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TRASFONDO HISTÓRICO DE LA SALUD MENTAL EN PUERTO RICO


Enviado por   •  22 de Febrero de 2016  •  Ensayo  •  6.293 Palabras (26 Páginas)  •  724 Visitas

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Ensayo Investigativo:

  • Ley 408: Ley de Salud Mental de Puerto Rico

Deborah Bruno, Eduardo Cintrón y Valeria Acevedo

Universidad del Este Recinto de Carolina

SWGR 504

INTRODUCCION

Este trabajo pretende analizar la Ley de Salud Mental de Puerto Rico #408, su importancia y la implantación de la misma.  La ley de Salud Mental es una política social de gran importancia dada la alta tasa de problemas de salud mental que tenemos en el país.  Esta ley tiene como fines y propósitos fundamentales 1) actualizar las necesidades de tratamiento, recuperación y rehabilitación; 2) proteger a las poblaciones afectadas por trastornos mentales con unos servicios adecuados a la persona; 3) consignar de manera inequívoca sus derechos a recibir los servicios de salud mental, incluyendo los de los menores de edad; 4) promover la erradicación de los prejuicios y estigmas contra la persona que padece de trastornos mentales; 5) proveer unas guías precisas a los profesionales de la salud mental sobre los derechos de las personas que reciben servicios de salud mental y; 6) determinar los procesos necesarios para salvaguardar los derechos que mediante esta Ley se establecen.

        Algunos de los aspectos que serán destacados en este escrito son los siguientes 1) trasfondo histórico de la Salud Mental en Puerto Rico; 2) base estadística de la salud mental; 3) salud mental y derechos humanos y; 4) explicación de la ley de Salud Mental de Puerto Rico.

TRASFONDO HISTÓRICO DE LA SALUD MENTAL EN PUERTO RICO

El desarrollo de los servicios de salud mental en Puerto Rico, ubica sus inicios para los años 1820 al 1828.  Fueron dirigidos a servir la población que vivía en San Juan, la cual carecía de vivienda, sustento, salud física y mental.  El 19 de noviembre de 1844 se construyó el “Asilo de Beneficencia” que operó hasta 1927.  El gobierno con los esfuerzos de médicos, la iglesia y otros recursos humanos se encargaron del albergue.  Los catalogados como “locos” fueron separados de los presidiarios y ubicados en un edificio construido para ellos.  Se clasificó la población por edad y sexo y se les atendió de acuerdo al respaldo económico del gobierno (Rivera, E.).

A partir del 1863 los servicios del “Asilo” cambiaron como consecuencia de sucesos políticos y económicos que estaban ocurriendo en España.  El “Asilo” fue convertido en hospital militar y esto durante la Guerra de la Reinstalación de la Independencia de Santo Domingo desde el 1863 al 1865.  Como consecuencia, los “locos” volvieron a estar hacinados aunque en otro espacio y los servicios antes ofrecidos se deterioraron al igual que la planta física.   Luego de la guerra y con la intervención de médicos, el “Asilo” se restauró y se normalizó la vida en el mismo.  Es entonces cuando se comenzaron a desarrollar diferentes talleres de servicios y adiestramientos y se organizaron los departamentos por servicios a hombres, mujeres y menores.  

        En el año 1898 ocurre la Guerra Hispanoamericana.  Nuevamente el “Asilo” pasó a ser un hospital militar.  Este fue entregado cuando Puerto Rico pasó a ser territorio de los Estados Unidos de América.  Luego, Puerto Rico, fue azotado por el temporal San Ciriaco, como consecuencia se mudó a la población de menores a otros edificios en el área de Santurce (Rivera, E; Fernández, C; Torres, A. & Parrilla, C.).

        Un conjunto de leyes aprobadas  dieron permanencia al “Asilo de Beneficencia” entre los años 1907 y 1913.  La demanda por servicios de salud mental se acrecentó por lo que al “Asilo” se le añadieron nuevas estrategias de servicios.  Los familiares que lo solicitaban , se les permitió a los “locos” salir con ellos del “Asilo” por una “temporada de prueba”, lo que resultó en que muchos de los enfermos crónicos, se quedaran viviendo con sus familiares.  Se instaló el uso de pases y por último se comenzaron a realizar actividades recreativas, dinámicas de gimnasia, entre otras distracciones (Rivera, E; Fernández, C; Torres, A. & Parrilla, C.).

        Raúl Hernández en su artículo Historia de los Programas de Salud Mental en Puerto Rico identifica algunos de los tratamientos utilizados más comunes a la fecha de 1947. Estos son los siguientes 1) electroshock: si bien es usado con relativa frecuencia, el directo del hospital admite que los resultados obtenidos por este método son bastante cuestionables y dudosos; 2) insulinoterapia: consistía en la aplicación intramuscular de insulina. Se señala que con este tratamiento se llegaron a obtener algunos resultados satisfactorios; 3) laborterapia: mediante este método se mantenía el paciente rindiendo labores de utilidad; 4) recreos: se dispuso de un cine sonoro, el cual se mantenía activo los días viernes después de la comida de la tarde y; 5) hidroterapia: consistía de diversos modos y estilos de baños. Este método fue usado desde los tiempo de la antigua Casa de Beneficencia.

        Los años 1950 al 1974 fueron los protagonistas de uno de los momentos más productivos en el desarrollo de la Salud Mental en Puerto Rico.  Se crea la “Cruz Azul” en el 1952 introduciendo el modelo de servicios de salud privados.  Según los autores Enrique Rivera, Nicolás Fernández, Andrés Torres y Carmen Parrilla el sistema de prestación de servicios de salud a personas médicos indigentes era total responsabilidad del Estado y éste los prestaba a través del Departamento de Salud.  En la década de 1960, el Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, mostró interés en los problemas de salud mental en la Nación.  Se obtuvieron fondos dirigidos a la promoción de Programas de Salud Mental Comunal (Public Law, de 1963).  Bajo esta ley federal se fundó en Puerto Rico el Hospital Psiquiátrico de Ponce, cuya función era atender solo a pacientes de esa área.  Los objetivos básicos para la creación de Centros de Salud Mental eran los siguientes: a) equiparar los servicios públicos a los privados, b) hacer estos servicios accesibles a toda la población, y c) ofrecer continuidad en el tratamiento y prevención. (Hernández, R. 2010-11).  

PROBLEMA

        Las personas afectadas por trastornos mentales constituyen un problema sanitario creciente en América Latina y el Caribe.  Para poder hacerle frente a la creciente carga sanitaria que representan las enfermedades mentales en América Latina y el Caribe es importante entender su prevalencia, ya que esto nos ayuda a saber cual es nuestra realidad en términos de las personas que sufren algún diagnóstico de salud mental y poder saber si se les está otorgando servicios. (Kohn R, Levov I, Caldas de Almeida, J.M., Saxena S, Saraceno B. 2005).  La tasa de prevalencia en Puerto Rico de las personas adultas con enfermedad mental severa y niños y adolescentes con disturbio emocional severo son estimadas por el “Federal Register” para la población de Puerto Rico utilizando las normas estandarizadas por el “Center for Mental Health Services”  Se desglosa de la siguiente manera; a) adultos; b) niños y adolescentes & c) envejecientes.  

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