Tramite O Servicio Antecedentes No Penales
Enviado por pititis • 7 de Febrero de 2012 • 3.411 Palabras (14 Páginas) • 733 Visitas
21 DE MAYO
En estos días de mayo en Huejutla, se celebran una serie de actos cívicos, para conmemorar la derrota de los imperialistas y franceses que en 1866 que habían tomado esa Ciudad, hecho de guerra en el que Antonio Reyes “El Tordo”, tuviera una participación relevante y cuyos restos reposan en bajo su monumento a la entrada del Panteón Municipal.
Antes de este evento, Huejutla tuvo fuerte presencia en estos hechos de guerra que así nos los cuenta la historia:
En abril de 1865 el gobierno de Maximiliano celebró un convenio de pacificación con el coronel don Ignacio Ugalde que tenía su cuartel general en Huejutla; los guerrilleros sometidos debían recibir un mes de haber que pagaría la Aduana de Tampico con el visto bueno de Ugalde; en realidad las secciones que dependían de Ugalde no llegaron a deponer su actitud rebelde. Entre el 15 y 16 de junio los guerilleros Joaquín Martínez y Escamilla, entraron a Huejutla con 80 hombres, después de sostener un ligero tiroteo ya que se les pasó la guarnición, los jefes imperialistas tuvieron que huir. El 21 de noviembre el general Lamadrid salió de Tantoyuca con una columna imperialista respetable para obrar contra los nacionales, en combinación con el general Vicente Rosas Banda y el coronel Ulloa, comandante imperialista de la línea de Tlanchinol; el 22 en el Capadero y el día 23 de noviembre de 1865, ocupaba a Huejutla.
En marzo de 1865, el Imperio había creado el Departamento de Huejutla En noviembre de este año de 1865, el imperlistas don Silverio Ramírez, como ya se ha dicho, había tomado a Huejutla y, se creía seguro en su ocupación de esta plaza.
Y aquí se refiere la hazaña temeraria que realizó en Huejutla Antonio Reyes Cabrera, "El Tordo", originario de Barrio Arriba, una de las cinco divisiones políticas de esa población huasteca. Fue de oficio zapatero, y. movido por un sentimiento patriótico, reunió a un reducido grupo que una versión estimó en sólo 23 hombres y otra 40; en su mayoría indígenas procedentes de Huejutla. de Coacuilco y de Ixcatlán. Tuvo la suerte de que doña Carlota Reyes le proporcionase valiosos datos e informes sobre el número de las fuerzas invasoras ocupantes del Huejutla, al mando del general imperialista Silverio Ramírez y del comandante Ignacio Labastida que se hallaba en parte del Convento y de la hoy Presidencia Municipal. En poder de esos informes, Antonio Reyes reunió un grupo formado por Jesús Sánchez, Anselmo Gómez, Máximo Sánchez, Felipe Rivera, Ignacio Torres, Mariano Alcántara, Anselmo Cobos, Mariano Molino, Jesús Rodríguez, Froylán
Zurita y Teodoro Sagaón, y algunos correligionarios bajo las órdenes de Petronilo Briseño, del barrio de Tahuizán ayudado por Carlota Reyes oriunda de Molango y comadre de “El Tordo”, comandante de la guerrilla a quien ese grupo de hombres lo nombraron su capitán. Preparó su plan de ataque; ya que también habían podido reunir algunas armas. Logrando esto, se retiró con su grupo a Tepeyacapa, a 20 kilómetros de Huejutla; se acordó lanzar el ataque en la madrugada del día 20 de mayo, en contra de las fuerzas de la Intervención y del Imperio que sumaban 400 hombres y que tenían tomada a Huejutla. Se tuvo que alterar la fecha del ataque, debido a una fuerte lluvia que mojó la pólvora y obligo a los valientes huejutlenses a retirarse a Chicualoya donde estuvieron todo el día 20 para que se secara la pólvora y rehacer estrategias por la fuerte lluvia que había caído.
Se inició el asalto, a las dos de la madrugada del día 21 de mayo de 1866, sigilosamente rodearon el cuartel de los imperialistas e iniciaron furioso ataque, secundados por los otros patriotas huejutlenses. Así con el apoyo del grupo que mandaba don Petronilo Briseño (iban descalzos para no hacer ruido). Al primer disparo, cayó el cuerpo del centinela francés, se asaltaron a continuación los dos reductos citados, que cayeron en poder de "El Tordo" y de sus compañeros. De varios lados salieron refuerzos para auxiliar al improvisado ejército nacional. Los franceses y los imperiales huyeron, entre ellos Ramírez, pero Labastida fue apresado y se le ordenó gritase "¡Viva la libertad!" a lo que contestó "¡Viva el Imperio!" y repetido todo esto, uno de los nacionales le hundió un cuchillo y luego lo despojó del magnífico traje de charro, el que se dice después usó.
Mientras tanto, Antonio Reyes gritaba "¡Victoria! ¡Hemos vencido! ¡Viva Huejutla!" y en ese momento una bala asesina le hirió de muerte por la espalda. En ese mismo lugar donde cayó, se levantó un monumento a su memoria en el lado sur de la Plaza de Huejutla.
En 1943, el Congreso del Estado de Hidalgo, en un justo reconocimiento al héroe, y su participación en ese glorioso hecho de armas, expidió un decreto por el que esa Ciudad se denominaría "Huejutla de Reyes”; y en este 2007 en Sesión Solemne se inscribirá el nombre de Antonio Reyes Cabrera junto con los de otros distinguidos Hidalguenses que ya se encuentran en la Sala de Sesiones de esta H. Legislatura.
(“La Huasteca Hidalguense”, por Joaquín Meade, 1949.-Centro Hidalguense de Investigaciones Históricas A:C:.- Presidente Arturo Herrera Cabañas)
Día Internacional del trabajo.
El Día internacional de los Trabajadores, el Primero de Mayo, es la fiesta del Movimiento Obrero Mundial.
Desde su establecimiento en todos los países por acuerdo del Congreso Obrero Socialista celebrado en París en 1889 es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago que fueron ajusticiados por su participación en las jornadas de lucha por consecución de la jornada laboral de ocho horas que culminaron el la huelga del 1º de mayo de 1886 en los Estados Unidos (EE.UU.), hecho que fue el origen de que dicha celebración se lleve a cabo es esa fecha.
Curiosamente en EE.UU. no se celebra esta conmemoración. Allí celebran la Fiesta de los que trabajan el primer lunes de septiembre que se viene celebrando desde 1882 a propuesta del dirigente Peter J. Mac Guire de la Central Labor Union. Esta celebración ha sido apoyada e impulsada por los patrones y gobierno para eclipsar sentido real del 1º de mayo.
Los hechos que dieron lugar esta celebración estan contextualizados en los albores de la revolución industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX Chicago era la segunda ciudad de EE.UU. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergarían a cientos de
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