Vida Artificial

Deborah María Pulido Panting 00128611

LA LISTA DE VERIFICACIÓN

El daño que el cuerpo humano puede sobrevivir en estos días es tan impresionante ya que es horrible: aplastamiento, ardor, bombardeo, un vaso sanguíneo roto en el cerebro, dos puntos rotura, un ataque al corazón, infección arrasa.

Estas condiciones una vez que habían sido uniformemente fatal. Ahora es la supervivencia común, y una gran parte del mérito es de la insustituible componente de la medicina conocida como terapia intensiva.

Esto nos da la posibilidad de salvar a nuestros pacientes de un daño mayor y poder recuperarse en algunos casos al 100 por ciento.

Ahora la incógnita es decir si o no a los cuidados intensivos ya que debemos aclarar que como todo en este mundo tiene dos opciones. La primera es que el paciente se recupere al 100 por ciento o la segunda que tenga daños secundarios.

Existen dos puntos de vista uno como medico y otro familiar. Como medico sé que es un gasto mayor en el hospital por los cuidados, y la hospitalización de nuestros pacientes de manera duradera pero la ética profesional declara que tiene que salvar a tu paciente de cualquier forma para darle una mejor calidad de vida. Aunque nuestros pacientes tuvieran alguna consecuencia por tanto tiempo en cama como atrofia de alguna parte del cuerpo existen terapias de recuperación que nos ayudarían a que nuestro paciente estuviera sano y recuperara su vida normal.

El segundo punto es que como familia y me expreso como en caso en particular yo aceptaría cualquier tratamiento para salvar la vida de mi familiar y si eso me permite tenerlo por más tiempo no me importaría aceptarlo a cualquier precio y buscar el bienestar de esta persona.

Sé que algunas personas no cuentan con el acceso económico considerable para tomar estos tratamientos pero yo como una próxima Directora y Administradora de Instituciones de Salud buscaría un convenio con el gobierno para crear mas fundaciones o programas que ayuden a las personas de bajos recursos para que todos puedan recibir estos servicios de cuidados intensivos y tener una optativa de poder salvar vidas.

En conclusión cada quien tiene el libre albedrio de decidir que es lo mejor para cada persona y para si mismos solo hay que pensar en el bienestar social.

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