Voluntariado

Ser Voluntario…

Como te cambia la vida unirte al trabajo voluntario en techo? Hay momentos en la vida de cualquier adolescente en que se comienza a sentir un vacío que en el momento creemos no podemos llenar con nada, al momento de crecer, madurar, y darnos cuenta de la enorme injusticia que existe en nuestro país y en el mundo vemos o más bien creemos que no somos capaces de hacer mucho por cambiar o mejorar en algo la realidad de muchos. Techo nos forma de tal manera que cada día de trabajo nos aporta sabiduría, con la que nos volvemos capaces de comenzar a cambiar lo que no nos gusta, lo que nadie quiere ver y pocos asumen : La pobreza,¿ de que consta la pobreza en nuestro país? No es solo la falta de bienes materiales, hoy las familias más vulnerables se ven afectadas principalmente en su dignidad como personas, individuos, se enfrentar día a día a una realidad que les es difícil de sobrellevar, frustraciones, falta de apoyo, cosas que el estado al entregar bienes no toma en consideración. Porqué nuestra sociedad está inmersa en prejuicios, muchos hemos cometido el error de juzgar previamenente, logrando solo opiniones desfavorables para muchos, cuántas veces hemos criticado lo que nos molesta sin embargo nos hemos quedado sentados mirando televisión solo porque es más cómodo! Techo se encarga de convertirnos en jóvenes con conciencia social, claros en nuestros ideales, jóvenes que paulatinamente se dejan de quejar y comienzan a actuar, sin causar desmanes ni destrozos sino que regalando tiempo porque queremos que la injusticia cese. Viviendo en la zona de Arauco, convivimos con la pobreza en nuestra cotidianidad, nos debería parecer algo ya normal, pero lo queremos cambiar, y cada sábado los voluntarios se encargan de levantarse temprano, de ser responsables e ir a trabajar a un campamento, para lograr que un niño esboce una sonrisa y se anime a perseguir sus sueños sin que nadie sea capaz de arrebatarlos; Muchos critican el trabajo de voluntarios, cual sea su organización, sin saber cuan gratificados nos sentimos al recibir un Te quiero de nuestros pequeños y un gracias chiquillos, de cada una de sus mamás, papás y hermanos mayores, ver rostros de familias felices por el trabajo que has realizado en tus vacaciones, ver esa alegría en los ojos al momento en que ellos reciben su nueva casa no se compara con nada, no tiene ningún tipo de valor monetario, es simple, pero un gran alimento para el alma y espíritu. Ser voluntario es algo que te llena el alma de gozo, alimenta el espíritu cada sábado y te convierte en una persona de acción. Una persona con ganas de hacer del lugar donde vivimos una comunidad, un acogedor hogar para todos.

La invitación está hecha, la realidad de unos pocos no se borra con nuestro corrector de estudiantes, peso sí se puede sobrellevar y mejorar con el trabajo sincero y desinteresado de muchos jóvenes como tú.

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