Tactica Individual
Enviado por yoeliana • 7 de Mayo de 2013 • 13.973 Palabras (56 Páginas) • 389 Visitas
CAPÍTULO I
GENERALIDADES
SECCIÓN “A”
DE LA GUERRA
1. Definición de Guerra.
La Guerra es un acto de violencia encaminado a forzar al adversario a someterse a nuestra voluntad.
La Guerra son las hostilidades entre Estados o dentro de un Estado o territorio, emprendidas con fuerzas armadas. En el sentido legal hay un estado de guerra cuando dos o más Estados declaran oficialmente que hay una situación de hostilidades entre ellos.
2. Etimología
La Real Academia Española establece, con palabra convincente en su pronunciamiento —idéntica casi a la española— que guerra proviene del germano Werra, Querella. El General Almirante reconoce esta etimología al afirmar que no procede del latín, donde tal acción se expresaba con las palabras Bellum o Duellum, ni mucho menos de erra, parecida en las letras, pero muy opuesta en el sentido, por indicar un escudo grande, o un zarzo de mimbres; se inclina por el sajón Guer o Wer, que produjo el alemán Wer y el inglés War.
Algunos prefieren la procedencia del celta Gerra, que se introdujo luego como Werra y guerra en el latín bárbaro. De ahí también el origen de Germano, Guerrero u Hombre de Guerra: De Guerramón.
3. Propósito
Alcanzar la victoria completa y con ella una paz beneficiosa, en la que se obligue al enemigo a reconocer los derechos atropellados y satisfacer daños y perjuicios.
La destrucción del Ejército enemigo es el fin principal; la ocupación o destrucción de lo que pueda servirle es secundario. Por destruir al enemigo no debe interpretarse exterminarlo o aniquilarlo materialmente, sino poner fuera de combate, quebrantar, paralizar, anular, inutilizar sus fuerzas combatientes y quebrantar su voluntad de combate. Por eso, aunque el Derecho de Gentes autoriza la destrucción, reprueba todo medio que no conduzca directamente al fin de la guerra, como la matanza inútil, el estrago y la ruina de objetos que no sirvan de utilidad inmediata al adversario.
4. Causas de la Guerra.
Hechos o impulsos que originan los conflictos armados, con razón o sin ella.
Suelen clasificarse en aparentes, si no son las efectivas; las publicadas o aducidas, las reales si concuerdan las manifestadas con las determinantes; lejanas, si son de índole indirecta o causa de la causa; e inmediatas, las recientes en el tiempo y próximas en el espacio, como base de la acción emprendida.
5. Clasificación de las Causas según Jomini.
a. Reivindicar derechos o defenderlos.
b. Satisfacer grandes intereses públicos.
c. Sostener vecinos necesarios para la seguridad del Estado, o del equilibro político internacional.
d. Cumplir con las estipulaciones de alianzas, sean ofensivas o defensivas.
e. Propagar doctrinas, reprimirlas o defenderlas.
f. Extender la influencia o el poderío por medio de adquisiciones necesarias para la vida de la nación.
g. Salvar la independencia nacional amenazada.
h. Vengar un ultraje.
i. Dar satisfacción al espíritu de conquista y al de invasión.
6. Origen y Evolución de la Guerra.
a. Aparición y Cronología de la Guerra.
Entre 3600 a 2500 a.C. sólo se tienen noticias más o menos evidentes del Cercano Oriente, donde probablemente apareció la civilización en las márgenes del Tigris y del Eufrates, en el Valle del Nilo y la Planicie del Indo, surgiendo grandes centros poblados, entre los cuales, con varios siglos de antigüedad, las ciudades de Sumer fueron las primeras.
Durante la primitiva cultura sumera (3600 a 3000 a.C.), se inventa la rueda, iniciándose la “Edad de Bronce”, período que fue quizás el más fecundo hasta Galileo y Newton, ya que también aparece la aritmética y la escritura. En la Planicie de Sumer prosperaron las ciudades de Ur, Uruk, Nippur, Umma; Lagash, Eshnunna y Kish, autónomas en lo político y autárquicas en lo económico.
Los primeros conflictos vinieron a suscitarse entre estas ciudades —Estados constituidos por construcciones amuralladas—, siendo los principales motivos las tierras y aguas de regadío. Fue así como la organización política, la urbanización y el concepto de propiedad de la tierra, dieron nacimiento a un sub-producto de la civilización: La Guerra.
Los hombres ya combatían entre sí en los períodos Paleolítico y Neolítico, pero por entonces la agrupación humana constituía todavía el clan o la tribu, siendo los conflictos propiamente incursiones o combates tribales.
La guerra, no aparece sino cuando se establecen las colectividades políticamente organizadas. El fenómeno, desde sus orígenes, fue el principal acicate de la tecnología y a la guerra se debe principalmente la evolución en el empleo de los metales, con el estímulo de la fabricación de armas de cobre y bronce, aunque por aquella época se continuaron usando las piedras en la agricultura.
Las exigencias bélicas adaptaron luego la rueda al antiguo carro de combate, que con el tiempo vino a convertirse en importantísimo factor de progreso en variados aspectos. Finalmente, la guerra, entre sus efectos negativos, contribuyó al mantenimiento de la esclavitud, cuando en vez de matar al enemigo vencido, podía el vencedor utilizarlo para el trabajo, obteniendo así un mayor beneficio.
En la Llanura de Mesopotámica se sucedieron invasiones y conquistas por espacio de más de 3000 años.
Los Estados autónomos probablemente perduraron mil años, hasta el 2500 a.C. Las sucesivas guerras sumerias cesaron temporalmente en el siglo XXIV antes de la era cristiana, cuando apareció el gran conquistador Sargón de Akkad, el primero en su género de que se tenga noticias.
A este caudillo guerrero, aparecido en la transición prehistórica a la historia, se le debe un nuevo concepto de soberanía: Al derrotar a las ciudades – estados de Sumer, logró unificar la Mesopotámica hasta el Golfo Pérsico, surgiendo de sus campañas el primer imperio del mundo, proclamándose Monarca no de una ciudad-estado, sino de un extenso dominio en el Asia Menor.
El Imperio Sargónida tuvo su ocaso en el año 2000 a.C. sucumbiendo a sucesivas invasiones de las tribus bárbaras procedentes de las montañas orientales.
El Monarca Ur-Nammu, Rey de Sumer y de Akkad, en 2125 a.C., logra resurgir la antigua ciudad de Ur, bajo cuyo predominio se funda un reino unificado que perdura por una centuria bajo una nueva y progresista dinastía de monarcas sumerios.
Por el año 2025 a.C. huestes de Elamitas y Amoritas se apoderaban frecuentemente de la región, destruyendo las ciudades y eclipsando a la civilización Sumeria, la más antigua y que había perdurado por 1500 años. Luego por algunos siglos
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