Sistema Bretton Woods
Enviado por Ogeidyanairam • 20 de Marzo de 2013 • 2.922 Palabras (12 Páginas) • 375 Visitas
EL NACIMIENTO DEL SISTEMA DE BRETTON WOODS (SBW) 1944-1973
Los estudios para establecer las bases de un nuevo sistema monetario internacional y evitar el caos monetario ocurrido durante el periodo de entre guerras, se llevaron a cabo en el Reino Unido y en Estados Unidos tras concluir la Segunda Guerra Mundial. El nuevo sistema monetario de Bretton Woods fue el resultado de un proceso de negociación entre ambos países, siendo John Maynard Keynes la figura intelectual dominante del mismo. En julio de 1944 el SWB quedó formalmente establecido cuando los representantes de 44 países firmaron los artículos del Acuerdo del Fondo Monetario Internacional. EL resultado final de la negociación proporcionó un sistema monetario internacional mucho más cercano a propuesto por EEUU que al defendido por Keynes, algo que no es extraño dada la posición dominante de EEUU en aquel momento.
Ambos planes coincidían en una serie de puntos fundamentales. EN primer lugar, ambos planes descartaban la posibilidad de implantar un sistema de tipos de cambio libremente fluctuantes, dados sus efectos adversos sobre la economía mundial durante los periodos en que este sistema estuvo en vigor, especialmente antes de la Primera Guerra Mundial y durante los años 30. En segundo lugar, se consideraba poco recomendable la implantación de un sistema de cambio absolutamente fijos, dada la experiencia poco favorable obtenida durante el restablecimiento del patrón oro en el periodo 1925-1931. En efecto, existía el consenso de que el intento británico de restablecer un patrón oro internacional en esas fechas había contribuido a agravar la Gran Depresión.No obstante, también existían puntos de discrepancia entre ambos planes.
En primer lugar debe señalarse el producido por la especial preocupación del plan británico en la asignación de las políticas económicas nacionales a objetivos domésticos y, especialmente al objetivo del pleno empleo nacional. En este contexto, el tipo de cambio debería ser una variable que pudiera alterarse para hacerla compatible con el objetivo del pleno empleo. Por el contrario, el plan norteamericano perseguía como objetivo prioritario la estabilidad de los tipos de cambio, de forma que éstos sólo pudieran variarse en circunstancias excepcionales de carácter poco frecuente.
En segundo lugar, el plan británico proponía que los costes de los ajustes necesarios para corregir los desequilibrios de balanza de pagos deberían compartirse entre los países con superávit y los países con déficit. Por el contrario, USA defendía que el ajuste debería correr exclusivamente a cargo de los países con déficit. Sobre este segundo punto de discrepancia, USA aceptó que en el acuerdo final se incorporara un principio que parecía cubrir los deseos del Reino Unido y, en general, de todos los países europeos, de crear algún mecanismo que obligara a realizar ajustes a los países con superávit de balanza de pagos. Este principio se plasmó en la “cláusula de moneda escasa”, según la cual los países miembros del nuevo sistema monetario podían establecer controles de cambio discriminatorios contra un miembro cuya moneda fuera declarada escasa por el FMI. Sin embargo, esta cláusula no fue nunca utilizada, y la carga del ajuste frente a desequilibrios de balanza de pagos fue soportada fundamentalmente por los países con déficit exterior.
En tercer lugar, los planes británico y norteamericano diferían en la concepción del mecanismo a través del cual debería proporcionarse liquidez al sistema en general, y a los países con problemas de balanza de pagos en particular. Así, el Plan Keynes apoyaba la creación de una institución cuyo funcionamiento era más cercano al de un banco central nacional. En concreto, proponía que los países con superávit acumularan una posición acreedora consistente en depósitos en una “Clearing Union” internacional. Estos depósitos serían denominados en una nueva moneda de reserva, el “bancor”. Los países deficitarios tendrían derecho a obtener descubiertos frente a la “Clearing Union”, aunque este derecho estaría limitado para cada país a través de una cuota, que fijaría el saldo deudor máximo que podría acumularse frente a la “Union”. El ajuste de los saldos deudores o acreedores excesivos debían ser responsabilidad conjunta de los países con déficit o superávit en sus balanzas de pagos, por lo que devengarían intereses los saldos deudores o acreedores por encima del 25% de la cuota. La provisión de una liquidez internacional adecuada quedaba asegurada a través de la revisión al alza de las cuotas conforme así lo dictaran las necesidades del comercio internacional.
El plan de USA, por el contrario, proponía que todos los países, independientemente de su posición de balanza de pagos, deberían aportar cuotas a un fondo, un 25% del importe de las mismas en oro y el resto en moneda nacional. Además, la obtención de fondos para hacer frente a un déficit de balanza de pagos sería condicional, y no un derecho como pretendía el Plan Keynes. La presión para el ajuste de la balanza de pagos se ejercía, por tanto, exclusivamente en los países con déficit. El resultado final, con la creación del FMI, fue prácticamente el propuesto por Estados Unidos. En este aspecto los negociadores británicos sólo lograron incluir unas cuotas superiores a las propuestas inicialmente por USA.
En cuarto lugar, ambos planes diferían en el papel que debería desempeñar la movilidad internacional del capital. El plan británico proponía retener los controles ligados a la cuenta de capital. En concreto, Keynes consideraba conveniente extender al resto de los países el sistema general de controles de cambios usado por el Reino Unido durante la Guerra. Por el contrario, USA deseaba mantener su mercado de capital abierto a la participación extranjera, dando especial importancia al papel que debía desempeñar la banca privada en el sistema de pagos internacionales. El resultado final fue una solución de compromiso, en la que los americanos aceptaron que se limitara la obligación de mantener una moneda convertible para las transacciones por cuenta corriente.
CARACTERISTICAS DEL SBW
A. Su tendencia a la eliminación de todas las restricciones en la compra y venta de monedas extranjeras en los mercados cambiarios de los países miembros, en aquellas operaciones vinculadas con las exportaciones e importaciones de bienes y servicios.
B. en lo relativo a movimientos de capitales podrían ponerse en acción ciertas medidas reguladoras cuando dichos movimientos tuvieran la característica de ser especulativos.
C. La promoción de prácticas de comercio multilateral, evitando la concertación del comercio a través de acuerdos bilaterales.
D. la creación de las condiciones necesarias
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