ADMINISTRACION, SER HUMANO Y NATURALEZA: DIALOGOS INCONCLUSOS

ADMINISTRACION, SER HUMANO Y NATURALEZA: DIALOGOS INCONCLUSOS.

En el presente ensayo, se recoge a modo propio los pensamientos de los señores Bernardo Monsalve Lozano y  Jonathan Guerrero Gutiérrez, quienes en síntesis presentan la historia de la administración, la perdida de su naturaleza primitiva y su traspaso al día de hoy, el cual, se ha convertido en una disciplina de acumulación y con ello generadora de la crisis medio ambiental; igualmente, se presenta una reflexión sobre el papel que debe adoptar el ser humano y su pensamiento administrativo, procurando una interrelación en las disciplinas para una administración integral.

En la vorágine del siglo XXI, generado por la transformación y evolución de la ciencia y la tecnología ha llevado a que las organizaciones actualicen constantemente sus comportamientos en procura de la consecución de sus propósitos y evitar el rezago.  Contradictoriamente, a pesar de estas abundancias y modernidad, se ha incrementado la desigualdad social y se ha contribuido a la generación de una crisis ecológica y por ende una crisis del ser humano.

En esta nueva realidad es imperante que las organizaciones, se avoquen a cambios con inclusión de la naturaleza y su entorno procurando por organizaciones ecológicamente sostenibles dejando de lado paradigmas de eficiencias y productividad que solo minimizan las realidades organizacionales a formulas y números conducentes a la acumulación.

El verdadero entendimiento de la administración se da, por el conocimiento de su desarrollo histórico y la inclusión de las diferentes practicas sociales y culturales relacionadas a la evolución de la humanidad.

En este orden, la administración en su principio surge como una necesidad del hombre primitivo de organizarse y cooperar para hacer frente a las hostilidades de su entorno, convirtiendo la misma, como algo inherente a su realidad garante para la realización de actividades de la mejor manera posible dentro del grupo social o comunidad. Rasgos característicos de estas sociedades era el rechazo a la acumulación y a la existencia de valores económicos conducentes a generación de riquezas individuales y rentabilidad, por su parte, en este tipo de comunidades lo más importante eran los vínculos de fraternidad disponiendo de mucho tiempo libre el cual, dividían en intensas interacciones sociales y numerosas actividades espirituales y simbólicas.

Las sociedades se transforman cualitativa y cuantitativamente, es así como estas comunidades primitivas pasan de ser nómadas a sedentarias y con ello, la domesticación de animales y la metalurgia conducen a la aparición de ciudades y, por ende, la administración se hace más necesaria y evidente.

Así, cada nuevo hecho o descubrimiento que aparecía, conducía a algún tipo de desarrollo de la comunidad y un aumento en la complejidad de sus interacciones; esto a su vez implica una mayor preponderancia de la administración como herramienta de nuevos propósitos y garantía de mayores niveles de convivencia.

La labor de los administradores para la época se hizo más fácil, a la par de la aparición de los nuevos sucesos en una comunidad central, procurando que estos desarrollos, hacían fáciles las comunicaciones y transacciones a grandes distancias, haciendo así posible estas urbes de centralidad.

El progreso, es la gran meca de las ciencias y las tecnologías y es este pilar, quien ha jalonado la modernidad y su evolución constante.

La moderna teoría de la administración inicia con el capitalismo mercantilista y con las teorías de fisiócratas y pensadores como Adam Smith, estas ideas crearon un “liberalismo económico” y sentaron las bases de su significancia.

La revolución industrial liberó el poder productivo de las sociedades, es decir, se rompe con todos los obstáculos o límites que la estructura social del momento pone a la producción, y el mundo toma el camino del progreso, manifiesto en el desarrollo de la ciencia, la economía, la tecnología y el liberalismo, acuñando el concepto de “Remoción de obstáculos” en procura de garantizar la prosperidad económica y el progreso social.

Con la aparición de la revolución industrial, la administración deja de proseguirse en concepto de solidaridad y cooperación y se encamina la eficiencia económica y la maximización de utilidad. Esta nueva perspectiva de la administración a llevado a considerar al ser humano como un medio de producción e instrumento en las organizaciones. El capitalismo industrial, es el padre de la administración moderna el cual instrumentaliza al ser humano y esta fundada en las teorías de Taylor, Fayol, Mayo y Weber que se orientaron a buscar las mejores formas de alcanzar la eficiencia industrial y desatendieron la comprensión ontológica del sujeto humano en la organización.

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