Un paciente al sufrir la necrosis o falla total de un tejido u órgano el procedimiento que se llevará a cabo es la extracción o reemplazo del tejido afectado por una unidad anatómica

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Laura Itzel Soto Castro

Un paciente al sufrir la necrosis o falla total de un tejido u órgano el procedimiento que se llevará a cabo es la extracción o reemplazo del tejido afectado por una unidad anatómica  funcional lo que conocemos en la actualidad como trasplante de órganos; el cual consiste en transferir un órgano o tejido de un individuo a otro para reemplazar su función.

En el proceso del trasplante de órganos existe la intervención de diferentes personas y el trato de partes esenciales de éstas, lo que es punto importante desde el punto de vista de la bioética con esto nos encontramos con diferentes interrogantes ¿Es debido que una persona afecte su calidad de vida al donar un órgano a favor de otra que lo necesita?  ¿El trasplante de órganos abrirá paso a su mercado?

En primer lugar observamos que durante el proceso intervienen varias personas como el receptor que será el que recibe los beneficios del trasplante, el donante que es la persona de la cual provienen los órganos; cuando éste ha perdido la vida se le denomina donante y se le llama donador cuando la persona aún sigue con vida.  Asi como también vemos que los trasplantes pueden ser de varios tipos como autotrasplantes en los cuales donador y receptor son la misma persona en éstos se utiliza tejido del propio individuo, isotrasplantes se da entre gemelos idénticos así el donador y el receptor son genéticamente idénticos, homotrasplantes o alotrasplanes en el que el donador y el receptor pertenecen a la misma especie pero son genéticamente diferentes y los heterotrasplantes o xenotrasplantes donde los sujetos pertenecen a especies distintas, estos últimos aún no son cien por ciento aceptados ya que implicaría una manipulación de la carga génica del que será el donador, los heterotrasplantes son un tema controversial desde el punto de visto bioético ya que no se sabe exactamente si la vida de un ser humano deba depender de un animal y si es permitido la crianza de animales y su trato con el fin de preservar la vida de una persona.

Un trasplante conlleva diferentes situaciones que afectarán la vida del receptor con diversas consecuencias además de las positivas como el hecho de al aceptar el trasplante y con ello la continuidad de su vida, también conlleva consecuencias negativas; éstas biológicamente dependen de muchos factores como el tipo de trasplante, el tratamiento de acondicionamiento empleado en el paciente, el estado general del receptor, su edad, la duración funcional del órgano trasplantado y el grado en el que el sistema inmunológico queda inhibido. Los posibles riesgos a los que se somete el paciente desde el punto de vista biológico son:

Daño a los demás órganos; esto debido a los medicamentos a los que se utilizan en ocasiones estos pueden causar infertilidad, también se han observado desarrollo de cánceres secundarios ya que la probabilidad de padecer esta enfermedad es mayor de 4 a 11 veces que las personas que nunca han tenido un trasplante. El receptor posterior a la donación de células madres corre el riesgo de desarrollar un trastorno linfoproliferativo que es un crecimiento descontrolado de células linfáticas; se asocia a la deficiencia de linfocitos T y la presencia de un virus llamado Epstein-Barr el cual al afectar a una persona con un sistema inmunológico saludable no produce efectos graves, en realidad la mayoría de las personas en algún punto de su vida son infectadas por el virus, sin embargo el tratamiento al que se somete una persona tras un trasplante permite que la infección del virus Epstein-Barr quede fuera de control.

Otro de los efectos que pueden aparecer es una recaída, la cual ocurre más frecuentemente en pacientes con trasplante de células madre y pacientes con cáncer.

Se debe tomar en cuenta que un trasplante puede involucrar también su rechazo y con este el fallo de la intervención quirúrgica. Existen cuatro tipos de rechazo: el rechazo hiperagudo que se produce horas e incluso minutos después del injerto, este rechazo es fulminante y está mediado por anticuerpos, se debe por una previa sensibilización del receptor ya sea por embarazo, transfusión, trasplante previo o por la no compatibilidad ABO.  El segundo tipo es el rechazo acelerado que es el que se manifiesta durante los primeros días después del trasplante. El rechazo agudo es el cual se produce en el primer mes postrasplante por una reacción del huésped contra el injerto conocida como HVGR (host Vr. Graft Reaction) por una hipersensibilidad retardada se provoca la destrucción del injerto. Por último el rechazo crónico se produce meses o años después del trasplante y no se conoce  con exactitud su causa.

Tras un trasplante el receptor puede desarrollar consecuencias psicológicas, entre las más importantes suelen ser: la aparición de trastornos sexuales como el deseo sexual hipoactivo y en los hombres la imposibilidad de mantener una erección. Se desarrollan trastornos del estado de ánimo los más frecuentes son los trastornos depresivos éstos que pueden ser un factor de riesgo para las conductas de no adherencia terapéutica las cuales provocan altos porcentajes de rechazo al órgano trasplantado. Puede ocurrir desarrollo de trastornos de ansiedad con una prevalencia de 3 a 33% en los primeros años después de la intervención, estos trastornos aumentan tras recibir el alta hospitalaria al volver a la vida normal debido a la pérdida de atención médica y familiar excesiva que se les brindaba cuando se encontraban en el hospital. El receptor puede presentar ciertas fantasías sobre el donante que lo pueden llevar a sentimientos de culpa al pensar que el donante ha muerto para que ellos puedan vivir y si el órgano procedía de alguien vivo piensan que las repercusiones que tendrá el donador en su vida serán por su causa. Por último las personas que han recibido un órgano sienten una insatisfacción de su imagen corporal, ya que les es imposible integrar psicológicamente el órgano a sí, de tal forma que se percibe como un objeto extraño que introduce rasgos del donante.

Al saber que un trasplante no solo conlleva efectos positivos en el receptor, se debe poner la disponibilidad del trasplante en una escala de valores observando los beneficios que obtendrá el receptor contra los efectos negativos que lleva en él y en el donador, si es necesario afectar su calidad de vida en caso de que la donación se dé con vida si es necesario los riesgos que expondrán a cada uno con el propósito de realizar el trasplante.

LEGISLACIÓN

El trasplante de órganos es una tema aceptado mundialmente con diferentes leyes en cada país, aunque haya tenido un gran auge su legislación es pobre en México dando paso a la corrupción y el trato de partes de cuerpos humanos con fines distintos a los que se establecieron.

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