ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Una forma de documentación narrativa es esencialmente


Enviado por   •  7 de Octubre de 2011  •  Trabajo  •  2.243 Palabras (9 Páginas)  •  719 Visitas

Página 1 de 9

fuckArtículo sobre nota narrativa de Enfermería

Documentación_narrativa

Una forma de documentación narrativa es esencialmente blanco y la enfermera, simplemente escribe en toda la información pertinente. Estos tipos de formularios se basan en el SOAP (subjetivo, objetivo, Evaluación y Planificación) de la plantilla. Esta es la forma menos eficaz, ya que depende completamente de las enfermeras para decidir lo que el documento, dice Malm. Además, esta forma no es fácil ni eficiente de usar, ya que las enfermeras deben escribir todo lo que fuera, en lugar de simplemente marcando las casillas junto a las descripciones de los servicios prestados. "Es muy ineficiente y conduce a una gran cantidad de errores en la documentación", dice Malm. Sin embargo, las formas narrativas son flexibles, sobre todo para documentar las complicaciones, los nuevos diagnósticos, y otros acontecimientos imprevistos.

“necesita una revolución humanística que la vuelva a centrar en su función cui dadora, en la atención y apoyo al paciente, además, si dicha revolución no se produce, los pacientes podrían demandar los servicios de una clase nueva y diferente de profesionales sanitarios”. Un reconocimiento del valor del cuidado humano en Enfermería surge desde siempre y enriquece el cuidado actual. La enfermera puede realizar acciones hacia un paciente sin sentido de tarea por cumplir o de obligación moral siendo una enfermera ética. Pero puede ser falso decir que ella ha cuidado al paciente si tenemos en cuenta que el valor del cuidado humano y del cuidar implica un nivel más alto: el espíritu de la persona. Cuidar llama a un compromiso científico, filosófico y moral, hacia la protección de la dignidad humana y la conservación de la vida.

La profesión de enfermería exige una vocación específica que implica ejercer nuestro trabajo con espíritu de servicio sin admitir la mediocridad, sin admitir las cosas mal hechas; debemos estar convencidos de la nobleza de nuestro trabajo. No debemos detenernos siempre en lo fácil sino buscar y enfrentar siempre lo difícil. Nuestra vocación no debe admitir nunca la rutina en la tarea diaria y no debe haber dos días iguales en el quehacer asistencial, docente y/o investigativo.

El ideal y el valor del cuidado no son simplemente cosas sueltas, sino un punto de inicio del contacto con el paciente, un estadio, exige una actitud que debe tornarse en un deseo, en una intención, en un compromiso y en un juicio consciente que se manifiesta en actos concretos. El cuidado humano, como un ideal moral, trasciende el acto y va más allá de la acción de la enfermera y produce actos colectivos de la profesión de enfermería que tienen consecuencias importantes para la civilización humana.

Cuidar implica conocer a cada paciente, interesarse por él. Interesarse implica, paradójicamente, desinteresarse de uno mismo, algo difícil. Interesarse supone entrar dentro del ser, en este caso dentro del paciente, tener un conocimiento propio de cada uno, un darse cuenta de sus actitudes, aptitudes, intereses y motivaciones y además de sus conocimientos; requiere su manifestación como persona única, auténtica, capaz de generar confianza, serenidad, seguridad y apoyo efectivo. Esto exige entonces un esfuerzo de atención, una concentración que a veces agota más que el esfuerzo físico. Pero el que lo consigue se recrea en ese juego de gran belleza, que si se sabe percibir, consiste en ir descubriendo, poco a poco, un ser cuya riqueza de matices, nunca se acaba de conocer del todo. “Es precisamente ese misterio del ser, en parte conocido, y en parte desconocido, pero siempre inefable, en su unidad, el que debe arrastrar y entusiasmar cada vez más al profesional de enfermería”.

La acción real y concreta de cuidado puede trascender el valor y superarlo y es dentro de esa idea que la noción de los valores y las acciones de cuidado pueden ser contagiosas en forma individual y en grupo, si se dan suficientes condiciones. El valor del cuidado se fundamenta en la enfermera creativa cuyo ser es trascendente.

Las condiciones necesarias y suficientes para que se dé el cuidado incluyen:

• Conciencia y conocimiento sobre la propia necesidad de cuidado.

• Una intención de actuar y acciones basadas en el cono cimiento.

• Un cambio positivo como resultado del cuidado, juzgado so lamente con base en el bienestar de los demás.

Se puede agregar a esto que debe haber un compromiso subyacente de valores y moral para cuidar y un deseo para hacer lo. Dentro de los valores que el profesional de enfermería debe luchar por desarrollar para brindar un excelente cuidado, se encuentran muchos.

Sin embargo, es importante resaltar los siguientes:

• Calidad considerada tanto desde la vida personal como profesional.

Con su desarrollo se pretende que el profesional de enfermería llegue a desarrollar un interés permanente por su crecimiento y esto sólo se logrará con “una auto exigencia constante que la conduzca a ponerle amor y cuidado a lo grande y a lo pequeño, lo cual la conducirá a acabar las cosas bien”.

• La dedicación al trabajo permitirá prestar atención al mismo cuidando el orden y adquiriendo tenacidad y constancia en los encargos que se le hagan, con lo cual siempre podrá vencer la pereza y evitar la improvisación en su quehacer. “Además desarrollará un gran espíritu de cooperación que no es más que la actitud permanente de servicio a los demás” lográndose en últimas una labor de equipo con la que se alcanzará una gran repercusión en el bienestar del paciente, la familia y/o el grupo al que se le brinde cuidado, a la vez que se favorece así el desarrollo de características tales como estimar y valorar a los demás, reconociendo sus capacidades y aportes, con lo cual finalmente se pretende alcanzar el progreso propio y el de los demás.

• La alegría debe ser característica esencial del profesional de enfermería. Ésta debe traducirse en el optimismo con el que desarrolle su trabajo, el buen humor que se esfuerce por desarrollar en los momentos en los que no sólo el paciente sino también sus compañeros de trabajo lo necesiten. Esto le permitirá sobrellevar las dificultades de tal forma que se encuentren las soluciones más acertadas y todos sean beneficiados.

Estas características se reflejarán en el trabajo bien hecho, lo cual se verá beneficiado por la creación de un ambiente propicio para el buen uso de la libertad con la que todos contamos para desarrollarnos personal y profesionalmente. Y ¿cómo lograrlo? Siendo profesionales de calidad, poniendo mucho amor y esmero a nuestro trabajo para convertirnos en personas que quieren el trabajo y quieren a su trabajo.

Hasta aquí

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (14 Kb)
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com