Traspasando Fronteras:
Enviado por miya_ • 21 de Octubre de 2011 • 4.606 Palabras (19 Páginas) • 469 Visitas
Traspasando fronteras: los migrantes indígenas de México en Estados Unidos
Alicia M. Barabas
La frontera norte y los migrantes indígenas de Oaxaca
La territorialidad de los migrantes
Las Comunidades transnacionales
Reconfiguración cultural y redimensionalización identitaria
1Los migrantes indígenas de México son un ejemplo muy sugerente de la polisemia, de la rápida mutabilidad y de la creatividad cultural que se desenvuelven en las regiones fronterizas internacionales, en especial en el presente cuando las lógicas de la globalización crean nuevas y complejas formas de territorialidad y de co-gestión multinacionales. Estudios actuales sobre la frontera entre México y Estados Unidos enfatizan, desde una perspectiva constructivista, que la frontera es una realidad históricamente cambiante producto de complejas dinámicas establecidas por los diferentes grupos sociales que se movilizan a través de ella. La frontera, así entendida como un proceso múltiple, supera la concepción unidimensional y fija de los estados nacionales preocupados por establecer los límites entre diferentes territorios de soberanía y sus correspondientes identidades nacionales.
2Hoy en día los analistas tienden a suavizar el significado lineal y de separación o límite que enfatizan los estados, y comienzan a tomar en cuenta las perspectivas de los actores y a observar las vías y redes multidimensionales construidas por los migrantes. Para ellos la frontera comporta significados, funciones y alternativas diferentes que tienen que ver con la supervivencia y reproducción económica pero también con la movilidad espacial, la densificación de redes de parentesco y ayuda mutua, y la construcción de nuevas configuraciones culturales e identitarias. A pesar de los estados la frontera es porosa y por ella circulan también imaginarios colectivos, valores, deseos, normas y estilos de vida construidos en comunidades indígenas lejanas, como las de Oaxaca, y reconstruidos en contextos tan disímiles como Tijuana, en Baja California, o Fresno, California, en Estados Unidos.
3Contrariamente a lo que las teorías clásicas sobre migración sostenían acerca de la inevitable asimilación cultural y descaracterización étnica, son los procesos de reivindicación étnica y cultural los que dinamizan más profundamente a los migrantes indígenas actuales. Pero la revalorización de la identidad indígena y la reproducción cultural no sólo deben entenderse como mecanismos de resistencia frente a realidades discriminatorias, o como factores de poder en el contexto de los derechos culturales de los pueblos. La identidad étnica del migrante mixteco, zapoteco, triqui o mixe se expresa también -y diría que principalmente- en referencias culturales emblemáticas como el pasado común, el parentesco, la “costumbre”, el idioma, y la pertenencia a una colectividad de origen; no obstante que la migración va reconfigurado las culturas "tradicionales" y redimensionando las identidades.
4Teniendo estas ideas como telón de fondo, me propongo brindar un breve panorama de la migración internacional en la frontera norte (México-USA), desde los puntos de vista de los antes mencionados grupos indígenas. Múltiples aspectos de la relación migración-frontera podrían ser analizados, pero me detendré en cuatro que considero nodales: la peculiar territorialidad de los migrantes y el papel de la frontera en ella, la conformación de comunidades transnacionales, la reconfiguración transnacional de la cultura de los migrantes, y la redimensionalización de la identidad étnica en los contextos de frontera y de origen.
La frontera norte y los migrantes indígenas de Oaxaca
5La frontera sur de USA, antes territorio mexicano, y el norte de México tienen vínculos históricos y múltiples relaciones desde la época colonial. Poblaciones emparentadas han vivido por generaciones a uno y otro lado de la frontera y construyen su economía y forma de vida en la región transfronteriza. A partir de la década de 1950 se intensificó el flujo de migrantes mexicanos de todo el país, y para 1970 buena parte de ese contingente eran indígenas provenientes de Oaxaca, Michoacán y Guerrero, reclutados por el Programa "braceros" que otorgaba permisos estacionales para trabajadores agrícolas en Estados Unidos. Más tarde, el exceso de población bracera dejó de ser funcional para ese país, pero la migración continuó creciendo, generalmente en forma ilegal y ligada a la agroindustria y los servicios. En gran medida esa migración no deseada y voluminosa ha podido cruzar la frontera y sobrevivir en Estados Unidos, porque las redes de parentesco y ayuda recíproca habían sido ya instaladas en ambos lados por los migrantes establecidos. Las fronteras que, antes de la constitución de los Estados nacionales, eran espacios de transición, zonas de interacción fluidas; dejaron formalmente de serlo, pero para los migrantes asentados en la región transfronteriza y para los itinerantes lejanos, continuaron siendo zonas de articulación.
6Para ambos Estados nacionales la frontera es un límite espacial fijo, que al mismo tiempo opera como límite geopolítico, económico y cultural. Una vez marcados los límites precisos del territorio de soberanía los estados se han preocupado, como señalaba J. Mira (1990), de asimilarlo con la identidad nacional, de tal suerte que la frontera-mapa llega a adquirir una fuerza simbólica decisiva en la construcción y reproducción de esa identidad nacional. En sectores del mundo globalizado las identidades nacionales pueden hoy ir perdiendo fuerza, o reformulándose en un sentido más amplio, en relación con la integración económica internacional que hace de las fronteras enlaces entre territorios conectados (P.Bovin y M.Dauzier,1997); pero no sucede lo mismo entre USA y México a pesar del TLC o NAFTA. Desde 1994 USA ha endurecido las leyes migratorias, los controles fronterizos y restringido los derechos de los migrantes. La integración de los mercados aminora obstáculos arancelarios y aleja riesgos de conflicto militar, pero se limita a operar en campos restringidos (comercio, turismo, medio ambiente), sin transformar las estructuras productivas y sociales para fomentar la cooperación e integración binacional, en especial en las regiones de frontera. No obstante la migración es funcional para ambos países; para Estados Unidos cubre la demanda de mano de obra barata y con pocos derechos sociales, para México alivia la presión demográfica, los conflictos internos por la tierra y la lumpenización de las ciudades, al tiempo que permite la reproducción de las comunidades indígenas en el territorio mexicano.
7 Voy a centrarme en el panorama migratorio del estado de Oaxaca, que tiene el mayor número de indígenas (un millón quinientos
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