Tema: El jurista y el simulador del Derecho

El jurista y el simulador de derecho

El concepto de derecho da un cierto orden en la sociedad que sin duda se rige de seguridad aunque ésta no se presente en muchas ocasiones de forma justa como debería pero es el mismo concepto tratado para un medio social jerarquizado de orden. Recién se han dado a conocer otros ideales acerca de lo que consiste el derecho y todo su concepto como un obstáculo para determinados cambios sociales pero lo cierto es que aun con este cambio social es importante la normatividad jurídica para obtener una vigencia y respetabilidad en cualquier ámbito vital de la sociedad y como resultado un progreso social. El mundo en sí es visualizado como el derecho jurídico lleno de normas, leyes, reglas y todo aquello que dicte justicia social. La sociedad por completo depende de todo lo mencionado anteriormente agregando la constitución y leyes aún más importantes que por ningún motivo podrían hacer falta en la vida de un ser humano y la sociedad completa.

El jurista entonces es el sujeto que vive el derecho y más que eso quien actúa conforme a lo que se dicta en él bajo la normatividad que implica el concepto con un compromiso social tanto jurídico como ético y moral. Como abogado de ser libre en sentido de no servir ningún tipo sector para velar intereses que no le pertenezcan, por lo contrario lo más acertado es usar su libertad profesional asesorando a cualquier protagonista de sea cual sea el caso sin discriminación a un rico o pobre, ejidatario o pequeño propietario, gobernador o gobernado, con honradez y una única limitación siendo su sentido ético y justo. Entre sus características tratando la libertad está la independencia, sin la capacidad de obedecer, ya que como jurista autentico es quien tiene que ser su maestro y quien se diga a si mismo lo que continua y debiera seguir. Un buen abogado es sinónimo de mando, a quien no le se le es permitido que este bajo el mando de otro dando su servicio. Se tiene que tomar en cuenta que la libertad profesional es sagrada y aun con dificultades por ejercerla no puede ser cedida o vendida, por el contrario tiene que ser cuidada por ser la característica más fuerte de un jurista, un buen abogado, doctor de derecho.

Además de la libertad, un hombre de Derecho también debe contar con otra característica un tanto ligada a la anterior, la cual es autenticidad que va acorde con lo que piensa y siente ejerciendo sin falsedad e hipocresía que van en contra de una idea ética. De ahí es de donde se deriva otra característica de un verdadero jurista. La veracidad es lo que define la gran palabra del abogado, por lo contrario sería traicionar y/o deshonrar la ética y la vocación adquirida, así como la cobardía no representa a un hombre jurista. Entre otras cosas el temperamento y la combatividad es otra esencia característica la cual no debe confundirse o emplearse como violencia. En este caso el jurista necesita un punto medio y determinado en el que no sea pacifico defendiendo sus ideales, si no que sea claro, preciso y dictador al mismo tiempo que incluya veracidad con estrategia e inteligencia. La veracidad engloba también la honestidad lo que es contrario a la corrupción.

Este último concepto “corrupción” es un sinónimo a corromper, dañar. Causa no menos que deshonestidad, ineptitud, ineficacia, incompetencia y demás que van en contra de un desempeño y desarrollo jurídico y ético profesional.

Quien es jurista, lleva consigo el sentimiento de la justicia, mismo concepto que se da al pensar en derecho. La justicia social es primordial como la justicia individual y como profesional tiene que velarse por los dos, ya que también está comprometido con la sociedad llevando a cabo una relación recíproca de sociedad-individual en cuanto a intereses, que en otras palabras es un equilibrio que en dado caso no exista, se rompe la justicia social y se lleva consigo todo el concepto en general.

Hablando de cultura en general, la cultura jurídica y por lo consiguiente la cultura de un jurista es esencialmente de arte y ciencia, saber y actuar como en todas las aplicaciones y perfecciones del derecho, su sabiduría no es más que su expresión normativa y se adquiere con el constante estudio y experiencia.

 La jurisprudencia es la ciencia del derecho pero también existe un arte el cual es como antes se había mencionado, el hacer y actuar como fundamento siendo dinámico. Por otra parte está el derecho moral, que se entrelaza con el arte jurídico por el tipo de manifestación y determinación de dichos conceptos. Entonces volviendo a la cultura sin exagerar el jurista tiene que dar su vida entera para comprender el verdadero sentido del derecho y su amplia cultura.

Además de jurista también se debe ser un jurisconsulto, un crítico con una labor inherente  sus funciones, también teniendo en cuenta que su obligación critica debe extenderse a actos de autoridad. Un abogado, jurista, hombre de derecho o como quiera llamarse también es un jurisprudente que en otras palabras un sabio-sapiente del derecho. Esto es infaltable entre sus cualidades. Entre las tareas está el litigio, lo que significa liderar, seguir un pleito y por consiguiente ganar, lo que se logra con la sabiduría e inteligencia ¿se entiende por qué se debe contar con la jurisprudencia? Simplemente es el ingrediente que da todo el conocimiento y la inteligencia a ser el jurista autentico y jurídico digno de llamarse profesional, además de ser la sapiencia del derecho forma parte de la personalidad del abogado. Esta personalidad debe contener la vocación profesional y amor al derecho, lo que le dará sentido a toda la carrera ética y moral acompañada de otros componentes y caracteres éticos, morales y civiles, la emotividad es el gusto por el trabajo. Pero no solo es la vocación lo que hace a un buen abogado, sino que también se requiere el talento jurídico, mismo que se desarrolla con tres cualidades más que son la aprehensión, el análisis y la síntesis.

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