Vane.Hormazabal

La novela se compone de los recuerdos de la vida del protagonista (Roberto), a los siete años en las cercanías de un prostíbulo. Las primeras memorias de su infancia parten de Menegildo, el cuidador del lenocinio. En este trabajaban doce prostitutas y la dueña del local era la Vieja Linda; de ellas aprende lo que es la vida liberal, donde no existe el amor, solo el placer que es vendido a mineros y borrachos.

En la primera parte del relato se menciona además a Diente de Oro, un macho respetado por todos los delincuentes y deseado por todas las prostitutas del lugar. Representaba una imagen a seguir para Roberto, el modelo de persona que deseaba ser más adelante.

Berta, la hija de la lavandera fue su amiga, y de ella aprendió sus primeras letras, ya que le leía y acompañaba, aunque después de un tiempo se volvió estúpido para él y abandonó a su amiga.

Conoció la miseria a muy corta edad, ya que la situación económica de su familia y de las personas que lo rodeaban no era buena, y apenas les alcanzaba el dinero para comer. Como él lo expresa en una parte del relato. En los suburbios un niño puede mantener su alma intacta, pero el hombre nace demasiado pronto, sin transiciones, es obligado a madurar rápidamente en ese ambiente.

En la segunda parte, Roberto ya es un adolecente y comienza una nueva vida, donde gracias a su tío puede adquirir una buena educación. Pero ahí se encontrará con un nuevo ambiente, y la situación económica de las personas con las que comparte es diferente.

Describe en especial a su familia: Su madre, una mujer muy esforzada y preocupada por sus hijos, sus hermanas Hilda, Estela, Sonia, su hermano Mauricio, su padre, y su tío Antonio que decide financiarle sus estudios.

En el Instituto Marista tendrá un nuevo amigo y muchos compañeros de los cuales aprende a defenderse tanto espiritual como físicamente.

En este nuevo ambiente, se enamora de Mariángela, una niña que vivía cerca de la casa de su primo Leandro, y que también gustaba de escuchar las historias que Roberto les contaba sobre el "Tamyr" y otras aventuras. Pero este amor entre dos mundos diferentes terminó rápidamente cuando, después de una enfermedad de Hilda, deciden cambiarse a una casa que el tío de Roberto les consigue, cerca del molino, lugar en que van a trabajar. Así Roberto se aleja del ambiente marginal al que estaba sometido, para comenzar nuevamente en otro lugar.

Lo más importante, es que ambas partes del relato Roberto las recuerda positivamente, ya que ambos momentos de su vida le sirvieron como experiencia para complementar sus valores y opciones vitales.

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