Tao De Los Lidere
Enviado por Gigiamct77 • 16 de Noviembre de 2014 • 2.474 Palabras (10 Páginas) • 169 Visitas
EL TAO DEL LIDERAZGO
John Heider
¿Cómo ser líder sin caer en el autoritarismo? Este artículo muestra un estilo
oriental de liderazgo, basado en la sensibilidad y la observación. El autor busca un
antídoto contra el autoritarismo entre maestros y alumnos, dirigentes y dirigidos.
Tao significa "cómo": su método de liderazgo es darse cuenta de lo que ocurre
para entender cómo ocurre.
Igualdad
La ley natural es ciega y su justicia es imparcial. Nadie escapa a las
consecuencias de su conducta. Ser humano no es ninguna excusa.
El líder sabio no trata de proteger a nadie de sí mismo. La luz de la conciencia
brilla del mismo modo sobre lo placentero y sobre lo displacentero. Los humanos
no son mejores que el resto de la creación. El mismo principio que está en el
interior de los seres humanos está presente en todas las demás cosas.
Tampoco un individuo es mejor que el resto de la humanidad. Todos valen igual.
¿Para qué tener favoritos? Al saber esto, el líder sabio no pretende ser especial.
No habla a espaldas de nadie ni pierde el tiempo cuestionando los méritos de
teorías adversas. El silencio es su gran fuente de fortaleza.
Como el agua
El líder sabio es como el agua. Ella refresca y limpia a todas las criaturas vivas sin
juicios ni distinciones; libre y sin miedos, penetra profundamente bajo la superficie
de todas las cosas; fluye; responde; sigue la ley con toda libertad. El líder sabio
trabaja sin quejarse en cualquier contexto y con todo problema o persona que se
presente. Actúa siempre para beneficio de todos y es capaz de servir más allá de
cuanto le paguen. Habla simple y honestamente, interviniendo sólo para dar luz y
armonía.
Para profundizar en ti mismo, abandona tu egoísmo. Abandona tus esfuerzos por
ser perfecto, rico, seguro o admirado. Tales esfuerzos te limitan, bloquean tu
universalidad. Abandonar es como morir. Todo emerge, se forma y muere. Tú
también.
Observando los movimientos del agua el líder aprehende que, en la acción, el
tiempo es todo. Como el agua, el líder es fluido. Al ver que su líder no empuja ni
presiona, el grupo no resistirá ni guardará resentimiento. Será, entonces, un buen
grupo.
Un buen grupo es mejor que un grupo espectacular. Cuando los líderes se vuelven
estrellas, ocurre que el educador se hace más importante que la educación.
Y muy pocas estrellas tienen los pies sobre la tierra.
La fama cría fama y te lleva cada vez más lejos. Así volarás lejos de tu centro y te
estrellarás.
El líder sabio se conforma con hacer un buen trabajo y deja lugar a los demás. No
se queda con todo el crédito por lo que está ocurriendo y no tiene necesidad de
ser famoso. Un ego moderado siempre es evidencia de sabiduría.
El líder sin prejuicios
¿Puedes ser mediador en conflictos emocionales sin tomar partido ni elegir
favoritos? ¿Respirar libremente y estar relajado en medio de deseos y miedos
intensos? ¿Ser amable con todas las facciones? ¿Permanecer abierto y receptivo
ante toda circunstancia? ¿Saber lo que está emergiendo, y mantener tu paz interna
mientras los demás lo descubren por sí mismos?
¿Has clarificado tus propios conflictos? ¿Está limpia tu casa?
Aprende a dirigir en forma nutritiva.
Aprende a dirigir sin ser posesivo.
Aprende a dirigir sin llevarte todo el crédito.
Aprende a dirigir sin ser coercitivo.
Podrás hacerla si no tienes prejuicios, si eres claro y actúas con los pies en la
tierra.
El campo grupal
Presta atención al silencio. ¿Qué pasa cuando en un grupo no pasa nada? Ahí
está el campo grupal.
Trece personas se sientan en círculo, pero es el clima o el espíritu del centro
del círculo -allí donde nada pasa- lo que determina la naturaleza del campo
grupal.
El éxito
Si mides el éxito en términos de crítica o adulación, tu ansiedad no tendrá fin.
Tener una buena reputación o ser bien conocido por tu obra puede convertirse en
un obstáculo para tu desarrollo.
Si el grupo aplaude algo que has hecho te preocupará si no aplauden con tanta
fuerza la próxima vez. Si te critican, si se quejan o discuten, te sentirás herido. De
uno u otro modo, estás ansioso y eres dependiente.
La buena reputación surge naturalmente de hacer algo bien hecho. Pero si tratas
de preservar tu reputación perderás la honestidad y la libertad necesarias para tu
desarrollo.
Para hacer un buen trabajo debes cuidarte a ti mismo. y también cuidar y valorar a
los otros. Si te valoras demasiado a ti mismo te volverás egocéntrico. El
egocentrismo te hace tanto daño a ti como a tu trabajo. Si puedes vivir con los
frutos del éxito y cuidarte adecuadamente, podrás fomentar el éxito en los demás.
Abandonar el egoísmo
Para profundizar en ti mismo, abandona tu egoísmo. Abandona tus esfuerzos
por ser perfecto, rico, seguro o admirado. Tales esfuerzos te limitan, bloquean tu
universalidad. Abandonar es como morir... Todo emerge, se forma y muere. Tú
también.
Cuando mueres, abandonas el ego. Y te haces uno con todo lo demás. En mi
más profundo interior sé que soy uno con el todo. Abandono mi egoísmo y termino
con la ilusión de estar separado. Así actúo para el todo. Me beneficio y te
beneficio. No estoy en conflicto con nadie; estoy en paz, y tengo energía
disponible para dar, porque ya no me resisto a lo que está ocurriendo.
La muerte no me atemoriza porque sé cómo abandonarme y conozco la
naturaleza de la eternidad.
Como una partera
El líder sabio no interviene sin necesidad. Su presencia se siente, pero el grupo se
dirige a sí mismo. Los líderes menos capaces hacen mucho, dicen mucho, tienen
seguidores y forman sectas. Los peores líderes hasta utilizan el miedo para
energizar el grupo y forzarlo a superar toda resistencia. Los líderes más terribles
tienen mala reputación.
Recuerda que tu tarea es facilitar el proceso de otra persona. No tu proceso. No te
metas demasiado. No controles. No fuerces tus propias necesidades e insights a
un primer plano. Si no crees en el proceso del otro, éste tampoco te creerá.
Imagina que eres una partera asistiendo al nacimiento de un niño. Realiza tu
trabajo sin
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