Tema- Sinceridad

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SINCERIDAD

Los valores morales son desarrollados y perfeccionados por cada individuo en medida en que va avanzando su vida. Estos afectan también a la sociedad y a su vez son juzgados por la misma. El que la sociedad los enseñe o los imponga no quiere decir que todos los individuos son obligados a cumplirlos o que vaya a existir una sanción de no acatarlos. Moralmente si pueden ser sanciones mediante la reprobación del acto o la exclusión de un determinado lugar pero no punitivamente.

Existe una muy extensa lista de valores y muchos tipos en los cuales los podemos dividir, en especial quiero dirigirme al valor de la sinceridad. No porque no haya valores más importantes sino porque suena simple y fácil de llevar acabo pero es de los más complejos y que menos se hacen.

Sinceridad del latín “sinceritas” es un término femenino que denota el empleo de la verdad, un modo de expresarse sin mentiras. Es un valor o principio que puede incluso definir la personalidad de una persona y en algunas ocasiones por lamentables circunstancias, se llega a apreciar como una cualidad.

Cumple con la función de un valor moral ya que se transmite de generación en generación y representa el modo de actuar de un individuo, así como también puede afectar al mismo individuo (al dar un tipo de placer por actuar correctamente) o a los que lo rodean (de manera positiva o negativa dependiendo lo expresado).

La sinceridad es mejor conocida y se le da más valor cuando se le llama honestidad. Quienes son honestos, son quienes respetan un ambiente moralmente permitido y respetan la verdad ante todo.

En un mundo como el nuestro es muy difícil ver que se actué bajo estos parámetros ya que siempre habrán justificaciones para no cumplir al 100%; habrá quienes usen el supuesto de que podrían perder su trabajo o que de esa mentira blanca depende no perder a alguien sentimentalmente o mil razones más pero en realidad lo único difícil para todos es creer que podría haber un mundo sin ese estrés o sin ese peso.

De no ser tan manipulada la verdad y tan obvia la hegemonía de ciertas minorías sobre las mayorías, seguramente podríamos conseguir una sociedad que si cumpliese con los valores morales básicos para un sano desarrollo.

Todos los valores van relacionados con algunos otros, ninguno puede acatarse por sí solo; en el caso de la sinceridad, requiere de la sencillez, la humildad y la confianza. Una persona que por naturaleza es sincero, es decir que no depende de lo que opinen los demás y que actúa por complacerse a sí mismo y no a alguien más, es por sí misma una persona única, alguien que no será manipulable y que por deseo propio puede satisfacer más necesidades sin hacer daño a los demás.

Este valor, conlleva una actitud congruente y una entrega de la confianza plena. Quien es sincero suele actuar correctamente y ser más neutral para la toma de decisiones; por otro lado le es entregada la confianza en menor tiempo y más plenamente que con alguien que teme decir las cosas o que solo actuara bajo su propio interés y no por un beneficio común.

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