Todas Las emociones se distinguen de los sentimientos, pero no son fáciles de controlar, y aunque ambos se refieran a las tendencias o apetitos, tienen un gran valor cognoscitivo

Las emociones se distinguen de los sentimientos, pero no son fáciles de controlar, y aunque ambos se refieran a las tendencias o apetitos, tienen un gran valor cognoscitivo, y sin embargo no son facultades cognoscitivas, algunos elementos de las emociones y sentimientos son el objeto percibido, la alteraciónorgánica, y la perturbación, pero hay que tener en cuenta que elementos como el fin de la acción no está incluido entre estos.

Las pasiones. Las pasiones se clasifican de acuerdo al apetito correspondiente (concupiscible e irascible). Hay que tener en cuenta que el temperamento, carácter y personalidad influyen en las pasiones, aunque el temperamento es heredado, el carácter y la personalidad no lo son.

Para que un acto sea voluntario se requiere que tenga un principiointrínseco y haya algún conocimiento del fin. Hay que tener en cuenta que la voluntad, una facultad espiritual, siempre quiere algo que se percibe como bueno, y cabe mencionar que puede tenerse a sí misma como objeto. El acto voluntario se realiza en tres etapas, la intención, decisión y ejecución aunque no implique necesariamente actos de la inteligencia.

La deliberación es solamente acerca de los medios, y la intención del fin supone un juicio acerca de un bien determinado. Hay que tener presente que las sucesiones de actos deben ser en el orden, intención, deliberación, consentimiento y elección.

La libertad no se opone a que algunos actos humanos estén determinados y sean necesarios, sin mencionar que la libertad de elección supone que no existe un bien total y completo, no es algo imposible, ni algo aparente, tampoco constituye la esencia de la libertado, sino que la libertad fundamental implica la capacidad de ser dueños de nuestros actos y es principalmente algo interior, aunque se manifieste externamente también. Aunque un bien se muestre mayor que otro, podemos sin embargo querer el menor, debido a que la libertad humana se perfecciona dentro de ciertos límites, aunque hay que tener en cuenta que la libertad de movimiento es esencial para la propia plenitud.

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