Sociedad De La Información.

INTRODUCCIÓN.

En la actualidad, la sociedad ha ido adaptándose a gran cantidad de cambios en el mundo, entre los cuales pueden mencionarse los relacionados a la economía, la salud, y sobre todo, a la educación. Estos cambios han surgido de la necesidad del hombre por avanzar, por mejorar la calidad de vida a partir de útiles y novedosos instrumentos tecnológicos que han brindado fácil acceso a hallazgos y nueva información que propicia las mejoras en la sociedad.

En el ámbito educativo, se notó un estancamiento, un desnivel entre lo que la sociedad exigía al paso de los años y lo que se ofrecía en las instituciones educativas, la sociedad actualizada y más exigente mejor llamada “sociedad de la información”, inmersa en un mar de posibilidades tecnológicas que esperan por ser utilizadas se volvió la iniciadora de una revolución educativa, en la que ha sido necesaria la actualización y capacitación del personal docente, con la finalidad de dar uso a la tecnología que está presente en todos lados, esperando ser utilizada.

¿Para qué la capacitación y actualización? Es tal la cantidad de instrumentos tecnológicos y la información y poder que brindan que, para utilizarlos de manera correcta y prudente, es necesario conocer a fondo sus funciones y características, distinguir lo beneficioso en el ámbito educativo y lo negativo, así mismo, transmitir estos conocimientos a los alumnos, enseñarles a usar la tecnología, y no ser usados por ella.

La sociedad de la información y su impacto sobre la educación.

La educación es la fuerza que impulsará un futuro mejor para todos, es la base para que surjan el resto de los elementos que permitirán el tan necesario cambio, siendo la responsable de crear y modificar lo que con más dificultad se logra: el pensamiento. Tal y como menciona Morín, Edgar (1999): “Uno de los desafíos mis difíciles será el de modificar nuestro pensamiento de manera que enfrente la complejidad creciente, la rapidez de los cambios y lo imprevisible que caracteriza nuestro mundo (…), debemos derribar las barreras tradicionales entre las disciplinas y concebir la manera de volver a unir lo que hasta ahora ha estado separado. Debemos reformular nuestras políticas y programas educativos”.

Para lograr estos objetivos, es necesaria la implementación de estrategias e instrumentos brindados por la nueva era, la era en la que vive “la sociedad de la información”, la sociedad tecnológica, provista de un mundo de posibilidades derivadas de la gran cantidad de tecnología instrumental e informacional que permiten facilitar las tareas diarias. Esta nueva sociedad ha sido producto del proceso de globalización, fenómeno que involucra diferentes niveles, por lo cual es necesario atender las características del mismo, sus contornos, trayectoria, problemas, que permitan que, en lugar de debilitar la sociedad, fortalezcan en el mayor número de aspectos posibles; usar la globalización como arma para atacar las deficiencias de la sociedad, un arma de doble filo.

Los cambios producidos por la globalización exigen que la comunidad educativa se mantenga actualizada acerca de los avances de comunicación y de tratamiento de la información, donde van inmersos los aspectos tecnológicos, con la finalidad de que la producción y distribución del saber se realice de la forma más correcta y eficientemente posible entre la población.

Como se menciona en UNESCO-IBE (2008): “El desafío de las reformas educativas no es entonces qué escuela para el futuro, sino cómo resuelve la nueva sociedad la necesidad de distribución equitativa del conocimiento, qué características tiene que tener dicho conocimiento para que sea ‘socialmente válido’ y cómo se organiza el entorno social para hacer posible el ‘aprendizaje a lo largo de toda la vida’”. Por tanto, es necesario conocer a fondo las características de la nueva sociedad, así como las exigencias que ésta presenta como producto de las cambiantes condiciones de vida que enfrentan las personas diariamente; ya no es un mundo en el que la mano de obra es suficiente, lo primordial ahora es tener los conocimientos generales del trabajo, las competencias básicas, así mismo complementar el “saber” con el “saber hacer”, es una lista larga de características que se pueden lograr cumplir con una buena y completa educación a cargo de las diferentes instituciones educativas, y a cargo, más directamente, de los docentes que laboran en ellas.

Los maestros deben de conocer y utilizar los recursos tecnológicos como herramientas y no como barreras o limitantes, misma situación que menciona Cabero, Julio (2007): “Hay que ver a las tecnologías como medio y recurso didáctico (…) logrando así soluciones pedagógicas y no tecnológicas”. Para lo cual es necesaria la formación y perfeccionamiento de la tarea docente, utilizando las tecnologías como un medio más, no basándose completamente en ellas, dándoles un uso crítico, didáctico y pedagógico.

Se debe tener claro que la solución de las problemáticas educativas no va a venir por la mera aplicación de las tecnologías, sino de los elementos y el proceso de la pedagogía; en

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