Ética.

Normalmente la vida nos lleva por los derroteros que marca la sociedad y nuestras acciones: se asumen los valores del grupo, se siguen las modas, se actúa de forma automática, etc. Hasta que un día, uno se da cuenta de que ignora las cuestiones más importantes y se pone a reflexionar.

“Moral” es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos; “ética” es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras morales que tienen personas diferentes (Savater, 1991).

Nuestra forma de pensar, razonar, sentir; acerca de nosotros mismos y de los demás son algunas de las características en como nuestra personalidad y comportamiento influye para la toma de nuestras decisiones que están siempre cargadas de una intencionalidad, ya sea inconsciente o consciente, las cuales siempre van a repercutir en nuestras acciones para los fines que tengamos en mente, y para tales fines debemos guiarnos sabiendo que nuestras decisiones siempre van a estar en oposición a la de los demás y más aún a nuestra propia crítica que hacemos de nuestras aseveraciones.

La crítica que hacemos a los demás y por lo tanto a nosotros mismos estará acompañada de esa duda, de no saber qué es lo que es mejor, siempre en lucha constante con lo que dice nuestra razón y lo que dicten nuestros sentimientos, en el entorno en que vivimos. A veces solemos confundir entre uno y otro queriendo dar explicaciones equivocadas de lo que en verdad sentimos y al contrario siempre buscando como hacer que lo racional se vuelva subjetivo; aunque todo esto tenga o no tenga nada de bueno o malo, siempre será así ya que el humano siempre está en esa búsqueda del saber.

Lo bueno y malo denota mucho en sí, concluimos que por ser bueno o malo lo será en cualquier aspecto de la vida, pero sin embargo no es así ya que todos podemos ser muy buenos en algo y en otras cosas muy malos la diferencia que encierra esto es que todo lo vemos de una misma perspectiva y no observamos lo que se encuentra detrás de todo esto.

Las acciones y las decisiones que tomemos tienen un fin, por qué elegí esto y no lo otro, ¿Cuál fue el motivo, las circunstancias, o deseos que me llevaron a elegir?

Esto tiene un comienzo tal vez ya sea por miedo u odio de no saber qué es lo que se espera, o saber qué lo que se espera no llegara de la forma en cómo queremos. Tal rémora al esperar lo que necesitamos nos lleva a adquirir costumbres, actos y hábitos que perjudican nuestro juicio, y cuando queremos deshacernos de estas costumbres o hábitos lo hacemos pensando que es mejor no tener nada, que tener algo; esta respuesta nos dice que somos cobardes al querer aceptar que preferimos olvidar todo

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