Una revisión a los conceptos de hegemonía y resistencia en el capítulo “La construcción de la coyuntura” del libro “Estudios Culturales en Tiempo Futuro” de Lawrence Grossberg
Enviado por Isidora García S. • 13 de Abril de 2016 • Ensayo • 3.693 Palabras (15 Páginas) • 357 Visitas
Una revisión a los conceptos de hegemonía y resistencia en el capítulo “La construcción de la coyuntura” del libro “Estudios Culturales en Tiempo Futuro” de Lawrence Grossberg
En una primera instancia, para poder comprender y analizar el libro “Estudios Culturales en Tiempo Futuro”, y específicamente el capítulo “La construcción de la coyuntura: la lucha en torno a la modernidad”, es necesario entender desde donde se sitúa el autor, Lawrence Grossberg. Y es que el texto, tal como él mismo lo reconoce en reiteradas ocasiones, es una lucha por entender el porqué del funcionamiento actual del mundo, más que una introducción o una explicación de lo que son o pretender ser los estudios culturales.
Grossberg a través de un exhaustivo y crítico análisis, basado entre otras cosas en su trabajo y experiencia, busca generar formas de repensar la imaginación, de reflexionar en torno a las coyunturas contemporáneas, para así producir propuestas para una futura creación de estudios culturales. Y es que para él “los estudios culturales examinan las posibilidades del futuro que revela el presente. Tratan de entender el presente, procuran hacer visibles otras trayectorias en otros futuros y formular estrategias que nos lleven desde aquí hacia allá” (Grossberg, 2012: 77).
Pero es necesario, además, adentrarse en lo que el autor entiende por “coyuntura”; basándose en su mayoría en textos de Stuart Hall, lo define y acota como “una forma particular de construir contextos” (Grossberg, 2012: 36). En adhesión a esto el concepto es considerado una elección política, entendiendo que hay cierto tipo de luchas y posibilidades políticas que son esclarecidas a partir de un análisis. Se puede caracterizar el término como “una articulación, una acumulación y una condensación de contradicciones, una fusión de diferentes corrientes o circunstancias” (Grossberg, 2012: 59). Sin embargo, a pesar de que una coyuntura nace debido a estos diferentes factores, ésta debe ser construida, narrada y fabricada para su correcto análisis.
Lo anterior da paso al capítulo “La construcción de la coyuntura: la lucha en torno a la modernidad”, en el que se pueden identificar tres ejes centrales donde se problematiza la coyuntura contemporánea. En primer lugar, el autor contextualiza las luchas que surgen contra la euromodernidad -imaginaciones actuales de Ia modernidad europea y del Atlántico norte-. Luego pasa a analizar y encasillar las posibilidad de teorizar el concepto de modernidad, para finalmente ahondar en la importancia de la política en los estudios culturales.
En un inicio el autor plantea que nos encontramos ante una crisis emergente y reformadora en cuanto a la disminución de la validez -respecto al poder político- otorgada a las fuerzas hegemónicas de Occidente. Lawrence Grossberg señala que debido a una escasez de posibilidades e imaginación política se suele asociar esta transformación a los efectos de la globalización. Sin embargo, en pos de comprender lo anterior, Grossberg contrasta los pros y contras de englobar esta problemática netamente en dicho término, concluyendo que resulta no ser útil para comprender o explicar la coyuntura actual. Debido, principalmente, a que las teorías asociadas a la globalización tienden a contrastar Ia complejidad de lo nuevo con Ia simplicidad de Io viejo, sin darle mayor importancia necesaria al contexto que se genera en cada instancia, y además, la globalización como tal no es un concepto nuevo, pues el mundo siempre ha tenido fuerzas marcadas que han operado internacionalmente a pesar de las distancias.
Tras remarcar la importancia del contexto en cuanto a la comprensión o construcción de una coyuntura, el autor señala a modo de ejemplificación un estudio realizado por él mismo en donde indaga respecto a los cambios producidos durante cuatro décadas en las formas aceptables y normales de caracterizar a los niños en Estados Unidos. De tal manera que construyó diferentes contextos para así “(re)fabricar” la coyuntura y así entender el porqué de los cambios que reconocía. Tras lo cual identificó diferentes contextos, como el de posguerra o como también el surgimiento de nuevos aires de conservadurismo y capitalismo libertario. A modo de conclusión el autor señala que los diferentes cambios drásticos que vivió la población estadounidense fueron generando una cierta “concienciación” respecto a que en ellos recae la posibilidad de que el futuro diste en realidad en cuanto al presente. Entendiendo la responsabilidad que cae en el presente para con el futuro, en cuanto a provocar o influir cualquier detalle en él, por lo que los niños adquieren la significación de ser los únicos capaces de generar el cambio. Este ejemplo termina por caracterizar una lucha contra la llamada euromodernidad y una necesidad de cambiar las cosas, queriendo definir la modernidad venidera bajo sus propios estándares y no rigiéndose en cuanto a lo que las hegemonías Occidentales estipulan.
En este primer acercamiento a lo desarrollado por el autor ya se puede identificar una noción de la llamada resistencia en cuanto a términos de hegemonía. Querer desligarse de lo europeo y generar una lucha por definir la próxima modernidad, es sin lugar a dudas un intento por salir del papel del oprimido.
En relación a esto y a partir del texto de Néstor García Canclini “Gramsci con Bourdieu. Hegemonía, consumo y nuevas formas de organización popular” se puede entender que siempre que existe una clase hegemónica, existe una clase dominada, y es que no puede existir la una sin la otra. Ante esto surge la idea de Gramsci en donde en toda sociedad libre siempre hay una clase dominante -en este caso Occidente- que impone su punto de vista y que por medio de la influencia cultural se mantiene en una posición de dominio que termina por provocar un cambio político. Gramsci además hace referencia a que ya no existe un sujeto individual con ideas propias, sino que se transforma en un fenómeno colectivo basado en la relación entre el “ser” y los discursos ideológicos.
Sin embargo, Foucault dice que el poder no siempre nos aplasta, puede existir un cambio en esa dinámica y que los dominados generen organización popular y comiencen a crear su propia cultura y conocimiento. Es en particular en este punto donde es necesario hacer una relación con lo que Grossberg plantea en cuanto a la necesidad de generar una modernidad distinta a la de Occidente.
A modo de cuestionar el ejemplo del autor, no posicionar a Estados Unidos como un ente hegemónico es caer en una categoría errónea. Y si bien se justifica más adelante, que en el país norteamericano la lucha ante la dominación se
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