Teoria Del Consumidor
Enviado por margara122 • 14 de Diciembre de 2011 • 6.044 Palabras (25 Páginas) • 1.167 Visitas
EL CONSUMIDOR
El propósito de una teoría es predecir y explicar. Una teoría es una hipótesis que se ha comprobado satisfactoriamente. Una hipótesis no se comprueba por el realismo de sus supuestos, sino por su capacidad para predecir con exactitud y explicar. Por las conversaciones en la carnicería y por nuestro propio comportamiento, observamos que cuando sube el precio de un determinado corte de carne, compramos menos. Basándonos en esta observación, podemos construir la siguiente hipótesis general: “si sube el precio de un artículo, entonces la cantidad que se demanda de él disminuye”. Con el fin de poner a prueba esta hipótesis y llegar a la teoría de una demanda, debemos ubicarnos en el mundo real y ver si la hipótesis resulta realmente verdadera para varios artículos, para diversas personas y en diferentes momentos.
Un enfoque de la teoría de la demanda se basa en el supuesto de que cada consumidor puede medir la utilidad o satisfacción que recibe el consumidor en cada unidad de un artículo. Este supuesto es irreal puesto que sabemos que los consumidores no se comportan de esa manera. Sin embargo aceptamos la teoría de la demanda porque predice correctamente el comportamiento del consumidor. Así pues, el consumidor actúa como si midiera la utilidad, aun cuando en realidad no la mida.
Los defensores del mercado de consumo afirman que el consumidor es el que rige el mercado y lo obliga a ser competitivo, de tal manera que no da lugar al monopolio, y que éste suele surgir cuando la intervención estatal altera las condiciones del libre juego y presenta ciertas coyunturas favorables para ese fenómeno. Se cita, por ejemplo, el caso de un precio oficial fijo que no corresponde a la realidad, lo cual da lugar a que haya ocultamiento de mercancías y a que surja una oferta monopolizada.
CURVAS DE INDIFERENCIA Y PREFERENCIA
Los consumidores tenemos distintas preferencias o gustos, basando nuestra elección de opciones en nuestras preferencias. Se deben caracterizar el conjunto de preferencias del individuo en forma tal que podamos hacer predicciones refutables sobre el comportamiento. Debemos formular ciertos supuestos sobre la preferencia de los consumidores y analizar cómo el consumidor escoge entre diversas opciones.
Esto conduce a herramientas teóricas que nos permiten estudiar temas como las prestaciones sociales de los empleados. Para poder manifestar algo científico sobre la conducta del consumidor debemos formular supuestos. Los supuestos deben ser concretos y relacionarse con la selección de artículos de consumo. Los artículos de consumo son todos los bienes y servicios. Los artículos de consumo proporcionan un flujo de servicios de consumo por unidad de tiempo. Los objetos elegidos son entonces los servicios que los artículos de consumo proporcionan.
Los supuestos que nos auxiliarán en nuestro estudio son los siguientes:
• La naturaleza de los Bienes.- Los bienes y los servicios consumidos por la unidad familiar se llaman genéricamente bienes. Necesitamos pensar que los bienes proporcionan una corriente de servicios de consumo por unidad de tiempo. Los objetos de elección son entonces los servicios facilitados por los bienes, antes que los bienes mismos.
• Información Completa.- Pensamos que el consumidor tiene una información total acerca de todo lo que se relacione con sus decisiones de consumo. Un consumidor conoce todo el conjunto de bienes y servicios que existen en el mercado, conoce con exactitud la capacidad técnica de cada bien y servicio para satisfacer una necesidad. También conoce el precio exacto de todos los bienes, y sabe que estos precios no cambiarán como resultado de sus acciones en el mercado. El consumidor conoce con precisión la magnitud de sus ingresos durante el tiempo planteado.
• Teoría de la Preferencia del Consumidor.- Una unidad consumidora, ya sea un individuo o una familia, obtiene satisfacción o utilidad de los servicios facilitados por los bienes consumidos en un tiempo determinado. En este período considerado, el individuo consumirá una gran diversidad de bienes distintos, y nos referimos a este monto de bienes distintos como un conjunto de bienes. Para alcanzar un objetivo, la unidad consumidora debe tener la capacidad de ordenar distintos conjuntos de bienes alternativos y determinar su orden de preferencia entre ellos. Para tal fin supondremos que cada unidad consumidora puede hacer comparaciones entre conjuntos alternativos de bienes que satisfagan las condiciones, a través de las “Leyes de la Preferencia”.
1.- Para dos conjuntos de bienes cualesquiera, X y Y, la unidad consumidora puede determinar cuál proporciona mayor satisfacción. Si X proporciona mayor satisfacción que Y, afirmamos que X es preferible a Y. Si los dos conjuntos proporcionan la misma satisfacción, decimos que el consumidor es indiferente entre X y Y.
2.- Cuando X es preferido a Y, y Y es preferido a Z; X es preferido a Z. La preferencia es una relación transitiva.
3.- Si el conjunto de bienes X es estrictamente mayor que el conjunto de bienes Y, X es preferible a Y. Entendemos que un conjunto de bienes es estrictamente mayor que otro si contiene más unidades de cada bien.
Cuadro 7. Ordenamiento de los conjuntos de bienes
Conjunto Cantidad de X Cantidad de Y Lugar
A 8 8 4
B 5 7 3
C 6 5 3
D 7 4 3
E 5 6 2
F 3 6 1
- Se asigna un número mayor a los conjuntos más preferidos.
Pensemos que sólo existen dos bienes, X y Y. Las preferencias de un consumidor, aparecen en el cuadro 7 y se demuestra en la gráfica 13. Aquí, el conjunto de bienes A claramente preferido a todos los demás conjuntos, ya que tiene más de ambos bienes. Los conjuntos C y D son, por hipótesis, indiferentes a B. El consumidor está dispuesto a recibir menos de Y si recibe a cambio más de X. Pero el conjunto B se prefiere a E, porque éste tiene menos de Y y la misma cantidad de X. De igual forma, E se prefiere a F. Por último G y H son indiferentes a F, ya que el consumidor está dispuesto a sustituir X por Y.
Gráfica 13. Ordenamiento de los Conjuntos del cuadro 7.
El estudio de la conducta del consumidor se facilita por el empleo de una función de utilidad que asigne un valor numérico o un nivel de utilidad a los conjuntos de bienes. Probablemente resulte difícil aceptar la idea de que el fenómeno, altamente subjetivo, de las preferencias del consumidor, que depende de la conformación fisiológica y psicológica de cada persona, puede cuantificarse así. Sin embargo, para la mayoría de nuestros propósitos
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