Sindrome De La Brutalidad Selectiva

El síndrome de brutalidad selectiva considerada una patología por algunos escritores de revista, la cual puede afectar a personas de cualquier circulo social, desde un estudiante, hasta el empresario mas lustre, puede afectarnos a todos pero no es del tipo que nace por algún desorden alimenticio o factor externo del ambiente si no de la misma persona que la padece.

Es decir lo que se da a entender en la lectura que nosotros somos quienes escogemos ser afectados por el SBS, que no es más que fingir demencia cuando se nos solicita cualquier actividad que no nos favorece o que no disfrutamos hacer, es en ese momento en el que la materia gris de nuestro cerebro sufre un colapso y pasamos de ser muy ágil a ser totalmente torpes e ineptos.

Se puede pensar que el escritor esta en lo cierto porque es algo que se vive a diario, por lo ejemplo en estudiantes, cuando mandan un actividad en grupo de cualquier asignatura a la hora de repartir temas a desarrollar o decidir quién hace determinada tarea, todos sufren un colapso cerebral, miran hacia arriba como perdidos en el espacio, como aquel que se drogo y está teniendo alucinaciones, ellos jamás pasaron por bachillerato y nunca hicieron un trabajo escrito, no saben que es material de apoyo. Definitivamente han sido víctimas voluntarias de esta patología.

De cierta manera las personas afectadas con esta patología logran hacer que quien le demanda una tarea se dé por vencido, increíble como una persona utiliza a tope su capacidad intelectual para ser un inepto, es algo irónico que una persona se habilidosamente torpe por sí misma, como nombre lo dice cada persona elige ser bruto en la circunstancia que quiere; sin embargo esta enfermedad puede ser trata con la mención de un incentivo o recompensa a la persona que se le insta a cualquier actividad, así como cuando llamas a una mascota que no quiere venir y le enseñas un poquito de comida, inmediatamente la mascota responderá al llamado.

Totalmente de acuerdo con el escritor del texto leído hasta nosotros mismos decidimos ser brutos en determinadas circunstancias, somos los más destacados cuando nos interesa o cuando disfrutamos lo que estamos haciendo del resto somos completamente ineptos para cualquier obra, trabajo, tarea como se quiera llamar.

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