TERRITORIO Y DESARROLLO 1.1 CONOCIMIENTOS DE DESARROLLO TERRITORIAL
Enviado por elcantante710 • 28 de Agosto de 2015 • Trabajo • 7.918 Palabras (32 Páginas) • 248 Visitas
1. TERRITORIO Y DESARROLLO
1.1 CONOCIMIENTOS DE DESARROLLO TERRITORIAL
La palabra desarrollo es generalmente identificada con nociones análogas de cambio, de progreso, de evolución. Así, cuando hablamos del desarrollo de una planta nos referimos al paso sucesivo de ella por las diferentes etapas de su evolución natural; si pensamos en el desarrollo de la personalidad de un individuo, nos remitimos a los cambios que van ocurriendo en su comportamiento y en sus actitudes en el curso de su vida, y así sucesivamente.
Sin embargo, cuando aplicamos la noción de ―desarrollo‖ a una sociedad, el asunto se torna más complejo: en efecto, hay diferentes aspectos económicos, sociales, políticos, culturales que, como veremos luego, están necesariamente involucrados en el desarrollo de toda organización social y que, actuando los unos sobre los otros, se influencian entre sí, hasta el punto de ser muchas veces interdependientes. es necesario, además, tener presente dos aspectos adicionales cuando se aborda el estudio del desarrollo de una sociedad, o de parte de ella, como es un nuestro caso el desarrollo territorial.
Primero, que desarrollo es diferente de ―cambio social‖, con el que frecuentemente se confunde. Esta distinción es importante porque hace referencia al papel que juegan los juicios y las escalas de valor con las cuales se califican como buenos o malos, como deseables o no deseables, las variaciones que ocurren en las distintas áreas de una sociedad. En principio, ―cambio social‖ no implica juicios de valor. Sólo tiene que ver con la observación empírica de los hechos, con el mero registro de los cambios ocurridos en cualquier rama o en la estructura global de una sociedad y, por ello, es aplicable tanto a los cambios perjudiciales, negativos, como a los de desarrollo, o sea los que se entienden como positivos. En contraste, el concepto de ―desarrollo‖ sí involucra juicios y escalas de valor que permiten establecer cuál es la dirección deseada y la velocidad requerida en los cambios sociales que se consideran positivos.
De aquí la necesidad, cuando se habla de ―desarrollo‖, de hacer explícitos, de exponer en forma clara los diferentes valores (por ejemplo, equidad, crecimiento, justicia, bienestar, etc) en que se basan los distintos esquemas de desarrollo, como los patrones o criterios que sirven para su medición. Pero no basta con desentrañar los juicios de valor que subyacen a toda propuesta de desarrollo; es igualmente importante la aclaración de a quién realmente favorecen esos valores, ya que en toda sociedad habrá siempre individuos y grupos sociales y territoriales cuyos intereses y valores entran en conflicto, y, generalmente, en cada momento dado, sólo habrá uno o unos pocos grupos que harán predominar sus propios intereses, expresados por medio de sus propios valores.
En segundo lugar, es muy útil distinguir los conceptos ―desarrollo‖ y ―evolución‖. Este último hace referencia y es aplicable a procesos de cambio social gradual, que son producidos por causas, por mecanismos y por fuerzas internas, que constituyen partes integrantes de esos mismos procesos; es, para ponerlo en otros términos, la producción de formas y estructuras nuevas a partir de la lenta y gradual evolución de lo viejo y tradicional, sin ninguna interferencia externa. El concepto ―desarrollo‖, a diferencia del anterior, se refiere a cambios inducidos en forma conciente e intencional, a través de la política que en forma deliberada son impulsadas por diferentes agentes de desarrollo. Este concepto reconoce en forma explícita que las sociedades no se desarrollan en aislamiento; los cambios que conllevan desarrollo se difunden por las sociedades y los territorios a través de una gran diversidad de canales y de contactos. Así, las antiguas maneras de hacer las cosas son reemplazadas por otras nuevas, que son incorporadas gracias tanto a la apertura externa de las sociedades, a la influencia exterior, como a la apertura interna, hacia la intervención consciente y la selección libre de determinadas políticas. En síntesis, en el concepto de ―desarrollo‖, las metas, los objetivos y las finalidades son cuestiones vivas, determinadas por los agentes del desarrollo colectivo, ya sean autoridades centrales o las autoridades y las fuerzas sociales regionales; por contraste, en el concepto de ―evolución‖ no hay margen para la elección, pues todo parece determinado por las leyes de lo tradicional y la formulación de metas carece de significado.
Un tercer aspecto que nos permite precisar el concepto ―desarrollo‖ cuando lo aplicamos a una sociedad es su carácter discontinuo, intermitente, es decir, no lineal, ni uniforme, ni constante. Así, en una sociedad abierta, tanto a las influencias externas como a las intervenciones deliberadas y a las inversiones generadas en su interior, el proceso de desarrollo puede describirse como una introducción y difusión de oleadas sucesivas de innovaciones que reemplazan las antiguas formas tradicionales de hacer las cosas tanto en los distintos espacios económicos, sociales, culturales y políticos, así como en los geográficos, en una forma desigual y no uniforme.
También es conveniente tener en mente aquí que en ese proceso de difusión de las innovaciones de todo orden la sociedad no es, ni mucho menos, un receptor pasivo de los cambios, ya que ante toda innovación siempre habrá una reacción activa que de alguna manera obliga a adaptar y modificar los cambios mismos, permitiendo así su adopción y aceptación por medio de un complejo proceso de aprendizaje, tanto individual como colectivo. Más aún, no hay que perder de vista el hecho de que en una sociedad los cambios introducidos en cualquiera de los aspectos que hemos enumerado, generan cambios también en los otros. Así, esta interdependencia entre lo económico, lo social, lo cultural y lo político incita a que la aceptación de una innovación en uno de estos terrenos, allane o facilite el camino para la aceptación de sus consecuencias en otros campos.
Un cuarto aspecto del desarrollo que es necesario considerar es que, por estar el hombre como individuo y la sociedad como tal, localizados en espacios determinados y limitados por el tiempo cronológico, los factores tiempo y espacio deben ser incluidos como elementos importantes en cualquier análisis sobre el desarrollo social. Máxime si se tiene en cuenta, como lo puede constatar cualquier estudio empírico, que el desarrollo no se da en forma pareja ni en el tiempo ni en el espacio y que, por esto mismo, los diferentes patrones de distribución de estas dos dimensiones influyen y determinan el proceso mismo del desarrollo; a su vez, este proceso de desarrollo buscará influir por medio de distintos tipos de reacción sobre esas distribuciones, buscando modificar esos ritmos temporales y esas dispersiones espaciales.
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