TRABAJO DEL PENSAMIENTO HUMANO
Enviado por cecybw • 28 de Marzo de 2014 • 3.062 Palabras (13 Páginas) • 265 Visitas
Filosofía presocrática
Historia de la
filosofía occidental
Períodos
Presocrática
Griega
Helenística
Medieval
Renacentista
Moderna
Contemporánea
Siglos
XVII
XVIII
XIX
XX
La filosofía presocrática es el período de la historia de la filosofía griega que se extiende desde el comienzo mismo de ésta, con Tales de Mileto (nacido en el siglo VII a. C.), hasta las últimas manifestaciones del pensamiento griego no influidas por el pensamiento de Sócrates, aún cuando sean cronológicamente posteriores a él. Tales y los filósofos griegos posteriores a él se incluyen dentro de los llamados «presocráticos» hasta la época de Platón, cuyas obras más importantes corresponden a la primera mitad del siglo IV a. C. y afirman estar basadas directamente en las enseñanzas de Sócrates.
La obra de estos pensadores antiguos no nos ha llegado sino fragmentariamente, en citas de autores posteriores, por lo que el estudio de sus doctrinas debe tener presente constantemente la forma de transmisión textual y la valoración de las fuentes.
Los últimos presocráticos
En general los tratadistas están de acuerdo en poner fin al período presocrático una vez que se desarrolla y difunde el pensamiento platónico. El término "presocrático" parece haberse extendido a partir de la edición de Diels y Kranz, Fragmente der Vorsokratiker.27 El mismo Kranz, en el prólogo, explica que "presocrático" no indica "antes de Sócrates", sino "antes de los socráticos" (sobre todo Platón y su escuela), y de hecho, incluyen en la obra a pensadores posteriores a Sócrates, como Diógenes de Apolonia o Demócrito. Por ello Guthrie entiende que la palabra "presocrático" significa "no socrático", y que este significado se determina por el contenido del pensamiento más que por la cronología.28 La selección de pensadores de la edición de fragmentos de la editorial Gredos sigue un criterio semejante. Eggers Lan dice no temer quedar atrapado en los esquemas de manuales, que disciernen, en la historia de la filosofía griega, una primera parte cosmológica (la de los presocráticos) de otra antropológica (representada por la sofística y Sócrates). Aún cuando Heráclito o los pitagóricos parecen estar interesados en temas éticos, la diferencia con la sofística es notable, cuando esta concibe al hombre como medida de todas las cosas, o con la afirmación socrática acerca del reconocimiento de la ignorancia del hombre. Este quiebre de la cosmología tradicional y el enfoque puesto en el hombre y su puesto en la sociedad sería el límite que distingue ambas fases de la historia del pensamiento.
Los doxógrafos y las escuelas filosóficas
Teofrasto, en su obra Opiniones de los físicos había desarrollado una clasificación de filósofos por escuelas. Diversos doxógrafos, los escritores de "sucesiones", continuaron y sistematizaron esta tendencia, sobre todo Soción de Alejandría. Relacionaban a los filósofos con sus supuestos maestros y discípulos. De estas sucesiones se nutrió el cronógrafo Apolodoro para confeccionar sus Crónicas.30 Generalmente bastaba saber que un filósofo era conciudadano de otro más joven para que los doxógrafos y otros autores tardíos supusieran que el primero había sido maestro del segundo.31 Así es como se fueron "inventando" filiaciones intelectuales dispuestas en escuelas, cuyo máximo divulgador fue Diógenes Laercio, y que siguieron como verdaderas los Padres de la Iglesia.
Las escuelas distinguidas por estas tradiciones fueron la Escuela de Mileto, compuesta por Tales, Anaximandro y Anaxímenes; la Escuela eleática, con Jenófanes como fundador y Parménides, Zenón y Meliso como sucesores; y la Escuela atomista, con Demócrito y Leucipo.
La Escuela Pitagórica, en cambio, parece tener más probabilidades de haber sido real, puesto que era no solo una asociación con fines filosóficos, sino también religiosos, y hay una apreciable cantidad de testimonios anteriores a Teofrasto que nos detallan su actividad. Sin embargo presenta problemas particulares de datación, así como para precisar su unidad doctrinal.32 Además de Pitágoras, semilegendario fundador de la escuela, podemos contar en ella a Alcmeón. Los neoplatónicos, como Jámblico, tendían a considerar a Parménides y su escuela dentro del pitagorismo, conformando la más general Escuela itálica.
CRONOLOGIA DE LOS PRESOCRÁTICOS:
N
unca se ha podido describir verdaderamente lo que es el pensamiento humano, pero se cree que es un mecanismo automático de el cerebro para poder realizar las cosas que están relacionadas directamente con la realidad.
La inteligencia está directamente relacionada con el pensamiento, pero lo más importante es algo que no se toma mucho en cuenta “LAS PALABRAS”. Que nacen a partir de la conciencia humana, y al ir creciendo la persona se crea la inteligencia, pero a partir de la base más importante, que son las palabras.
Se podría decir que una persona que tenga una amplia gama de palabras, es una persona inteligente. Porque las palabras son las que conforman principalmente el pensamiento, trayendo consigo la conciencia y la conducta.
En la vida diaria, hablamos de la “conciencia religiosa”, de la “conciencia moral”, de la “conciencia cívica”, etc., conforme a la actitud que adoptamos frente a la vida, religiosa, moral, ciudadana, etc. También hablamos de “conciencia psicológica”.
1. Conciencia Psicológica
Con el fin de aclarar el concepto de la conciencia psicológica nos serviremos de nuestra experiencia diaria. Observamos, por ejemplo, una puesta de sol. Una serie de sensaciones, de percepciones, de imágenes, de recuerdos, de afectos nos invaden. Nos sentimos felices. Todo esto constituye en ese momento nuestra conciencia psicológica. Podemos, pues, legítimamente, decir que la conciencia psicológica es un conjunto de experiencias psíquicas inmediatas y actuales que en un cierto momento aprehendemos de nuestro yo.
2. Conciencia moral
Para determinar la noción de la conciencia moral, acudiremos una vez más a nuestra propia experiencia.
a) Es un hecho que nadie de nosotros juzga las acciones de un vegetal o de un animal irracional como acciones morales o inmorales. Sólo un ser humano es sujeto de actos morales o inmorales. Podemos por tanto, concluir que “la conciencia moral es una función de la persona humana”.
b)
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