Tema: La Afectividad.

 La Afectividad

Para la fisiología el grito del recién nacido o el grito de angustia provocado por la separación de la madre, solo es un espasmo o un reflejo respiratorio por esa razón no se puede distinguir si es un espasmo de signo (llorar por llorar) o espasmo de causa (llorar a casusa de algo).

La generalización del espasmo de todas las vísceras, esófago, sistema respiratorio, circulación tiene como efecto la angustia o por otro lado el espasmo del orgasmo venéreo puede provocar deleite pero a menudo están en el límite del sufrimiento.

El placer o la satisfacción están acompañados de los espasmos.

Los sollozos(respiración profunda y entre cortado a causa del llanto) que  representa la finalidad de una angustia, también la risa incontrolable puede ser un modo ..… de la angustia. Así mismo la risa puede ser representada por un conjunto de sacudimientos que resuelven la tensión de los músculos y suprime en los toda capacidad de esfuerzos. Es importante mencionar que algunos espasmos son incontrolables y otros que si se pueden controlar como la risa y el sollozo.

El sufrimiento bruto que responde a sus paroxismos(exaltaciones extremas de los afectos y pasiones) es ……. Desplazado, diluido sutilizado y finalmente entregado en actos psíquicos, esta …….. Lleva al niño a los progresos de su afectividad.

Las distenciones bruscas provocan la agitación que hacen pasar de una actitud a otra. Los primeros reflejos son reflejo, tónicos de defensa o de actitud como por ejemplo: un pinchazon de la piel o el ruido estresador, estas tenciones modifica el estado del niño y muestra el placer cuando la madre lo acuna.

De esta manera se puede diferenciar que la primera emoción del niño es el miedo.

• Sherrington: se deduce que todo es manifestación tónica.
• Watson: diversidad de emociones por medio de la acción de circunstancias.

La especificidad ontogénica es indiscutible sean cuales fueran las etapas en la historia esta emociones que emergen como efectos en una maduración funcional, es así que fuera de la ocasión comprobable las emociones pueden determinar toda una serie de manifestaciones que parecen producirse por sí mismas, no solo de agresión de amenaza o de miedo, sino también de defensa de súplica y gestos propiciatorios en sujetos a los que nunca sea golpeado ni maltratado.

Las emociones consisten en sistemas de actitudes al caso de cada uno, responden a una cierta clase de situaciones.

En efecto la emoción es algo así como una especie de prevención que tiene referencia a mayor o menor con el temperamento y las costumbres del sujeto. Por su sincretismo respecto a toda orientación divergente, su vivacidad de intereses o impresiones, la emoción es apta para suscitar reflejos condicionados, se muestran a menudo en oposiciones con la lógica o la evidencia. Es así que se constituye complejos afectivos irreductibles al razonamiento, pero también da la emoción a las reacciones una rapidez y sobre todo una totalidad que son propios de los estadios de la evolución psíquica.

El ambiente humano se filtra en el medio físico especialmente en el niño que por medio de las emociones realiza vínculos con el mundo externo, los efectos sonoros y visuales son estímulos de un extremo interés que tienen el poder de movilizar reacciones semejantes o reciprocas.

El contacto de las emociones es en relación con el poder expresivo de estas, un poder el cual se fundan las primeras colaboraciones y sin duda ritos colectivos, trasforma mímica más o menos convencionales.

Las influencias afectivas que rodean al niño desde la cuna tiene una acción determinante sobre su evolución mental, es así k estas influencias se dirigen a medida que se van despertando hacia un automatismo. Es así que lo social se mezcla con lo orgánico.

Un ejemplo de estas de estas interferencias es el suspiro, sobre lo cual los observadores de la infancia han multiplicado las observaciones atribuyendo significado funcional:

• Bühler; afirma que su origen es puramente humano y solo produce en presencia de un rostro.
• Dearborn: la región muscular produce cosquilleo bajo el mentón el primer y el segundo día.
• Scupin: sobre la mejilla y la nariz el segundo día.
• Ament: sobre la nariz el tercer día.
• Dearborn: sobre la mejilla el quinto día. El bienestar el sexto día.
• Blanton: contacto con el pezón contra la mejilla el 28 día.
• Major: acto de asir la mano y el brazo para jugar el 28 día. después viene las excitaciones más generales y de tonalidad netamente afectiva; el baño caliente el cuarto día.
• Baldwin: el séptimo y el noveno día
• Preyer : el descanso después de la succión el 26 día.
• Moore: el sueño después del amamantamiento la quinta semana.
• Shinn: el bienestar después del sueño la quinta semana. El bienestar después de la fricción con aceite la octava semana.

Las acciones de los estímulos exteroceptivos:

• Valentine: acción de piar a la nurse el 10 día.
• Blanton: luz brillante el 13 día; sobre la luz el 16 día.
• Darwin: audición de sonidos agudos sexta semana. Vista de la madre la sexta semana.
• Moore: aparece con certeza el factor humano el rostro sonriente el 20 día. Miradas amistosas la quinta semana.
• Tiedmann: parloteo y mímica 28 día.
• Jonas Gregoire: sonrisa de adultos segundo mes. Imitación de los adultos, situación de juego.
• Piaget: nodriza que balancea y canta 45 día.
• Dearborn: rostro sonriente, chupeteo plateado en la séptima semana.

En primer término están las excitaciones que representan un estímulo inmediato de la tonicidad muscular, y después un estado general de contentación orgánico que es expresado por una reacción local.

Las impresiones sensoriales de un objeto distante.

Finalmente la acción a distancia de un rostro o de una voz expresan e inspiran un contento de fuente externa y ya no íntima. Reacciones que expresan la significación afectiva de la sonrisa y los sollozos que pueden ser provocados de modo mecánico por el cosquilleo por medio de la risa que resulta un estímulo de los músculos y tendones profundos, pero al igual se han convertido en la consecuencia y la expresión de la afectividad orgánica y después de circunstancias morales.

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