Yo Soy El Camino La Verdad Y La Vida

“Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6)

Ese hombre llamado Jesús (Jn 9,11)

Como muchos judíos de su tiempo, Jesús también oyó hablar de Juan el Bautista y fue donde él, para recibir el Bautismo como uno más del pueblo (Mt 3, 13 -17). Después de su Bautismo, Jesús se retira al desierto, donde estuvo durante 40 días. Allí fue tentado por el demonio.

Jesús empieza entonces a predicar: “Conviértanse porque el Reino de los cielos, está cerca” (Mt 4,17)

La predicación de Jesús se conoce como el Evangelio, la Buena Nueva (Buena Noticia)

(Mc 2, 17 ; Lc 19,10).

La Buena Nueva que Jesús predica en todas partes es el Reino de Dios: “Se ha cumplido el plazo: ya llega el Reino de Dios. Conviértanse y crean en la Buena Noticia” (Mc 1, 15)

En su anuncio del reino de Dios, Jesús nos hace saber también que este reino no está destinado a una sola nación, o únicamente al 'pueblo elegido', porque vendrán 'de Oriente y Occidente' para 'sentarse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob' (Cfr. Mt 8, 11 ). Esto significa, en efecto, que no se trata de un reino en sentido temporal y político. No es un reino 'de este mundo' (Cfr. Jn 18, 36), aunque aparezca insertado, y en él deba desarrollarse y crecer.

Bajo esta luz se coloca todo el Evangelio de la conversión que, desde el comienzo, anunció Jesús: 'conviértanse y crean en la Buena Nueva' (Mc 1, 15). La conversión al Padre, al Dios que 'es amor' (Jn 4, 16), va unida a la aceptación del amor como mandamiento (nuevo): amor a Dios, 'el mayor y el primer mandamiento' (Mt 22, 3s) y amor al prójimo, 'semejante al primero' (Mt 22, 39). Jesús dice: 'Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros'. 'Que como yo los he amado, así ámense también ustedes los unos a los otros' (Jn 13, 34). Y nos encontramos aquí con la esencia del 'reino de Dios' en el hombre y en la historia. Así, la ley entera debe cumplirse, debe alcanzar su plenitud divino-humana

De la predicación de Jesús y de su mensaje de salvación debes tener en cuenta:

1. Que Jesús de Nazaret nos enseña a dirigir nuestra vida, ha realizarnos como seres humanos y como Él, a convertirnos en “servidores los unos a los otros por medio del amor”.( Mc 10, 43-45).

2. Que la comunicación personal con Dios; el saber que somos su “imagen y semejanza”, el lo que constituye la grandeza y la dignidad del hombre.

3. Que como Jesús, debemos amar, y esta debe ser, la norma de nuestra vida. Hacer el bien a los demás sobre todo a los necesitados; anunciar la felicidad de Dios para los pobres aquí en este mundo.

4. Que nadie debe quedar excluido del anuncio de la “Buena Nueva”. Dios quiere a todos por

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