Trabajo fish

Mary Jane es una mujer que alcanzó una gran trayectoria profesional en First Guarantee Financial (situada en Siattle) con gran éxito. Como jefa era sobresaliente y tenia su equipo encantado, hasta que su esposo Dan falleció, momento en el que cual comenzó a perder confianza en sí misma.

En esa misma empresa se encontraba una planta en la que los empleados no sentían entusiasmo alguno por su tarea y donde su trabajo no era más que una rutina, una obligación. En esta situación la creatividad, la flexibilidad, la motivación y el entusiasmo brillaban por su ausencia.

La famosa 3º planta fue el siguiente destino de Mary Jane, quien se vio obligada a aceptar el ascenso para afrontar los gastos médicos en los que incurrió tras la muerte de su marido. Mary Jane no sólo tenia que afrontar el nuevo reto de dirigir a unos trabajadores desganados y pesimistas, sino también tenía que ser capaz de lidiar con su nuevo jefe Bill, el cual era conocido por su carácter insoportable.

“El vertedero de energía tóxica”, nombre con el que fue bautizada la 3º planta, era ahora responsabilidad de Jane y su nuevo reto. Se propondrá crear de esa planta un lugar en el que se pueda trabajar sin agobios y con ganas de contribuir al resto de departamentos “estrella” de la empresa, renovar el interés de esos empleados que realizan funciones administrativas,  de tipo logístico y de apoyo.

Un día Jane acude al mercado de Pike Place donde queda fascinada por la forma de trabajar de los pescadores. Los empleados se divierten, los clientes están encantados y en consecuencia, venden más pescados que nadie. Allí conoce a Lonnie, un pescadero que estará dispuesto a ayudar a Mary Jane con su problema, el cual  comienza a explicarle que para que sus trabajadores tengan una buena motivación, debe animarles. Su primer consejo es que escojan su actitud. Aunque todo esto es fácil de entender no es fácil de aplicar. El proceso de cambio implica mucho tiempo. Liderar un cambio en el trabajo seria arriesgado y podría fracasar y perder su empleo, pero por otro lado Mary Jane no quería trabajar en un lugar que no tuviera vida ni energía. Entonces se dio cuenta de que el riesgo de no hacer nada era mayor que el riesgo de actuar.

Todo ello hace reflexionar a Mary, la cual concluye que sus empleados eran como relojes que se habían parado, que habían dejado de creer en si mismos.  Es entonces cuando recupera su confianza  y decide comenzar con un proceso de cambio en la tercera planta.

Reunidos los trabajadores la jefa les comenta su propósito de empezar con un cambio basado en la modificación de la actitud ante el trabajo, y para que pudieran ir entendiendo la necesidad de ese cambio, organizó una excursión a la pescadería. Cuando llegaron los trabajadores quedaron maravillados con la forma de trabajar de los pescadores y ahora estaba en sus manos entender cuales eran los ingredientes para propulsar un cambio en su empresa. Tras esto, Lonnie siguió dándole clases de cómo podía mejorar la conducta de sus trabajadores.

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