Vida Y Obra De Octavio Paz
Enviado por PANDOJMZ • 23 de Enero de 2015 • 1.922 Palabras (8 Páginas) • 403 Visitas
Gracias a la Secretaria de Educación Publica ahora podemos saber más acerca de la vida del poeta Octavio Paz y por lo tanto puedo hacer este escrito. En el libro Palabras en Espiral encontramos la vida de Octavio Paz plasmado magníficamente en más de cien hojas donde podremos leer su vida, sus creaciones, sus poemas y su opinión de la vida. Por lo tanto, este escrito tratara acerca de la vida y las obras de Octavio Paz así como algunas anécdotas de su vida y sus ideales.
Octavio Paz nació el 31 de Marzo de 1914 en la Ciudad de México. Fue un hijo de una bogado que tuvo un papel importante en la revolución zapatista, y nieto de un intelectual y novelista. Cuando era niño, paso dos años con su familia en Estados Unidos, debido a la derrota zapatista forzó al exilio de su padre. De regreso a México, curso en el Colegio Idelfonso.
Conoció a varios poetas, algunos españoles como “Federico García Lorea”, “Rafael Alberti” y “Jorge Guillen”, leyó al argentino “Jorge Luis Burgués”. Sin embargo, la gran revelación para él fue la poesía de “Pablo Neruda”; por ello, cuando publico su primer libro de poemas, envió un ejemplar al poeta chileno. Ese fue el inicio de una amistad conflictiva interrumpida al comienzos de los años cuarenta del siglo pasado y solo renovada hacia al final de la vida de Neruda.
Las desavenencias con algunos escritores, y con la clase intelectual en su conjunto, por lo general por discordias ideológicas, fueron constantes en la vida de Paz, quien tenía un temperamento combativo y estaba dispuesto a defender sus convicciones.
Muy pronto, después de iniciar los estudios de Derecho, el joven poeta el abandono, Cuando fue invitado a dar clases a los hijos de los campesinos y trabajadores del estado de “Yucatán”, región de fuerte ascendencia maya, descubrió un país complejo que él, habitante de la ciudad desconocía. La poesía de Paz escribió en ese periodo, rica critica social, refleja esa revelación. “Entre la tierra y flor”, por ejemplo, trata de la penosa situación de los campesinos bajo el yugo de los propietarios de las tierras. Esta experiencia yucateca se inscribió en el movimiento de las aspiraciones regeneradas nacionales que había alentado “José Vasconcelos” y también en la corriente de las preocupaciones sociales que predominaban en el gobierno de “Lázaro Cárdenas”
En 1937, a los veintitrés años, Paz viajo a España junto a su primera esposa, Elena Garro, quien también era escritora. Allí se sumó a las fuerzas leales del gobierno de la entonces república que se enfrentaba al ascenso del fascismo en la que fue una guerra civil que trastoco el desarrollo de una idea democrática en ciernes en el mundo de la primera posguerra europea. La España de ese momento histórico le revelo una nueva faz de su herencia y afecto su visión moral: gracias a ella aprendió que, en una contienda, la distancia entre dos enemigos desaparece al estar ambos igualados por la condición humana.
La aventura española, fue, además, el origen de su progresiva desilusión del estalinismo, la corriente que tanto desfiguraba la política de inspiraciones marxistas que gobernaba la entonces “Unión Soviética”. Por otro lado, y completamente, Paz acaso vislumbro que ser poeta no solo implica una elección personal, sino un mandato del destino y la reivindicación de una tradición.
Al cabo de una corta estancia en Paris, Paz regreso a la ciudad de México y de inmediato fundo las revistas Taller (1938) y El Hijo Prodigo (1943). En la primera, por cierta, coincidió y estrecho amistad con Efraín Huerta y José Revueltas, dos escritores que también en este año 2014 cumplen el centenario de su natalicio. Esta vez, la permanencia de Octavio Paz fue breve.
En 1943, viajo a Estados Unidos con beca. Allí se adentro en la poesía estadounidense y leyó a Walt Whitman, Hart Crane, William Carlos Williams, Ezra Pound, T.S. Eliot Y Marianne Moore, poetas que inauguraron caminos estéticos novedosos al romper convenciones (de estilos y retoricas) ya manoseadas, y que continuaron y renovaron las enseñanzas recibidas por Paz de los poetas franceses “Charles Baudelaire, Stephane Mallarme y Guillarme Apollinaire. Dos años más tarde, acepto una invitación para integrarse a la diplomacia mexicana y regreso a Paris.
En 1949, todavía en Paris, publico un libro que escribía desde veinte años atrás, la colección de poemas titulada “Libertad bajo Palabra”. También en parís escribió el “Laberinto de la Soledad” que, concentrándose en el modo de ser del mexicano, también se impone como una reflexión de carácter universal. El libro se volvió un clásico porque instiga en el lector un reconocimiento y un reacomodo de la propia personalidad. Nadie sale indemne de las páginas. De ahí, entonces el libro sea sobre todo revulsivo: sacude al petrificado México y, mediante un análisis que busca hallar las raíces de una identidad, da un curso a un sueño liberador y un deseo liberador.
El laberinto de la soledad propuso una lectura de la historia de México para personas maduras, capaces de soportar la verdad y de aventar las complacencias y los lugares comunes de la Historia Patria oficial. Así, al limpiar el lenguaje de concepciones hechas o interesadas, limpio también la visión de la historia.
En 1952, viajo a Japón, donde fue encargado de negocios de México. El contacto con Asia lo aproximo a la civilización oriental, que fue una presencia resonadora en su pensamiento. Acercarse a universos distintos al propio significo para Paz una fuente de enriquecimiento personal y estético. La persona dramática se convirtió en otra al adentrarse en una cultura que postulaba una diferencia radical. En este sentido, pocos años más tarde dio a conocer dos títulos que obedecían a su afán de adueñarse de modo consciente
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