Accidente Laboral
Enviado por aeelen • 9 de Abril de 2014 • 2.708 Palabras (11 Páginas) • 264 Visitas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar una guía en la que recoge los problemas de obesidad y desnutrición infantil que se están produciendo en los países de ingresos bajos y medianos, y que considera como «una doble amenaza». A juicio de la organización, la lucha de estas naciones por combatir la desnutrición en los niños están desembocando en que aparezcanmenores con sobrepeso y obesidad, situaciones ambas que son «amenazas para la salud», además de que representan «una creciente carga de enfermedades».
Los Gobiernos de estos países están «descuidando» estos problemas al centrar sus políticas en esta tarea, explican. Ello ha derivado en que, actualmente, «más del 75 por ciento de los niños con sobrepeso vivan en países en desarrollo» y en que la prevalencia en África«casi se haya duplicado en los últimos 20 años», subrayan. Ante ello, y con el objetivo de «ayudar a los países», la OMS indica en su nuevo documento 24 acciones para mejorar el estado nutricional de las poblaciones. Así, señalan que «hay muchos factores durante el embarazo y la infancia que pueden influir el sobrepeso a un niño y, posteriormente, al adulto».
Entre las medidas aconsejadas destacan las de «mejorar la nutrición de las mujeres embarazadas y lactantes; alentar el inicio temprano de la lactancia materna; promover los alimentos sólidos apropiados para los niños pequeños, y proporcionar suplementos de micronutrientes y alimentos fortificados cuando sea necesario». En este sentido, el director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS, el doctor Francesco Branca, indica que, aunque es «vital» mantener los esfuerzos contra la desnutrición, el mundo «necesita hacer mucho más para prevenir y atender el creciente número de personas que tienen sobrepeso o son obesos y que viven en países de bajos y medianos ingresos».
Solo un tercio lo regulan
Según expone el experto, y tras realizar una encuesta entre las naciones, «sólo un tercio de los países regula la comercialización de alimentos para los niños y sólo unos pocos han tomado medidas para reducir la sal en la comida». Debido a que la política contraria puede «reducir la mortalidad infantil, mejorar el crecimiento y el desarrollo, y optimizar la productividad», reclama esta modificación.
Así, señala a Brasil, Etiopía y Perú como algunas de las naciones que han tenido éxito con esta medida. En cuanto a las cifras que presentan estos problemas, Branca señala que «más de 100 millones de niñosmenores de cinco años tienen bajo peso, 165 millones sufren retraso del crecimiento y 43 millones tienen sobrepeso o son obesos». Además, se estima que «el 35 por ciento de las muertes de menores de cinco años están asociadas con la desnutrición». Por todo ello, y debido a la fecha límite marcada en 2015 por la Asamblea Mundial de la Salud para alcanzar los «Objetivos de Desarrollo del Milenio», el especialista anima a los países a analizar las medidas aportadas. Entre estas metas se encuentran las de «conseguir un 40 por ciento de reducción en el número de niños menores de 5 años con retraso del crecimiento, un 50 por ciento en el número de mujeres en edad reproductiva con anemia, y un 30 por ciento en el de bebés con bajo peso al nacer», concluye.
La obesidad subió del 48 por ciento al 52 por ciento, con un índice más alto para las mujeres. El indicador es de 45 por ciento para los hombres y el 55 por ciento para las mujeres.Los resultados de la ENSIN 2010, muestran un avance importante en la meta propuesta de reducir la desnutrición global para el año 2015. Sin embargo, el mayor desafío en términos de salud pública es disminuir la desnutrición crónica y lograr la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio al año 2015, es decir, pasar de una prevalencia de 26,1 por ciento en 1990 a 8,0 por ciento en el 2015, según los patrones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).El objetivo de la ENSIN es estimar la prevalencia de los principales problemas nutricionales que afectan a la población colombiana y algunos de sus determinantes, a fin de arrojar la información que permita el desarrollo de políticas adecuadas y las técnicas para su intervención.De las conclusiones de este estudio se derivó que la obesidad entre 5 y 17 años fue mayor en hijos de madres con mayor nivel educativo y en la zona urbana. La obesidad fue mayor en los hombres y el sobrepeso en las mujeres. En este mismo grupo de edad la delgadez fue mayor en los niños, entre afrodescendientes de la zona Atlántica, en hijos de madres sin educación y en el grupo de 10 a 17 años.También arrojó que el exceso de peso en la población adolescente, adulta y gestante muestra una tendencia al incremento, y afecta a las dos terceras partes de los grupos de mayor edad, a pesar de los esfuerzos realizados para su prevención, como la Política de Seguridad Alimentaria, Ley de Obesidad y Guías alimentarias para la población colombiana.Frente a los hábitos alimenticios el estudio reveló que aproximadamente 1 de cada 3 colombianos entre 5 y 64 años consume golosinas y dulces diariamente. El 17,8 por ciento los consume dos o más veces al día, mientras que 1 de cada 5 colombianos entre 5 y 64 años, consume gaseosas o refrescos al día.El mayor consumo se presenta en el grupo de edad de 14 a 30 años (28 por ciento), y de 9 a 13 (21,6 por ciento ). Y aproximadamente 1 de cada 7 colombianos, entre 5 y 64 años, consume “alimentos de paquete” diariamente. Los grupos con mayor frecuencia de consumo diario de “alimentos de paquete” son los niños y adolescentes en edad escolar (9 a 13 años: 21 por ciento y de 14 a 18 años: 20 por ciento), según datos publicados por el Ministerio de Protección Social de Colombia.Frente a estas estadísticas la Asociación Colombiana de Nutrición Clínica (ACNC) y el Centro Colombiano de Nutrición Integral (Cecni) estableció algunos de los errores que se comenten al alimentarse y que inciden en el aumento del sobrepeso como los de consumir un mal desayuno.En este sentido, recomiendan no descartar el desayuno, no solo porque es el alimento que nos da energía para empezar el día, sino porque el tiempo que pasa de nuestra última comida hasta que nos despertamos se le considera el ayuno (abstención total o parcial de comer o beber) más largo del día.También indican que un erro clásico es comer “a las carreras”, los expertos recomiendan tomarse al menos 20 minutos para cada comida. Por otra lado derriban la creencia popular que nos recomienda comer como un rey, almorzar como príncipe y cenar como un mendigo.Por un lado está mal descartar el desayuno, pero tampoco está bien exagerarlo. Si bien es la comida más importante del día, no significa que tenga que ser la más calórica.El cuarteto perfecto de un 'desayuno completo'
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