Un Hombre Triste… Muy Triste.

1. ¿Qué enseñanzas le deja para su vida personal y laboral, la lectura?

- En la vida personal: Las enseñanzas que me deja la lectura para mi vida personal es que debo estar siempre agradecida con Dios por las bendiciones, las oportunidades y las cosas que él me ha regalado y que debo de tratar de ser feliz y valorar las cosas que tengo, así no sean lo que yo haya querido, porque lo importante no son las cosas materiales que conseguí, lo que importa es la que aprendí en el camino tratando de conseguirlas.

También aprendí que uno no debe esperar a que Dios nos haga realidad nuestros sueños, sino que debemos trabajar duro y luchar para conseguir hacerlos realidad, porque él solo nos da los dones y las herramientas necesarias para emprender esta labor, pero depende de nosotros de cómo las vamos a utilizar para alcanzar dichos objetivos.

- En lo laboral: Las enseñanzas que me deja la lectura en el aspecto laboral es que al igual que en mi vida personal, debo agradecer a Dios porque tengo un empleo digno; y a lo mejor no es lo que quería o para el que me preparé en la universidad, pero es una gran oportunidad para aprender muchas cosas que me pueden servir para aplicarlas en mi vida diaria o en mi propio proyecto de vida.

También aprendí que a veces me tocará trabajar con personas que tal vez no sean de mi agrado o con las que no hubiese deseado trabajar, pero entendí que para tener unas buenas relaciones interpersonales con ellas debo aceptarlas tal y como son, con sus virtudes y defectos y que en vez de juzgarlas debo escucharlas y comprenderlas para poder tener una buena comunicación y poder trabajar en equipo para lograr alcanzar las metas de la empresa y las que nos propusimos nosotros mismos como seres individuales que somos.

- En el servicio al cliente: La enseñanza que me deja la lectura en este aspecto es que más que vender un producto o servicio, se trata de escuchar y atender las necesidades que el cliente posee y tratar en lo posible de cumplir dichos requerimientos para que el cliente se vaya con la sensación de que no solo adquirió un buen producto o servicio, sino que también se le tuvo en cuenta para qué razón o motivo lo estaba necesitando, satisfaciendo así sus deseos.

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