Vanessa Ortiz
Enviado por 29099 • 16 de Mayo de 2014 • 706 Palabras (3 Páginas) • 189 Visitas
Cotidianamente nos damos cuenta de que nuestra sociedad se encuentra amenazada por múltiples factores que pueden llevarla a su destrucción. Por un lado, nos enfrentamos a un poder que sólo impone su punto de vista, a nivel mundial, y quiere que el resto del mundo se adapte a su subjetividad. En respuesta, sus supuestos enemigos, saltando todo límite, han respondido con una guerrilla interminable. Esto es repetición de otros imperios u otros absolutismos que se han impuesto o se han tratado de imponer: el imperio romano, el fascismo, el poder absoluto de la iglesia. Algunos dirán que la conciencia histórica no es necesaria; ¿será por lo conveniente que resulta repetir los mismos errores?
A un nivel más cercano a nosotros, percibimos que el delito se multiplica. Los fraudes y los robos en todas las escalas están a la orden de todos los días. Hasta sin darnos cuenta, permitimos que se lucre con la ignorancia de las personas (teléfonos donde psíquicos leen la suerte y la fortuna) con el lívido de los adolescentes. Junto a esto, resulta improductivo dedicarse a los negocios legales donde tienes responsabilidad con todo mundo: el fisco, los empleados, los clientes, y las pocas ventas. Frente a esto, el negocio informal prolifera, la piratería prolifera; se vive para la subsistencia.
Vivir para la subsistencia puede resultar un buen engaño. Todo esto sucede en un mundo o en una región donde también proliferan las universidades; supuestamente en este tipo de instituciones se hace ciencia que implica conocer leyes para solucionar problemas (Comte en el siglo XIX ya había expresado que la sociología era una ciencia positiva; lo cual quiere decir que el problema social puede ser solucionado a través de la investigación científica. De acuerdo, no es tan fácil, no es de todo cierta la aseveración pero algo se puede hacer). De las universidades no podemos esperar que se nos marque un camino a seguir; más bien a las universidades les marcaron su camino a seguir en cuanto a ser reproductores de técnicos que apliquen habilidades para resolver problemas de producción para mejorar una economía que nunca se mejora. Herencia del positivismo: tener para ser, producir para tener.
Aquí está el meollo del asunto; en que el hombre se le está definiendo el ser en cuanto la posesión de cosas materiales; sensibilidad, alma, creatividad, entrega filantropía, perfeccionamiento de las capacidades racionales, emotivas, estéticas, han quedado en el pasado, en el olvido.
Si el ser es lo que tiene, entonces, la moral se desarrolla en este sentido. Los medios se supeditan al fin. El bien que busca el hombre es tener, lo que inmediatamente le puede proporcionar un beneficio. La droga representa eso, un beneficio inmediato, además sensible. La inteligencia se pone al servicio de la búsqueda fácil de los modos de tener. (¿Alguien dijo lavado de dinero?). El tener se reduce al exterior; aparentar tener puede suplir
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