ANALISIS DE LUZ Y FUERZA DEL CENTRO

Me voy a permitir analizar brevemente una empresa polémica: Luz y Fuerza del Centro.

Pienso que más allá de si se trató de una revancha política por el evidente apoyo que el sindicato SME brindó a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2006, creo que la compañía contaba con evidentes deficiencias, lo cual facilitó al gobierno de Felipe Calderón decretar su extinción en 2009.

Analizando esta empresa desde las esferas de las nuevas corrientes de planeación, me parece que sus fallas más notorias se encuentran en los siguientes puntos:

Manufactura esbelta:

No se cuidó el desarrollo de procesos con el mínimo de recursos, es decir, hacer más con menos, ocasionando que la empresa prácticamente colapsara, ya que desde su creación en 1994, este organismo descentralizado no cesó de recibir transferencias presupuestarias considerables, las cuales fueron en incremento año con año, además de que los costos de la compañía de 2003 a 2008 fueron de $433,290 millones de pesos (incluyendo energía comprada a la Comisión Federal de Electricidad) mientras que el ingreso por ventas fue de $235,738 millones de pesos observándose un notable déficit.

Aunado a lo anterior se contaban con salarios y prestaciones privilegiadas en comparación con otras instituciones del sector público paraestatal derivaron en una falta de inversión en las necesidades de operación de la empresa, dando lugar a su vez a que los costos de explotación sean mayores a los ingresos por la venta del servicio.

Balance Score Card:

Todo parece indicar que si se llevaban indicadores del negocio, sin embargo pienso que de nada sirve llevar indicadores si no se realiza y ejecuta un plan de acción para mejorar los indicadores que se tienen número rojos o negativos.

Para darnos una idea de cómo estaba la compañía en temas de finanzas, basta con hacer mención de que en Agosto de 2009 registró pérdidas de un 32%, debido al robo al suministro eléctrico, dejando de percibir 16 millones de pesos

En octubre de 2009, la SHCP reveló que la cartera de morosos de la compañía asciende a unos 7 mil millones de pesos. Además, en el transcurso del año se tenía previsto invertir 42 mil millones de pesos.

Previo al cierre y liquidación de la compañía la administración reportó cuentas por cobrar de 2 mil 160 millones de pesos a empresas privadas, cuyas deudas son de 8 años. La mayoría de las empresas corresponde a la industria de la transformación: fábricas de textiles, hule, plástico, papel, madera, hierro, aluminio, químicos y piel, incluyendo escuelas, gasolineras, hoteles, panaderías, productores de hielo, bodegas, lavanderías, oficinas, cines, cremerías, entre otros más.

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