2º Entrevista Alumnas Jesús-María

2º Entrevista Alumnas Jesús-María

- ¿Fue en el colegio dónde empezaste a descubrir tu vocación?

    No me atrevo a decir que la descubriera allí, pero sí que el hecho de que las profesoras de lengua y literatura me fueran ofreciendo distintas lecturas, y fueran educando mi sensibilidad literaria, contribuyó decisivamente a forjarme.  Y la enorme biblioteca del cole, que devoré, claro, aconsejada por la hermana que allí estaba. ¡Me debí leer la  serie de Barco de Vapor si no enterita, casi! Y muchas de esas páginas en el autobús de Baudilio, yendo y viniendo.

- ¿Algún secreto que poca gente sepa o anécdota?

           Escribo desde siempre, pero mi primera lectura pública, a los 17 años, me surgió de una forma curiosa. Esto quizá también podría considerarse si no como un secreto, como una anécdota que no he contado demasiado.

          Mientras tomaba un refresco con un amigo en el antiguo Café Malvarrosa (calle Ruiz de Lihory), un señor salió a presentar una lectura de poesía, y allí salieron a leer un par de poetas. Escuchamos atentamente, y cuando acabó el acto me acerqué a aquel señor, que de inmediato me preguntó: “¿Escribes”?. Cuando le respondí afirmativamente me pidió poemas propios, y, como casualmente llevaba en mi carpeta, se los entregué, los leyó y me preguntó: ¿Quieres participar en la próxima lectura?. Acepté encantada, claro. Y desde entonces ya ni recuerdo cuántas lecturas llevo.

- ¿Nos puedes explicar el camino recorrido desde que se inició tu pasión por la poesía hasta tu primera publicación?

    Un primer acercamiento al mundo literario a los veinte años me permitió conocer a algunos poetas ya con cierta carrera que me acogieron, enseñaron e impulsaron, como mi hoy íntimo amigo Juan Ramón Barat, que me recomendó que asistiera al taller Polimnia222, dirigido por la catedrática de Lengua y literatura Elena Escribano. Descubrir aquel taller condicionó mi vida hasta hoy. Aprendí muchísimo, hice amigos inolvidables y hoy por hoy lo dirijo yo. Es un taller de escritura poética que se imparte en la Universidad politécnica cuyas sesiones, siempre los martes, constan de dos partes: una teórica y otra de corrección de los poemas que los alumnos traen. Es un trabajo riguroso, aunque divertido, que da muy buenos frutos. No en vano del taller han salido muchos libros premiados, mérito siempre de sus autores, pero que todos sentimos como un poco nuestros porque hemos aportado a ellos un adjetivo, un verso, una palabra.

   Tras muchos años puliendo los poemas, decidí por fin enviarlos al Premio Gerardo Diego de la Diputación de Soria, porque ese premio tiene un apartado para poetas que nunca han publicado. Me hacía especial ilusión ganarlo porque Elena Escribano, mi profesora de poesía e íntima amiga que ya cité, lo ganó seis años antes y vaticinó que yo también lo haría, como así fue.

  Las críticas de ese libro, Axis mundi, llegaron a oídos de unos editores de Madrid, Tigres de papel, con quienes coincidí en un congreso en el que leí poemas inéditos. Los editores me los pidieron de inmediato porque ya venían siguiéndome la pista, y con ellos salió mi segundo libro, Reino de esponjas, un poemario escrito a partir de la experiencia de la maternidad.

 Mi tercer libro, Tratado sobre luciérnagas, ha sido un libro de artista realizado junto al pintor Gabriel Viñals. Ha sido un precioso proyecto llevado a cabo junto con el pintor-editor Gabriel Viñals, quien, con sus pinceles, ha enriquecido el texto plasmando su visión de cada poema sobre camisetas negras. Además, cada libro va firmado y numerado, y su portada es distinta. Cada pack (libro+camiseta) es un Ejemplar Único. Solo hay 21 packs. Arte para leer, mirar y vestir.

- ¿Tienes algún hecho que te marcó en el colegio Jesús-María? ¿Echas de menos aquellos tiempos?

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