Teorías sobre su identidad
Enviado por natbri • 18 de Junio de 2012 • Ensayo • 934 Palabras (4 Páginas) • 1.484 Visitas
(Amarilis)
Teorías sobre su identidad:
Asenjo Barbieri dice que la autora de la Epístola no fue otra que doña Martha de Nevares, amante de Lope de Vega; Marcelino Menéndez y Pelayo, dice que ella fue oriunda de Huánuco, hija de conquistadores y su nombre pudo ser María de Alvarado.
Luis Alberto Sánchez, apoya la tesis de Menéndez y Pelayo y le da el nombre de María Tello de Lara y de Arévalo y Espinoza;
Tamayo Vargas, cree que la autora de la Epístola sea la misma que escribió el “Discurso en loor de la Poesía”;
José de la Riva Agüero, le da diversos nombres, entre ellos María de la Serna, María Tello o María Arias Dávila.
Manuel Antonio Valdizán y Manuel de Mendiburu, dicen que la autora pudo ser María de Figueroa.
José Varallanos, el historiador huanuqueño, le da el nombre de María Fernández de Córdova y Falcón.
Irving de Leónard, dice que pudo llamarse María del Castillo o Ana Morillo.
Esteban Pavletich, afirma que el autor de la Epístola fue Fray Diego de Ojeda.
Luis Jaime Cisneros, dice que el autor pudo ser Francisco Fernández de Córdova
Ricardo Palma, cuya tesis comparten Javier Prado y Ventura García Calderón plantea que la autora de la epístola no fue mujer, sino varón, puesto que las mujeres no tenían acceso a la educación durante la colonia.
Aparecen con mayor credibilidad la tesis de Aurelio Miro Quesada Sosa, apoyada por Francisco Rubén Berroa y sustentada por el estudioso Lohmann Villena, quienes sostienen que la autora de la Epístola fue doña María de Rojas y Garay.
Según la tesis de Guillermo Lohmann Villena Amarilis es: María de Rojas y Garay
a) Biografía:
b) Apelativos / Seudónimos : Amarilis
c) Méritos y aportes:
Es considerada la mejor poetiza lirica del Perú
Es una de las poetizas de mayor valía en la época colonial en Hispanoamérica.
d) Producción Literaria:
Epístola a Belardo
Tanto como la vista, la noticia
de grandes cosas suele las más veces
al alma tiernamente aficionarla,
que no hace el amor siempre justicia,
ni los ojos a veces son jueces
del valor de la cosa para amarla:
mas suele en los oídos retratarla
con tal virtud y adorno,
haciendo en los sentidos un soborno
(aunque distinto tengan el sujeto,
que en todo y en sus partes es perfecto),
que los inflama a todos
y busca luego aficiosos modos,
con el que pueda entenderse
el corazón, que piensa entretenerse,
con dulce imaginar para alentarse
sin mirar que no puede
amor sin esperanza sustentarse.
El sustentarse amor sin esperanza,
es fineza tan rara, que quisiera
saber su en algún pecho se ha hallado,
que las más veces la desconfianza
amortigua la llama que pudiera
obligar con amar lo deseado;
mas nunca tuve por dichoso estado
amar bienes posibles,
sino aquellos que son más imposibles.
A éstos ha de amar un alma osada;
pues para más alteza fue criada
que la que el mundo enseña;
y así quiero hacer una reseña
de amor dificultoso,
que sin pensar desvela mi reposo,
amando a quien no veo y me lastima:
ved qué extraños contrarios,
venidos de otro mundo y de otro clima.
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