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Utopia De La Educcion


Enviado por   •  20 de Mayo de 2014  •  1.610 Palabras (7 Páginas)  •  237 Visitas

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Utopía de la educación es en lo sucesivo es la única esperanza de reorientar la historia de los hombres en la dirección de los fines. ¿Por qué utopía? De hecho, el término utopía, en este uso, sólo tiene sentido en relación con las políticas actuales que van todas en el mal sentido, independientemente de lo que pretendan, porque éstas al mismo tiempo se resignan al fracaso escolar, vinculan estrechamente la cuestión de la escuela o la de la universidad con la del empleo, no se ocupan lo suficiente de crear las condiciones de una cultura general que no dependa del entorno familiar o social y, en resumen, descuidan la cuestión de los fines o la limitan al ámbito de la economía afirmando, por ejemplo, que el regreso al crecimiento es una condición previa absoluta a toda iniciativa social. Pero esta "utopía" tiene su lugar: la Tierra entera, el planeta; por optimismo, de buen grado la llamaría programa. El programa puede acomodarse -de hecho lo hace bien- al tiempo político, al tiempo largo que es una forma de esperanza, en la medida en que el movimiento hacia su aplicación sea perceptible o al menos discernible, lo que hoy no ocurre en ninguna parte, pero que puede comenzar mañana.

Un programa así evidentemente no podría proceder de un deseo cualquiera de gobernar en nombre de un saber absoluto. El conocimiento, contrariamente a la ideología, no es ni una totalidad ni un punto de partida. Se trata, al contrario, de gobernar con vistas al saber, de asignarse el saber como una finalidad, individual y colectiva, destinada a seguir siendo prospectiva y asintótica. Es realmente de lamentar que el término "cientismo" se emplee a menudo con tanta facilidad por polemistas conscientes o inconscientes de las resonancias de esa palabra. Si cientismo significa la afirmación de un saber total del que se deduciría lo que debe ser el comportamiento de los hombres en sociedad, entonces ningún científico es cientista. Al contrario, si la palabra intenta traducir la convicción -compartida por todos los científicos- de que el espíritu humano tiene la capacidad de progresar indefinidamente en el conocimiento, incluso en el conocimiento de los mecanismos cerebrales que le permiten esta progresión, utilizar esa palabra de manera polémica indica pura y simplemente mala fe y oscurantismo.

¿Dónde nos encontramos hoy? Se nos dice, desordenadamente, que de hecho muchos jóvenes no tienen escolarización y se cuestionan las formas de aprendizaje que podrían acompañar a las escuelas para asegurar una transición no conflictiva hacia el mundo laboral; que se acumulan los retrasos escolares y que una parte de quienes comienzan el sexto año no dominan las competencias "fundamentales": lectura, cálculo, escritura; que al concluir su primer año en la universidad un número importante de jóvenes abandonan sus estudios; que las universidades colaboran insuficientemente con las empresas para garantizarles una salida a sus estudiantes.

Entiendo perfectamente que los responsables, a todos los niveles, se enfrentan con situaciones concretas difíciles y no pretendo dar soluciones preestablecidas para lo inmediato.

Es una realidad que, cuando se invocan exigencias de rentabilidad para justificar las reducciones de personal que conllevan una baja en el poder adquisitivo y ella misma es causa de una desaceleración del crecimiento (es uno de los círculos viciosos del capitalismo en su fase actual), las políticas educativas están cada vez menos orientadas hacia la adquisición del saber por el saber mismo. La orientación se inicia cada vez más temprano, y, en los medios "económicamente desfavorecidos", para retomar el eufemismo actualmente al uso, los niños tienen una chance mucho menor, si no nula, de acceder a ciertos tipos de enseñanza. Los sociólogos han podido señalar que, en un país como Francia, el sistema educativo tiende hoy no a disminuir sino a reproducir las desigualdades sociales. Nos encontramos ciertamente en la época de la apertura de la enseñanza superior al mayor número de personas, pero la tasa de fracaso en los dos primeros años es considerable. Además, se considera oficialmente que esta apertura de las universidades hace cambiar sus vocaciones: se les invita a que respondan prioritariamente a las necesidades del mercado laboral.

El concepto de utopía es un ideal de sociedad, este cambia a lo largo de las generaciones y sobre todo de las personas, cada uno tiene un ideal diferente de un mundo perfecto. La utopía fue propuesta por un ingles, llamado Tomas Moro en el siglo 17 o 18, mostrando que la sociedad y su pensamiento cambia a lo largo de las generaciones. En general, podemos definir una utopía como un Estado imaginario que reúne todas las perfecciones y que hace posible una existencia feliz porque en él reinan la paz y la justicia. Es la proyección de mundo idealizado.

La educación, (del latín educere "guiar, conducir" o educare "formar, instruir") puede definirse como: El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce

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