Vientres De Alquiler
Enviado por mario.rico.m507 • 8 de Febrero de 2013 • 1.629 Palabras (7 Páginas) • 523 Visitas
Vientres de alquiler
8 DE ENERO DE 2013
India se ha convertido en un paraíso para las parejas infértiles: Desde 2002 ese país asiático permite el alquiler de vientres, el negocio de las madres subrogadas. En un país donde la mayoría de la población sobrevive con menos de dos dólares diarios, una oferta de 5 mil euros es muy tentadora. Muchas mujeres de clase baja la aceptan, aunque por el exceso de “trabajo” pongan en riesgo su salud y su vida, y la de los bebés que gestan.
NUEVA DELHI (Proceso).- Mientras la india Nisha daba a luz, el matrimonio australiano de Greg y Vicky esperaba nervioso en un hospital de Nueva Delhi.
No era para menos: en la sala de partos contigua nacían del vientre de la joven india las gemelas Isabela y Tamara. Los primeros hijos del matrimonio australiano.
Greg y Vicky contrataron a Nisha para que engendrara al hijo que ellos no pueden concebir. Su caso es relativamente común en India: mujeres se convierten en madres alquiladas por matrimonios extranjeros. “Vengan como una pareja y váyanse como una familia”, es el eslogan de muchas de las clínicas indias.
Hospitales modernos, una legislación laxa y precios sin competencia permiten a mujeres de todo el mundo con problemas de fertilidad, a hombres solteros y a homosexuales alcanzar el sueño de ser padres en la conservadora India.
“Además existe un gran número de mujeres dispuestas a prestar su vientre a cambio de una remuneración”, explica la doctora Shivani Sahdev, directora de la clínica Surrogacy Center India de Nueva Delhi. El proceso cuesta unos 20 mil euros, cuatro veces menos que en Estados Unidos, otro país donde esta práctica es legal. Las madres de alquiler reciben alrededor de 5 mil euros, una fortuna en un país donde 80% de la población vive con dos dólares al día.
“Con el dinero compraré una casa y lo que sobre será para la educación de mis hijos”, afirma Sarita, que espera al bebé de otro matrimonio australiano. “Tengo muy claro que el niño que llevo en mi vientre no es mío. Espero que no me cueste separarme de él”, dice esta mujer de 30 años, divorciada y madre de dos hijos propios de seis y siete años. Originaria de Darjeeling, Bengala, Sarita gana unos 30 euros mensuales en una plantación de té.
Las madres de alquiler deben tener entre 21 y 35 años, estar casadas y tener al menos un hijo propio para confirmar que pueden concebir. Proceden de la clase media baja o baja; es decir que necesitan dinero. Son mujeres tradicionales: no fuman, no toman alcohol ni se drogan. Eso garantiza la salud del niño. Y llegan hasta las clínicas a través de agencias especializadas en la búsqueda de vientres de alquiler.
“Ponemos anuncios en los diarios pero la principal vía es el boca a boca, por referencias de otras mujeres”, explica Saurabh Kumar, quien gestiona una agencia con 140 mujeres embarazadas en siete clínicas.
Negocio al alza
Greg y Vicky sonríen de oreja a oreja. En sus brazos tienen a la diminuta Tamara y en el hospital les espera su gemela Isabela, que permanece ingresada. “Pensé que nunca tendríamos hijos”, afirma Greg, de 40 años. Su mujer, de 51, no puede concebir. Ahora tiene gemelas con rasgos indios.
Nueve meses antes Greg viajó solo a la India. En una clínica de Nueva Delhi donó esperma y volvió a su país. Podría haberse ahorrado el largo viaje: Ahora es posible enviar el esperma por mensajería desde cualquier parte del mundo.
Con el óvulo de una mujer india la clínica realizó la fecundación in vitro y el embrión resultante se le inseminó a Nisha. Es la opción preferida por los extranjeros, ya que el óvulo indio es más barato que el caucásico. Durante los meses siguientes el matrimonio australiano recibió por correo electrónico los informes médicos de la evolución del embarazo de Nisha. A los ocho meses se subieron a un avión. Las niñas serían sietemesinas. Greg y Vicky prefirieron no conocer a la madre de alquiler.
Más y más niños tendrán rasgos indios en occidente. Tras la transferencia de los centros de llamadas y los servicios informáticos a India, el mundo en desarrollo comienza a llevar los servicios de fertilidad y madres subrogadas al país asiático. La clínica Surrogacy Center India tiene 120 madres de alquiler embarazadas, 85% de ellas para extranjeros. En la clínica Akanksha de Gujarat nacen unos 110 niños al año y en el hospital Rotunda de Bombay aseguran que en 2011 nacieron 200.
La maternidad subrogada es legal en el país asiático desde 2002, pero no hay una legislación ni un organismo que la regule. Aun sin datos fiables se estima que 500 clínicas forman parte de un negocio que mueve entre 250 y 400 millones de euros al año, según la prensa india. Y se desconoce el número de niños nacidos en este contexto.
Al mismo ritmo que crece la industria aumentan las críticas ante un negocio moralmente ambiguo. “Las mujeres no tienen poder de negociación y la falta de regulación
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