Octavio Paz. La obra Hombre con complejo de soledad

Prólogo

Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro.

           Octavio Paz.

La obra Hombre con complejo de soledad es una compilación de poemas cuya temática central es la soledad de un hombre desilusionado por el amor, la sociedad y la vida misma, pues, de principio a fin, se muestra como un ser incomprendido y pesimista; inmerso en un mundo monótono lleno de prejuicios y precariedades de la cotidianeidad, es decir, en el vivir día a día con una experiencia que termina en angustia, inquietud, molestia, nostalgia y soledad: siempre la misma lección de vida. Es así como el poeta Amado Ademar nos lleva de la mano a experimentar ese complejo por la soledad, mostrándonos un mundo real y cruel.

Para poder recorrer el camino que nos ha pintado el poeta, es necesario comprender su visión, la cual consiste en exaltar su “estado de ánimo aislado”, al sentirse un hombre solitario por ser quien es (un ser incomprendido), de ahí la melancolía al aferrarse a ese estado. Como consecuencia, querido lector, conocerás y comprenderás su soledad, la cual —intuimos— aborrece, ya que él no solo se siente vacío, sino también excluido del mundo heterogéneo —dícese de la discriminación y la exclusividad del amor. De este modo, el aislamiento del poeta fue cerrando el círculo protector que no lo deja ser como él quisiera. Así señala su desdicha y lo expresa claramente en su poema “Si volviera a nacer…” Y en cuyo contenido quisiera restructurar todo nuevamente para buscar un nuevo orden, sin ser clasificado de tal o cual manera. Queda claro que, para él, la soledad es sinónimo de ser nada —él es “aquello” sin cabida en la vida—, es decir, no tiene su lugar en el mundo. Todo este sentir lo transmite en sus versos llenos de exquisitas metáforas; cada una de ellas con una emoción diferente, aludiendo al oxímoron del amor, que es y no es: “Nos miramos y compartimos el olor y el sabor a nada”. Por otra parte, hace una crítica al mundo y su cotidianeidad: “No seamos hombres o mujeres que se identifican con los actores de cine. Todo es inventado para soportarse a uno mismo...”, “tengo que ir a la escuela, hacer la tarea, cortarme un poco las venas. Anhelar y anhelar”. El hombre no se escapa de la rutina, el único resguardo es la poesía: “El hombre antes de morir suele derramar lágrimas; hace un poema se identifica…” Cada verso, palabra, tiene un significado relevante, donde nos muestra un toque interesante y novedoso de ver la vida en soledad. La complejidad ya no es exclusiva del escritor ni del “hombre”, sino también de la vida y de quienes reconocemos ese sentir.  

La tristeza, el cambio, la ilusión, el deseo y la pasión son otros de los temas, abordados en esta obra, de tal manera que siempre hay un “algo” especial que nos mantiene en unión con el autor, pues en algún momento de nuestra vida nos hemos identificado con cada una de estas emociones. En general, la obra, hoy publicada por nuestro querido poeta y amigo Amado Ademar, es exquisita para quien valora tanto la belleza de sus palabras como el significado que cada una de ellas contiene porque, si bien sus tintes son pesimistas, también posee un gran valor emocional y sentimental. Te invitamos a descubrirlo. Y, recuerda que, así como la obra parte de la nada, así surge el complejo: “En un principio era nada… La nada era una enorme soledad”, lo que nos lleva a cuestionarnos ¿cuando estamos solos somos complejos? o ¿cuando somos complejos estamos solos? La respuesta está en ti lector.

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