AL CUSCO EN SU DÍA
Enviado por claudita16 • 23 de Junio de 2014 • Informe • 372 Palabras (2 Páginas) • 224 Visitas
AL CUSCO EN SU DÍA
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Por Luz Samanez Paz
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CUSCO, ciudad de piedra, pueblo de la ternura, tu nombre lo escribe un vuelo tendido de cóndores.
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La historia de tus Incas, está hecha de sol i de gloria. Tus chachacomos envejecidos, lejanos se mecen en mi cariño i toda mi pena callada se va, se va alegre a volar en las alas de tus ch´eqollos o picaflores andinos.
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Indefinida mezcla de mis años, cielos de mi infancia. Al recordarte, tus paisajes acuden a mis ojos i el agua de tu dulce Willkamayu, se hace música divina.
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Siento galopar mi corazón, en las torres de tu Catedral. Siento repicar mi alegría en tus callecitas, arterias que salen de tu corazón, en donde la Mama Killa, desdobla matices de versos caídos del alma, donde el dibujo de tus balcones tallados, sueñan con la guitarra devota o las notas dolientes de una quena.
Calles del CUSCO, hechas de piedra, donde tus indios corren desenvolviendo tus danzas de colores.
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Ciudad tallada de ternura, tu alma vuela como una urpi i despierta tus mágicas leyendas, tu mirada tiembla de luz i de sombra...
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CUSCO, bajo la mirada de tu dios Wiraqocha, tu vida se ha hecho canto i en el seno de la Pachamama, tu dulce alegría aprendió a volar...
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CUSCO, te llevo edificada en mi palabra, tierra andina, tierra india como eres, de trenzas i chaquitaqllas, te veo siempre bajo el atado de tu pobreza, tus campesinos pijchan su coca, como si fuera una oración.
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Sus rostros se arrugaron por el arado del tiempo. Alegran tus Paqchas saltarinas, tus calles llorosas...
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CUSCO, te recuerdo callada i triste, con tus tardes dormidas i así me quedo con la mirada abrazada a tus crepúsculos de seda, agarrando una rama de tu cielo azul i contemplando la claridad de tus nevados.
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Sí, te recuerdo en tu cielo estrellado i a lo largo de tus andenes i tus campiñas de esmeralda.
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Te sigo en el vuelo rojo de tus tejas, te recuerdo en el canto multicolor de tus pájaros, en tus casonas coloniales, sembradas con sombras de ausencias... Veo tus calles que nacen, desde las cuestas del cielo, callecitas pintadas con el pincel de mis sueños.
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Tus muros de piedra guardan toda la magia i el misterio, de tu grandeza i de tu gloria.
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