uno de los medios técnicos de los que se dispone en la actualidad para reducir su riesgo delictivo.
Los tratamientos psicológicos no son la «solución» de la delincuencia, que constituye un fenómeno complejo y multicausal, y cuya comprensión y prevención requiere, por ello, atender tanto a factores personales como sociales que pueden condicionarlo.
Uno de los factores destacados de los delitos y del mantenimiento de las carreras delictivas individuales es la motivación criminal.
El tratamiento psicológico intenta enseñar a los delincuentes nuevas habilidades de vida, nuevos modos de encarar su mundo y unas estructuras emocionales más equilibradas.
Los tratamientos suelen tener como propósito inducir o facilitar algún tipo de cambio en las personas que participan en ellos. Sin embargo, en los servicios de justicia criminal, el tratamiento generalmente se asienta sobre el concepto de rehabilitación: el ajuste del comportamiento desde un patrón delictivo o antisocial a otros más respetuosos de la ley o prosociales.
Desde una perspectiva social y moral, el ideal del tratamiento y la rehabilitación confiere a los sistemas de control de la delincuencia una expectativa positiva sobre la mejora personal de los delincuentes. Esta creencia en la rehabilitación proporciona a las estructuras de aplicación de penas mayor humanidad y civilización que la contenida en la pura retribución penal.
El tratamiento puede amortiguar algunos de los denominados factores de riesgo dinámicos, o elementos personales y sociales de riesgo que son susceptibles de cambio y mejora, coadyuvando así a disminuir la motivación delictiva.
La delincuencia es un fenómeno múltiple, que incluye muy distintos comportamientos antisociales, entre ellos diversas conductas violentas o de riesgo social, pero también otras acciones delictivas sin violencia explícita inmediata, tales como fraudes a la Hacienda Pública, estafas, blanqueo de capitales, delitos de corrupción, contaminación del medio ambiente, etcétera. Se suele denominar a esta última delincuencia con las expresiones «delincuencia profesional», «delincuencia ocupacional», «delincuencia corporativa» o, «delincuencia de cuello blanco».
Quienes cometen delitos violentos no necesariamente muestran una especialización delictiva, o comisión de un único tipo de delito, sino que a menudo su violencia es versátil, dirigiéndose a diferentes objetos o víctimas, según las circunstancias y las oportunidades que se les presentan. Pero, por otro lado, no todos los delincuentes son versátiles, llevando a cabo diversos tipos de delitos. Alrededor de la mitad de quienes los cometen pueden ser considerados delincuentes especializados en tipologías delictivas concretas, siendo las más frecuentes los delitos contra la propiedad, los vinculados al tráfico de drogas, las agresiones y la violencia sexual.
Los delitos contra la propiedad constituyen el grueso de la delincuencia. La mayoría de los delitos contra la propiedad se concretan en robos de objetos del interior de los vehículos, robos de los vehículos mismos, o robos en comercios, industrias o viviendas.
Algunos delitos contra la propiedad comportan diversas formas de amenaza, fuerza o violencia contra las víctimas, tales como los tirones, los robos a mano armada, los atracos a entidades bancarias y otros semejantes.
La producción y distribución de drogas constituyen actividades delictivas en la mayoría de los países y, por ello, son perseguidas por la policía y la justicia.
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