Tipos de adaptación y efectos en el entrenamiento

Magali García Enríquez

Tipos de adaptación y efectos en el entrenamiento

Adaptación

2.2. La respuesta generalizada (síndrome general de adaptación) y la respuesta específica.

La adaptación es una respuesta de autorregulación del organismo, que depende de una serie de estímulos biológicos que implican una reacción orgánica, psíquica y afectiva y que se va modificando funcional y morfológicamente (Mora, 1995).

“Está determinada por el tipo de carga, ya sea general o específica” (Mora, 1995, p. 40).

La adaptación está ligada al estrés (tensión general del organismo) (Mora, 1995).

“El movimiento es importante para el organismo en crecimiento. Sin él, difícilmente se podría lograr el pleno desarrollo estructural y funcional de los órganos, y sólo el esfuerzo conduce al desarrollo óptimo” (Mora, 1995, p. 40)

2.3. Los mecanismos de adaptación del organismo. El principio de supercompensación.

Se le llama homeostasis a un organismo que está adaptado a una determinada situación y existe un equilibrio entre los procesos de síntesis y de degeneración (Mora, 1995).

“Cuando se desestabiliza la homeostasis, el organismo intentará restablecer un nuevo equilibrio correspondiente a la situación modificada” (Mora, 1995, p. 41).

La homeostasis se interrumpe por un predominio de los procesos degenerativos (catabólicos), La respuesta frente a este tipo de estímulo es un aumento de los procesos regenerativos (anabólicos), con el fin de proteger la estructura de un agotamiento excesivo de su capacidad, los procesos regenerativos no sólo intentarán recuperar el nivel inicial sino que lo superarán. A este fenómeno se le conoce por supercompensación (Mora, 1995, p.41)

El organismo humano se halla en un intercambio constante e intenso con su medio y toda actuación de éste constituye un estímulo al que se debe enfrentar y compensar con los fenómenos de adaptación (Mora, 1995).

La supercompensación, quiere decir, que es el momento de la recuperación en la que se supera cuantitativamente el estado inicial.

Y entre la relación cronológica de las cargas de entrenamiento sobresale que:

• Carga repetida al final de la fase de supercompensación del trabajo precedente, no se produce efecto de entrenamiento.
• Carga repetida en condiciones de recuperación incompleta, produce un descenso del nivel funcional.
• Carga aplicada durante la fase de supercompensación, produce un aumento del nivel funcional. (Mora, 1995, p. 41).

Heterocronismo es el fenómeno que representa los diferentes tipos de supercompensación de las diversas funciones.

La restauración de la carga muestra un comportamiento variado con respecto al tiempo

• Procesos regenerativos de corta duración (entre 30 minutos)-fosfocreatina
• Procesos regenerativos de media duración (entre 4 y 5 horas)-glucógeno muscular

• Procesos regenerativos de larga duración (de horas hasta días)- enzimas y proteínas estructurales. (Mora, 1995, p. 41).

Para no perder la supercompensación y evitar que la homeostasis regrese a su estado inicial, un estímulo de entrenamiento no debe usarse de manera aislada

En función de cómo se relacione la carga y la recuperación, pueden darse tres formas de supercompensación:

• Supercompensación positiva (acción positiva del entrenamiento). Carga aplicada durante la fase de supercompensación.
• Supercompensación nula (ausencia de aumento del rendimiento). Carga repetida al final de la fase de supercompensación del trabajo precedente.

• Supercompensación negativa (descenso del rendimiento). Carga repetida en condiciones de recuperación incompleta. (Mora, 1995, p. 41).

Por esta razón, es importante tener en cuenta el distinto tipo de regeneración según las diferentes cargas que se apliquen (heterocronismo) (Mora, 1995)

2.4. Tipos de adaptación: la adaptación inmediata y la adaptación a largo plazo.

1. Adaptación rápida o inmediata

“Se relaciona con las reacciones del organismo ante un ejercicio determinado. En este tipo se utiliza la energía aeróbica” (Mora, 1995, p. 44).

Características:

• Va estrechamente ligada a las reservas funcionales, las cuales se cuantifican estableciendo la relación entre el nivel de actividad media en reposo y el nivel máximo posible.

• La amplitud de la reacción está ligada a la intensidad de la ejercitación y a las reservas funcionales.

• Los ejercicios que no entran en el cuadro de las posibilidades de adaptación del individuo van acompañadas de fenómenos desagradables. (Mora, 1995, p. 44)

En estas reacciones se distinguen tres fases (Platonov, N., 1988, 32-33):

1. Activación de los sistemas orgánicos.
2. Logro de la fase estable. Los sistemas activados se mantienen a un nivel constante.
3. Desaparición progresiva del equilibrio entre las necesidades de actividad y su satisfacción.
4. El alcanzar esta fase con demasiada frecuencia puede obstaculizar los mecanismos de la adaptación a largo plazo además de ejercer una influencia sobre los órganos. y sistemas afectados.
5. Las características del individuo, así como de la carga afectarán a las reacciones de adaptación inmediata. (Mora, 1995, p. 45)

La adaptación rápida está estrechamente ligada a la reserva funcional, estas reservas se cuantifican estableciendo una relación entre el nivel de actividad media en reposo y el nivel máximo posible. La amplitud de la reacción está ligada a la intensidad de la ejercitación y a las reservas funcionales (Mora, 1995).

Durante las fases de adaptación se destacan los siguientes sucesos:

• La activación de los sistemas orgánicos, un aumento brusco de la Fc, ácido láctico, etc.
• Alcanzar la fase estable. Los sistemas activados se mantienen a nivel constante.
• Desaparición progresiva del equilibrio entre las necesidades de la actividad y su satisfacción. (Mora, 1995, p. 45)

Hay que destacar que la adquisición de la adaptación va a variar, dependiendo de las características del individuo y de la carga.

1. Adaptación a largo plazo

Este suceso  está relacionado con el agotamiento y la recuperación de las reservas funcionales del organismo. Suele utilizar energía anaeróbica.

El proceso de adaptación comienza con la repetición de las cargas con el fin de solicitar de manera repetitiva los mecanismos de adaptación inmediata (Mora, 1995, p.45).

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