¿es Este El Prototipo De Personas Que Queremos Para Gobernar Nuestro País?

El ilustre senador de la república Eduardo Carlos Merlano, fue abordado el pasado 13 de mayo en un reten de la policía para solicitarle sus documentos. Para sorpresa nuestro “honorable” senador como se hace llamar iba manejando un carro, sin tener licencia de conducción, primera infracción; al parecer estaba alicorado, segunda infracción, y como si fuera poco se rehúsa a hacerse la prueba de alcoholímetro, tercera infracción.

Nuestra insigne figura de la patria ha puesto en evidencia el obrar de muchos otros ciudadanos, en especial aquellos que ocupan algún cargo público. En nuestro país estamos dados a un término que se ha hecho muy común y efectivo y es el nombrado “tráfico de influencias” o en otras palabras para darle una mejor interpretación “trafico indebido de influencias”. Es inaudito que una figura representativa coloque como escudo su cargo público para así poder evadir sus responsabilidades.

Es una constante paradoja a la que nos enfrentamos por el hecho de creer que un servidor público debe ser el primero en dar ejemplo y hacer cumplir las normas, pero por el contrario nos encontramos con que ellos son los primeros en infringir las leyes y sacar provecho de su condición, tal vez pensando que por el hecho de “ser lo que son” están exentos de un castigo. Porque nadie, a mi criterio está por encima de la ley, independiente del puesto que ocupe en la sociedad todo ciudadano infractor debe recibir una sanción, porque esta es la única manera a mi parecer de mantener en nuestro país el orden público.

Seguidamente en este caso no solo está involucrado nuestro ilustre senador, también tenemos la participación de otro servidor público y es el general de la república Oscar Pérez Cárdenas Comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, que con la postura que tomo ante este grave hecho me deja mucho que decir. Solo una persona sin criterio y poco autónoma hace un llamado indebido y descontextualizado a unos patrulleros que únicamente están cumpliendo con su deber. No obstante esto no se quedo en un simple llamado sino que además ordena inmediatamente la desvinculación de la institución de estos patrulleros solamente porque cometieron un error gravísimo, hacer efectivas las normas.

Este comportamiento del señor Merlano nos sirvió para que toda una sociedad se enterara de la pésima actuación que están haciendo nuestros padres de la patria, y es aun más vergonzoso que con este incidente también se propiciara la salida de todo un general de la república por tratar de encubrirlo y eximirlo de toda responsabilidad, y es aquí donde hago alusión al termino que mencione anteriormente “trafico indebido de influencias” expresión muy común utilizada por nuestros servidores públicos.

Ante este hecho diría: en nuestro país hay leyes para todo, pero no para todos. Para el pueblo se aplica toda clase de amenazas, castigos,

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