Viva La Musica
Enviado por Mya7 • 10 de Marzo de 2013 • 497 Palabras (2 Páginas) • 603 Visitas
Andrés Caicedo
QUE VIVA
LA
MÚSICA
Andrés Caicedo nació en Cali, Valle, en 1951 y, a
pesar de su prematura muerte (1977), descolló en el
campo literario colombiano. Escribió numerosos cuentos,
recopilados en varios volúmenes: El atravesado (relato,
1975), Angelitos empantanados o historia para
jovencitos (1977), y Berenice (1978). Su única novela
¡Qué viva la música! ha tenido gran difusión entre el
público, siendo esta la tercera edición. Trata, dicha
novela, de una muchacha que se obsesiona por la música,
vive para y por la música de la cual goza en la vida
nocturna de Cali. La estrategia narrativa del autor es
la de presentar las acciones a través de su narradora,
dejando al lector la labor reflexiva e interpretativa.
¡Qué viva la música! capta las ambigüedades y las
crisis culturales no sólo de Colombia sino de
Latinoamérica con gran sutileza y con un impacto
avasallador sobre el momento actual. Tal vez
ignorándolo, Andrés Caicedo ha escrito una de las
novelas de índole política más importante de la época.
“Qué rico, pero qué bajo, Changó”
Canción popular.
“Con una mano me sostengo y con la otra escribo”
Malcolm Lowry cruzando el Canal de Panamá
Este libro ya no es para Clarisolcita, pues
Cuando creció llegó a parecerse tanto a mi
Heroína que lo desmereció por completo.
Soy rubia. Rubísima. Soy tan rubia que me dicen:
"Mona, no es sino que aletee ese pelo sobre mi cara y
verá que me libra de esta sombra que me acosa". No era
sombra sino muerte lo que le cruzaba la cara y me dio
miedo perder mi brillo.
Alguien que pasara ahora y me viera el pelo no lo
apreciaría bien. Hay que tener en cuenta que la noche,
aunque no más empieza, viene con una niebla rara. Y
además que le hablo de tiempos antes y que... bueno, la
andadera y el maltrato le quitan el brillo hasta a mi
pelo.
Pero me decían: "Pelada, voy a ser conciso: ¡es
fantástico tu pelo!". Y uno raro, calvo, prematuro:
"Lilian Gish tenía tu mismo pelo", y yo: "Quién será
ésta", me preguntaba, "¿Una cantante famosa?". Recién
me he venido a desayunar que era estrella del cine
mudo. Todo este tiempo me la he venido imaginando con
miles de collares, cantando, rubia total, a una
audiencia enloquecida. Nadie sabe lo que son los huecos
de la cultura.
Todos, menos yo, sabían de música. Porque yo andaba
preocupadita en miles de otras cosas. Era una niña
bien. No, qué niña bien, si siempre fue rebuzno y
saboteo y salirle
...