Saber escuchar para poder sugerir
Enviado por vampidezqa • 25 de Agosto de 2012 • Examen • 501 Palabras (3 Páginas) • 1.176 Visitas
Saber escuchar para poder sugerir
Saber escuchar no es una cualidad fácil de alcanzar, a pesar de que todos conocemos su importancia pues deseamos de manera ardorosa ser escuchados y nos incomoda, frustra o indigna si nuestras ideas y opiniones son ignoradas o subestimadas.
Podría alguien en su más sana curiosidad, preguntarse un "para qué" escuchar a los demás. Les presento diez razones, poderosas, todas ellas beneficiosas:
1. - Para poder conocer a los demás, sus ideas, intenciones y expectativas.
2. - Para mostrar cordialidad y respeto.
3. - Para ganar la buena voluntad de los demás y acercarnos a ellos.
4. - Para poder tomar mejores decisiones con respecto a ellos.
5. - Para estimular que nos traten igual y nos escuchen cuando hablemos.
6. - Para saber los puntos de coincidencia y de divergencia.
7. - Para lograr acuerdos y desarrollar acciones conjuntas más fácilmente.
8. - Para poder influirlos positivamente.
9. - Para brindar una buena imagen
10. - Para hacerlos sentir bien.
Al sentirse escuchadas, las personas se relajan se abren y nos muestran su mundo interior, sus creencias y valores. Cuando les prestamos atención sincera, les damos una oportunidad de acercarse, de desahogare y de crear o ampliar un vínculo franco y duradero. Tener la paciencia de escuchar sin interrumpir, posibilita que el conversador atento escoja con cuidado sus palabras, ideas y planteamientos.
Lamentablemente, no somos tan buenos oyentes como podríamos serlo, pues pocas veces valoramos con justicia la importancia de saber escuchar, y no estamos entrenados en esta habilidad. Algunos de nuestros errores conversacionales más frecuentes, son:
- Brindamos poca atención a nuestros interlocutores.
- Interrumpimos repetidamente la conversación.
- Reaccionamos impulsivamente ante cualquier discrepancia.
- Tratamos temas delicados y polémicos que pueden crear enemistad.
- Desviamos la conversación hacia donde deseamos, ignorando el interés del otro.
- Mostramos con nuestro tono de voz, apatía o agresividad.
- Criticamos a personas ausentes o rechazamos opiniones que no compartimos.
Si puede usted escuchar a su socio, amigo, pareja o cliente, con verdadera apertura y disposición, se asegurará una relación de mayor calidad y en cuanto a los resultados a los que aspire, tiene buena parte del terreno ganado. Si por el contrario, tiene dificultad para prestar atención, respetar las diferencias o negociar un acuerdo, se las verá duras para sostener cualquier vínculo de forma satisfactoria y duradera, pues como ya he sugerido, no es posible tener unas relaciones de primera con una comunicación de segunda.
Para convertirse en un buen comunicador basándonos en el poder de escuchar, podemos implementar algunas medidas inteligentes basadas en el respeto
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