TAMBOR QUICHIMBA
Enviado por joselis • 24 de Enero de 2013 • 627 Palabras (3 Páginas) • 11.736 Visitas
Tambor Quichimba
El baile y toque del tambor quichimba, ya en desuso, es propio de la tradición del interior y de los alrededores de Curiepe en el estado Miranda. Antiguamente se bailaba en la noche de San Juan y el 18 de agosto cuando celebraban a San Juan Congo. El baile del tambor quichimba está conformado por una serie de “pasajes de baile”, sones o partes que, según afirmara Fernando Madriz Galindo, se bailaba como el tambor redondo y por parejas sucesivas. El instrumento, que es el conjunto de tambores Mina, va acostado sobre el piso y lo hacen sonar tres ejecutantes: uno sentado encima, que toca en la boca (el parche) con tas manos y otros dos, en cuclillas, golpean sobre el cuerpo del tambor. Una posible evolución de este baile pareciera derivarse al comparar las versiones de dos nativos, Fernando Madriz Galindo, un poeta campesino, y Juan Pablo Sojo, investigador del folklore, acerca de cómo se bailaba el tambor quichimba a los inicios y posteriormente hacia mediados del siglo XX, cuando posiblemente entró en desuso esta tradición.
Según Madriz Galindo, el tambor quichimba “Llevaba un canto (o tono) que iba reflejando el proceso de la siembra, desde la quema hasta la cosecha, e iba acompañado de la música correspondiente a cada paso de la siembra”.3 Otro informante ratifica el sentido gestual y mímico que tradicionalmente tuvo este baile al comentar que el “Ejio” consistía en el cambio del canto, la letra y las acciones de los bailadores, en tanto se mantenía e! mismo toque del tambor. Así, si la letra dice: A sembrar la yuca ¡a sembrar la yuca la halar la yuca ¡a halar la yuca/a tender casabe, los bailadores van haciendo la gestualidad correspondiente, haciendo como si sembraran, rozaran y tendieran el casabe.
Por su parte diría Juan Pablo Sojo
“La ‘Quichimba solo resonara en los lugares más oscuros del pueblo. Es el tambor el legado socialmente. Allá irán las mujeres de mala vida, el guapo de oficio, el
paupérrimo que ya no le importan jerarquías. Descansara el Quichimba en su suelo desnudo y sobre él a horcajadas, se sentará un hombre humilde que lo hará cantar hasta la madrugada. El ‘Quichimba’ está lejos de las luces y las frutas y las llores del Santo. Sus luces serán los luceros o el reflejo azogado de la luna. Hasta él no llegan las muchachas que bordaron faldas encendidas das para El Mina.
De manea que el Tambor quichimba pareciera haber pasado por distintas etapas, donde se distinguen: a) la de una sucesión de sones llenos de teatralidad o mímica que como dice Madriz z Galindo “iba reflejando el proceso de a siembra”; b) luego,, el baile relegado socialmente, y donde se cambian los sones con mucre fluidez, razón por la cual distintos informantes mencionan diversos sones que en algún momento fueron bailados; c) finalmente la etapa actual donde os grupos de proyección folklórica intentan dar nueva vida al tambor quichimba.
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