El Maestro Rural

El maestro rural

Debido a que en épocas anteriores las escuelas rurales eran muy escasas, las personas de las comunidades más pobres no tenían la oportunidad de prepararse al igual que a los de otras clases superiores además de que no estaban lo suficientemente preparados a un nivel necesario que cumpliera todos los requisitos para de esta manera ejercer como maestro o impartir clases, pues los pocos aprendizajes que se tenían eran por parte de los mismos familiares, algunos otros eran autodidactas cuyos conocimientos podían abarcar hasta el cuarto año de la escuela primaria o bien de un segundo o tercer grado de derecho, desertados de un seminario de sacerdotes o estudiado teología pero eran escasos los que en realidad cursaban por una escuela normal.

Los inicios de un maestro rural ejerciendo como tal era de muchas carencias debido a que, en primer lugar, no se tenía un espacio adecuado para impartir las clases, no contaban con el material suficiente, pero de alguna manera se las tenían que ingeniar para aprovechar los recursos que les ofrecía la naturaleza y adecuar las actividades de manera que mediante objetos que se tenían en los propios hogares se pudiera llevar a cabo un aprendizaje.

“Algunas problemáticas de la comunidad eran:

• Las vías de la comunicación estaban interrumpidas.

• Saneamiento, que comprendía la reconstrucción de las letrinas sanitarias.

• La desecación de los encharcamientos para evitar el paludismo que era endémico en la región.

• Escasez del agua potable.”(Galván Escobedo,47 y 48:1987)

A pesar de la escasa preparación de los maestros, su labor no era tan complicada ya que solo se les enseñaba lo básico a los niños que consistía en leer, escribir, las cuatro operaciones fundamentales y solamente practicas sobre geografía, historia de México y ciencias naturales, aunque algunos incluían el algebra a pesar de que este no se exigía en el programa.

La mayoría de los maestros empleaban un método para enseñar a los niños a leer y escribir pues además de que era una manera más fácil, el método que sugerían los inspectores exigía mucho material didáctico y desafortunadamente ellos no contaban, este era el sistema onomatopéyico el cual partía de lo simple: la letra de la que se forman las silabas y luego las palabras.

Aunque en ocasiones los temas de las asignaturas no se impartían de acuerdo con el grado y grupo adecuado los maestros procuraban seguir el programa ya que este era estricto, apegado a las materias clásicas y horarios rígidos.

A pesar de que algunos maestros corrían con suerte y desde el principio la comunidad se mostraba entregada a ayudarlos en lo que necesitaban brindándoles

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