Sobre La Practica ética Del Profesionista En Las Organizaciones.

En ámbito profesional desarrollo sus ejercicios éticos en que aporta sus principios básicos para que su labor y desempeño sea mejor, además de dar libre desarrollo de su quehacer, pero siempre con responsabilidad social.

Es así, como profesionales asumimos unos compromisos que no solo van ligados a al trabajo o carrera k desempeñamos, sino también como persona dentro de una sociedad, en donde éste utiliza su conocimiento para el beneficio de los otros y de sí mismo.

La ética, etimológicamente haciéndole referencia a la palabra del griego “ethos” que significa costumbre y en donde está no solo se ve enmarcada por la tradición, sino también al hecho mismo de lo que se está haciendo se encuentra bien o mal y responde a los sus principios básicos y a los valores morales de la conciencia del profesional, en la cual, sino se ve que se está llevando correctamente la responsabilidad que se tiene puede conducir a una sanción por el incumplimiento de ese compromiso que tiene el profesionista.

Por otra parte no solo responde a las necesidades de los otros sino a las propias y a la manera en cómo debo “yo” como persona y profesional responder a la sociedad con todos los limitantes, recursos, posturas y orientación, teniendo en cuenta no solo los propios interrogantes y las circunstancias que puedan presentarse en cualquier caso y también a la forma en cómo asume todos estos aspectos que pueden llevar a hacer lo correcto o a equivocarse por el sesgo o por la falta de objetividad que puede generar como individuo, sino tomar al otro o los otros con sus diferencias y orientarlo hacia la mejor opción o decisión que será un beneficio para él o ellos y una gratificación como profesional el haber cumplido de forma satisfactoria

Actualmente, en la sociedad la ética como en el ejercicio profesional está ligado, a los valores morales de la conciencia de la persona que lo lleva a apropiarse de esté como parte de sí mismo, siendo así el un modelo y modelador de la conducta, no tanto por los comportamientos sino por la responsabilidad que se tiene como individuo y como profesional en el desarrollo de cualquier profesión que desarrolla; es aquí cuando surge el interrogante ¿Qué tanto puede influir en los demás?

Pero esta respuesta se encuentra inmersa dentro de cada uno de los profesionales en formación, según Lafarga (1981), en que el constructo con los otros depende de la congruencia de los actos, y de los valores.

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