Trabajo práctico. Trabajo intelectual

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Trabajo práctico

Trabajo intelectual

Lic. Cynthia Kerps

Agustina Giménez – Mailén Ladner – Abigail Seling –  Luciana Taylor

Licenciatura en Administración de Empresas

1° año comisión “B”

Crespo, Entre Ríos

17.04.2019

     El 24 de marzo de 1976 a las 5:00 am el país, gobernado por Isabel Perón, fue tomado por las fuerzas armadas, generando un golpe de Estado  autodenominado  “proceso de reorganización del país”.

     Dentro de esta oscura etapa hubo violencia, abusos, persecuciones, atentados, entre otras atrocidades cometidas. A parte de esto, hubo más de 30.000 desapariciones, dentro de los cuales centenares de bebes formaban parte.

     Un año después del inicio de este golpe se formó una organización de madres y abuelas de los tantos desaparecidos que está presente hasta el día de hoy, cuyo objetivo era encontrarlos o al menos saber lo que realmente sucedía.

     Teniendo en cuenta que es uno de los pocos entes que sigue vigentes desde esa fecha, ¿Cómo es que lograron ser tan conocidas y respetadas?

     Gracias al impacto que causó esta organización; donde juega primordialmente la valentía de estas mujeres,  que aun conociendo el posible peligro que implicaba oponerse a las reglas, no impidió que actuaran.

     Antes que todo fue la búsqueda en soledad, porque estaba el miedo implantado en la sociedad. Pero esto duro poco, ante la desesperación y la inexistente respuesta, se largaron a la calle, donde se encontraron con otras mujeres que lloraban y suplicaban  por lo mismo, entre todas estas madres se dieron la mano para caminar juntas, desafiando el gran miedo, los riesgos y seguir luchando.

             Azucena Villaflor de Devincenti, es un fuerte referente de dicha agrupación, tuvo la iniciativa al declarar “Luchar unidas, para exigir pacíficamente, saber el destino de nuestros hijos”.  El sábado 30 de Abril de 1977 las madres de Plaza de Mayo comenzaron a reunirse en la ciudad de Buenos Aires los días jueves.  Dicha plaza fue utilizada como punto fijo para organizarse y pedir a las autoridades por sus hijos.

     En sus comienzos permanecían sentadas, pero al declararse el estado de sitio fueron expulsadas por los policías del lugar, por lo que empezaron a caminar de a dos como forma de reclamo. Utilizaban como distintivo un pañuelo blanco en sus cabezas los cuales representaban los pañales utilizados por sus hijos.

     Entre todas las respuestas que obtuvieron, mediante su manifestación, encontramos niños que fueron entregados a familias de militares, otros abandonados en institutos y en el grupo restante vemos que algunos fueron vendidos. Con el paso de los años, muchas de las búsquedas llegaron a su fin ya que varias familias lograron reunirse logrando su objetivo. Hasta el día de hoy escuchamos sobre apariciones y reencuentros, siendo cada vez menos los buscados.

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