ASIGNACIÓN #1 “RELACIONES FAMILIARES”

REPÚBLICA DE PANAMÁ

DAVID, CHIRIQUÍ

UNIVERSIDAD SANTA MARÍA LA ANTIGUA

FACULTAD DE ARQUITECTURA Y DISEÑO

ESCUELA DE ARQUITECTURA ESTRUCTURAL

MATERIA:
ADOLESCENCIA Y FAMILIA

ASIGNACIÓN #1

“RELACIONES FAMILIARES”

PRESENTADO POR:
KISBELLDEL CARMEN LEDEZMA QUIROZ
C.I.P. 4-776-61

PROFESOR:
SALVADOR BARBA

TERCER CUATRIMESTRE
CUARTO AÑO NOCTURNO

2016

1. ANÁLISIS DE MI ADOLESCENCIA 15-21 años

Mi nombre es Kisbell Ledezma, estudié en el colegio San Agustín de David, Chiriquí, y ya a mis 15 años estaba cursando el cuarto año de secundaria. A esa edad estaba en mi etapa de las fiestas de quinceañeras, tuve mi primer noviecito, y comenzar a forjar más los lazos con mis compañeros que se volvieron hasta el final del colegio mis mejores amigos. Jamás fui de ese tipo de chicas que necesitaba beber para poder divertirme o hacer cosas fuera de lugar. Me alegro haber estado con los pies en el piso desde tan temprano. Así fue también a mis 16 años, que cursaba el quinto año, y pienso que ese fue el mejor año en la etapa del colegio, ya que realizábamos cualquier tipo de actividades con toda la promoción, compartía más a seguido las llamadas “reuniones” con mis mejores amigos de aquel entonces, en la que nos entreteníamos hablando, comiendo, riéndonos, jugando de todo un poco. En todo esto mi familia ha estado ahí para mí y me ha apoyado con esfuerzo en todo lo que me he puesto en la vida.

Ya que yo estuve un año adelantada, mi vida entera también se forjó en ser una persona acelerada en todo. Todo lo he querido hacer rápido y lo más pronto a penas comience a hacerlo. A mis 17 años de edad, ya en sexto año me entretuve más en el tema de las fiestas y salidas con mi promoción, éramos más unidos y queríamos hacer de todo ya que pronto nos estaríamos separando. Yo, a pesar de pasar mi último año como menor de edad, aún trataba de estar centrada en mis juicios, aunque aún a pesar de eso, me daba más libertad de entretenerme y divertirme. A tal punto que siempre fui considerada una persona muy sociable e hiperactiva.

Me gustaba las nuevas experiencias, claro con mis límites, por ejemplo jamás fumé o me di escapadas locas. A pesar de todo eso, creo que desde mi segundo año estuve decidida a centrarme a estudiar la carrera de arquitectura,  no sabía dónde, pero era lo que me gustaba mucho. Terminé mis estudios en el San Agustín, teniendo muy buenas notas y con la imagen de ser aplicada pero entretenida.

En mi primer año de universidad, cumplí a penas los 18 años de edad, aún recuerdo que al inicio conservaba ese aire de ser muy activa y querer estar en todo, pero poco  a poco me di cuenta sin pensarlo mucho, que debía enfocarme más en lo que me estaba entrometiendo, que fue en la carrera de arquitectura. Inclusive ocupé el “cuadro de honor” de la universidad. Y enlacé con los de mi salón una amistad. Inclusive comencé a tener mi segunda relación de noviazgo con un compañero entonces, de la universidad.

En mi segundo año, ya con 19 años de edad, si estaba más concentrada en mis estudios y ya no me daba el lujo de salir a cada rato, sino que simplemente, y sin arrepentimientos, cuando tuviese tiempo es que salía. Trataba de conservar también mis calificaciones y es algo que hasta hoy día lo he logrado. Así también fue mi tercer año, con 20 años, en el que, conseguí mis primeros trabajos independientes, he realizado diseños de casas y “renders”.

Actualmente, ya estoy casi a final de año y cursando mi 4to año en la universidad, con 21 años de edad. Me siento orgullosa de cómo me ha ido a lo largo del tiempo y me he dado cuenta que no es tener miles de amigos sino aquellos en los que puedas confiar. Mi mentalidad es buscar un trabajo pronto, graduarme y poder desenvolverme en lo que me gusta. Uno simplemente no cambia de mentalidad, sino que se madura y se presentan nuevas prioridades. Mi familia me ha seguido apoyando en todo y a pesar de todas las cosas, eso es lo que más importa.

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1. EL CONFLICTO DE LA FAMILIA PANAMEÑA

Todas las familias del mundo tienen problemas personales y hasta cierto punto es normal. En el caso de la familia panameña, en los últimos años, esta ha decaído notablemente, en el caso de la autoridad de los padres e incrementando la presencia de niños y jóvenes rebeldes y desobedientes. Esto es debido a que los padres ya no quieren enfrentarse a sus hijos por cierto “miedo” a perderlos, a que simplemente les permiten irse de la casa cuando están enojados, sobre todo cuando tratan de corregirlos cuando ya tienen la edad de la adolescencia. Es por eso necesario educarlos, guiarlos y corregirlos cuando son niños y su identidad está siendo moldeada.

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