Una Cultura De Calidad En La Escuela

PEDAGOGIA GENERAL

ENSAYO:

UNA CULTURA DE CALIDAD EN LA ESCUELA

GUADALUPE BERENICE UREÑA ALCARAZ

Introducción

La educación es un tema polémico, desde sus inicios hasta el día de hoy ha estado expuesto a la crítica. Sobre todo porque no satisface las necesidades del cambio acelerado que se vive en los últimos tiempos.

En nuestro País mucho se habla del tema, resaltando siempre los aspectos negativos, dejando serios cuestionamientos sobre la capacidad del sistema educativo para atender la demanda de la sociedad, sobre todo por los requerimientos actuales en el proceso de cambio, como lo son los avances tecnológicos y científicos.

Otro de los factores que enfrenta la escuela es la gran apertura de información a la que tiene acceso la sociedad, a través de los medios de comunicación, en la cual se expone los resultados desfavorables del sistema educativo, que lejos de acercarnos a buscar una mejora en conjunto, o brindar apoyo a la causa, solo es sujeta a críticas y reclamos por parte de los padres de familia hacia los maestros.

Y es que mucho han tenido que ver todos estos cambios en nuestra cultura y en el devaluó del papel del maestro. Las escuelas y los maestros enfrentamos una gran exigencia social. Como primer paso hacia el cambio, resulta necesario reconocer las fallas y errores, enfocándonos en el plantel educativo, como es el desempeño de cada uno de los integrantes (Supervisores, directivos, maestros, padres de familia y alumnos) para poder planear e implementar posibles soluciones de cambio, mismas que nos lleven a la superación. En este documento se retomaran estos aspectos con una visión clara y accesible para docentes y directivos, pues el cambio lo podemos ir trabajando en nuestras escuelas, claro está que es un proceso que se fortalece día a día y con la contribución de todas las partes involucradas, para que se logren los resultados deseados.

Actualmente estamos viviendo una reforma (RIEB 2009), como muchas tantas que han pasado por la historia educativa de nuestro país, todo con el fin de mejorar la educación y lograr la calidad, pero para llegar a ese objetivo tenemos que empezar por hacer un cambio de actitud, aplicando una filosofía de mejora continua que haga posible lograr buenos resultados en la escuela, mismos que puedan ser verificados por la misma sociedad, como se pretende y exige. Pues recordemos que todo cambio se debería de hacer con el fin de mejorar.

La cultura escolar esta apegada a la tradición, con gran resistencia al cambio, principalmente del maestro, pues se tiene miedo a la crítica, sin darse cuenta que ya es parte de ella y mucho se justifica en la libertad de cátedra para respaldar el “trabajo” sin darse apertura a la autocritica, misma que le permitiría valorar y modificar su práctica docente.

Una Cultura Escolar

Nuestro país se ha caracterizado siempre por su apego a la tradición y en el ámbito educativo pasa lo mismo, esto ha generado una problemática para que se logre mejorar el servicio. Primeramente por que se forma una resistencia al cambio, que se ve alentada por el entorno social y la misma organización del sistema educativo como lo son sus: lineamientos, reglamentos y disposiciones, así como el apoyo de materiales y recursos que se les brinda a los directivos y maestros para el desarrollo de su trabajo, influyendo en gran medida la valoración misma que tiene el magisterio de su labor.

Es clara la apreciación que se tiene del sistema educativo, sobre todo a nivel básico, son muchas las críticas y pocos los resultados satisfactorios. Toda esta situación ha contribuido a que el prestigio social con el que contaba la escuela se vea afectado y de igual manera la imagen del maestro como responsable de la educación de los niños, sobre todo por las deficiencias de aprendizajes que muestran en el uso del lenguaje y en la aplicación de las matemáticas que es algo fundamental, sin hablar de la falta de interés y conocimiento en las otras ciencias, culpando de ello a las escuelas y sus metodologías.

El sistema educativo mexicano opera de una manera centralizada, aun cuando a los gobiernos estatales se les asignan responsabilidades operativas y administrativas, es el gobierno federal quien define las normas, sistemas y criterios en cuestión académica de innovación y cambio, así como la definición y autorización de planes y programas de estudio consultando en su mínimo a las entidades federativas. Esta forma generalizada no permite atender las necesidades de cada entidad, hay que reconocer que el enfoque de nuestro sistema no se ha actualizado a los cambios tan acelerados que vive nuestra sociedad. Para alentar un cambio satisfactorio tendría que cambiar desde arriba (el sistema) empezando por una reestructuración del mismo, pensando en satisfacer estas necesidades. Se puede empezar por cambiar los roles, las reglas, las relaciones internas y externas (con la sociedad) para adquirir un cambio de cultura en la organización educativa.

El impulso del cambio educativo a través de reformas

En el 2009 se implemento la Reforma Integral de Educación Básica en la que se propone un método de trabajo que hace énfasis en la calidad del servicio educativo. Con la que se pretende una transformación desde el plantel escolar, haciendo hincapié en el trabajo colaborativo dentro de la institución, entre director, maestros, alumnos y padres de familia, actuando en equipo para lograr un objetivo en común, “Porque a medida que la escuela de apertura a la sociedad, encontrara más aliados a favor de la calidad”.

W. Edwards Deming impulsor de la calidad propone tres aspectos esenciales para la transformación del sistema a nivel nacional:

1. Crear un consenso en los propósitos de cambio y mejora en los tres niveles (nacional, estatal y local)

2. Diseñar una estrategia de impulso apoyada por la organización sindical

3. Apoyo al cambio en la educación por parte de la comunidad

En este sentido el concepto de calidad es la mejora continua en el servicio, por eso se habla de crear una nueva cultura escolar, donde la actitud positiva y el deseo de superación sea una lucha constante, pues está claro que es un proceso que se lleva a poco a poco, en donde la disposición por parte de directores y docentes juegan es fundamental y necesaria, en la que se aprovecha al máximo la capacidad de los recursos.

Si nos ponemos analizar un poco todos estos aspectos desde las diversas posturas, se concluiría la falta de compromiso que existe de todas las partes.

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